VALÈNCIA. Tres meses después, Albert Celades sigue teniendo los mismos problemas que cuando la temporada dio el frenazo por coronavirus. Diakhaby fue el gran protagonista del derbi, pero la realidad es que el entramado defensivo que ha intentado armar el técnico catalán desde su llegada no ha dado frutos. Lo ha hecho cuando Ezequiel Garay ha estado en el césped y rara vez sin el argentino el Valencia ha logrado dejar la portería a cero.
Concretamente han sido dos los encuentros, entre Liga y Champions League, en los que eso ha ocurrido. Ante el Eibar, en el primer encuentro de 2020 con el equipo sumergido en la mejor dinámica con Celades al timón, y en la heroica victoria en Amsterdam un mes antes. En ambas citas, Diakhaby formó pareja con Gabriel Paulista y la actuación defensiva del equipo fue notable. Sin embargo, han quedado en un espejismo.
Con Gabriel a su vera, al joven central francés le ha costado más adaptarse tácticamente a los partidos, incluso en la era Marcelino, cuando el equipo no se hacía tan largo en el campo y la filosfía para sacar el balón desde atrás tenía otros tintes. Con Garay, por contra, se ha visto a un Diakhaby más sólido y ordenado.
Los datos hablan por sí solos: más allá de esos dos encuentros echando el candado, el Valencia ha encajado 31 goles en 18 choques sin el argentino en el eje. De ellos, en 15 el espigado central francés ha formado de titular, con peor suerte, sin duda, cuando ninguno de los dos centrales puntales han sido su guía. La derrota por 3-0 en Anoeta (primero junto a Mangala y después con Guillamón) y la eliminatoria completa ante el Atalanta (con Mangala en la desastrosa ida y con 45 minutos al lado de Coquelin antes de ser sustituido en la vuelta) son tres ejemplos ilustrativos.
Con el brasileño, la sangría defensiva también ha existido este curso: el 3-3 ante el Getafe, el 4-1 en Mallorca, el 3-0 en el Coliseum, o el 2-1 en el correcalles que fue el estadio de Los Cármenes en los cuartos de final de Copa del Rey. En esa competición, además, también se han dado dos porterías a cero valencianistas con el '12' en la alineación. Fueron ante el Logroñés y la Cultural Leonesa.
Con Garay corrigiéndole, los números de Diakhaby en cuanto a tantos en contra son mejores, si bien es cierto que, curiosamente y por circunstancias, ha jugado muchísimo menos al dictado del argentino. La pareja Garay-Diakhaby en línea de cuatro atrás ha disputado tan solo cuatro partidos, en dos de los cuales han coincidido únicamente durante una de las dos mitades (en Balaídos y San Mamés); mientras, la dupla Paulista-Diakhaby ha figurado en diez encuentros. Todo ello sin contabilizar algunos minutos en los que los tres han estado sobre el tapete. En cualquier caso, en esas cuatro citas con dúo rosarino-francés se han encajado dos goles.
Desde luego, y aunque el balance global de tantos en contra sigue siendo un drama, desde que Garay está en el dique seco el Valencia ha encajado en todos los partidos que ha disputado. Incluso teniéndolos controlados después de un gol en el último minuto del tiempo reglamentario. Sin el central más fiable de la plantilla, la nueva normalidad de Celades se presenta ajetreada. Porque recoger balones de las redes ya es lo normal en el Valencia. Tanto es así que el -1 en el golaveraje general che le puede costar caro con dos de los contrincantes en la carrera por puestos europeos: el Atlético y el Sevilla, en caso del complicado empate a puntos al final del campeonato. Con los de Simeone el particular está empatado pero los colchoneros están en +10 -por lo que se llevarían la plaza alta en caso de mismos puntos-. Mientras, resta por jugar la última jornada en Nervión, de momento también con el marcador en tablas tras el 1-1 en Mestalla.
Y es que el ex del Lyon es el primer jugador del Valencia en cometer tres penaltis en dos partidos consecutivos, en este caso con un parón de tres meses por el medio. El 'palo' de Celades a Diakhaby en sala de prensa fue en esa dirección, se acordó el técnico de los dos penaltis ante el Atalanta y el mal sabor de boca con el que se marchó el central a la crisis del coronavirus, sin aprendizaje alguno en el regreso a la acción.
Además, el desenlace del derbi recordó mucho a la primera fecha de La Liga frente a la Real Sociedad en la que no jugó Mouctar. El Valencia ha encajad los dos tantos de penalti más tardíos de la historia de la competición: Melero en el 97’04” y Oyarzabal en agosto en el 100’13”, como recordaba Pedro Martín en Tiempo de Juego.