VALÈNCIA. Marcelo Saracchi quiere alcanzar el nivel al que apuntó cuando, tras casi dos meses de final de recuperación en Buñol, reapareció en un terreno de juego tras su lesión de cruzado el verano anterior, cuando militaba en las filas del Leipzig. El uruguayo entró en el vestuario pisando fuerte y, cuando pudo ejercitarse al ritmo de sus compañeros, muchos en el Levante de Alessio Lisci se sorprendieron por su intensidad. Entró a cuentagotas, pero acabó la temporada dejando destellos positivos en los apenas cuatro encuentros en que pudo participar.
Hoy a Saracchi le toca recuperar el estatus. Volverá previsiblemente a ser titular ante el Eibar por la baja de Álex Muñoz, respecto al que el Levante se ha topado con el muro de Competición y Apelación a la hora de eliminar la tarjeta que le obliga a perderse una cita clave en el curso. El alicantino fue un invitado inesperado en la lucha por ser el dueño del lateral izquierdo de Orriols. Sin embargo, el permanente flirteo con las lesiones del charrúa le otorgó la oportunidad de, primero, hacerse grande como central durante el interinaje de Felipe Miñambres y, después, convencer a Javi Calleja para ser indiscutible en su posición de origen.
Saracchi se lesionó en el aductor en el primer partido de la actual campaña. Tras su paso por la enfermería, regresó a la titularidad sin aparentes problemas con Mehdi Nafti al volante, así que fue su lesión de hombro en octubre, ya sin el franco-tunecino en el banquillo, la que le costó la competencia en el carril. Calleja habrá de decidir entre él y Franquesa ante el Eibar, pero la lógica y los movimientos de fondo de armario del técnico madrileño en los últimos encuentros otorgan al de Paysandú todas las papeletas para formar de inicio este domingo.
Es ante el Eibar cuando el '23' podrá reiniciar el camino que había seguido hasta ahora en su etapa como granota. Ya durante la pretemporada parecía no caber ninguna duda: Saracchi iba a ser el lateral izquierdo titular del Levante en su sendero hacia el ascenso inmediato, pero su rendimiento, cortado por las lesiones, ha ido cuesta abajo. No obstante, su potencial está demostrado después de su sorprendente firma tras rescindir en Alemania, con Miñambres recién llegado a los despachos del Ciutat y el mercado de invierno ya herméticamente cerrado con la única incorporación de Martín Cáceres.
Las dudas, entonces, residían en el necesario proceso de recuperación del jugador, que venía de romperse el ligamento cruzado de su rodilla derecha, lo que supuso un doloroso tijeretazo a su carrera en Europa, que había comenzado en 2018 a su llegada al Leipzig como toda una promesa de futuro procedente de River Plate, donde ganó una Libertadores y llegó a ser absoluto con la Selección. Rindió en su cesión al Galatasaray y, a su regreso, se 'rompió'.
Ya el pasado mes de febrero, la sensación en el seno del club granota fue de que se firmaba a un futbolista que, de no ser por aquella fatídica rotura, no podría estar en la órbita del Levante. El Espanyol lo tuvo en agenda y fue a por él, pero aquella lesión acabó descartando a todos sus pretendientes. Con contrato de larga duración en Orriols -cabe recordar que tiene hasta 2024 con opción a tres temporadas más-, Saracchi necesita regresar sobre sus pasos.