VALÈNCIA. La cuenta atrás ya está en marcha. El play-off de ascenso a Primera División llevará al Levante a Albacete este próximo sábado y el equipo se debate entre el fracaso o meter la cabeza en la final de una fase que no da tregua. El equipo de Rubén Albés es la primera amenaza para Javi Calleja, que igual que muchos de los integrantes de su plantilla vivirá su primera promoción a la élite. Álex Muñoz, Postigo, Rober Ibáñez y Joni Montiel sí han probado esas mieles, aunque solo el último logró salir victorioso con el Rayo Vallecano hace dos temporadas.
Pero ¿hay motivos para creer en que el Levante acabará consumando el ascenso? Para Calleja, "muchos". Así lo afirmó el entrenador tras conseguir el triunfo insuficiente en el último encuentro de la temporada regular. "El equipo pelea y trabaja hasta el final, no llegamos en dinámica negativa al play-off, ni mucho menos", dijo el madrileño. ¿En qué datos se escuda?
Al Levante le vale el empate. Podría cerrar en tablas los cuatro partidos del play-off y, prórroga mediante, lograría el ansiado regreso a Primera cuya no consecución inquieta en el seno del club. Apuntó Brugui antes del entrenamiento de este miércoles que la clave está en no especular y el cuadro granota habrá de presentarse en el Belmonte con la ambición de volver a Valencia con un resultado propicio. Allí ya ganó el Levante en noviembre, aunque entonces el equipo atravesaba un momento de forma bien distinto, con Calleja recién aterrizado y su elenco anímicamente revitalizado por completo.
Contra el Albacete no se ha perdido, pero es que tampoco se ha hecho ante ninguno de los equipos que han ido a buscar al Levante. El Alavés parece bien estudiado: "Ojalá todos los partidos fueran como contra el Alavés", bromeaba Felipe Miñambres en Plaza Deportiva, en referencia a los buenos encuentros que ha cuajado el equipo tanto en Mendizorroza como a orillas del Turia. Contra el Granada, campeón de la categoría y equipo más fiable, se ganó en uno de los pocos encuentros solventes que se recuerdan en el Ciutat. Ante Las Palmas y Eibar se han sacado cuatro empates, que en esta fase valdrían. Son marcadores que pueden resultar meras anécdotas en distintas tesituras a lo largo del curso, pero arrojan una realidad: en los cara a cara ante oponentes directos, el Levante ha mostrado mejores versiones.
Además, y aunque no es el mejor local del campeonato, el Levante solo ha perdido tres partidos en Orriols y dos fueron con el anterior técnico al frente de la nave. El conjunto de Mehdi Nafti sucumbió ante Cartagena y Racing antes de ser despedido y la única derrota local que ha registrado Calleja fue frente al Mirandés, en otro batacazo preocupante que tensó los ánimos de puertas para dentro. Sin embargo, y aunque se han sucedido alarmantes puestas en escena, el equipo ha sacado puntos. En Orriols serán las dos vueltas de las eliminatorias. Un clavo ardiendo al que acogerse.
Y precisamente a la vuelta de piezas clave en su engranaje se refirió Calleja en su última comparecencia pública. Brugui, Vezo y Cárdenas, esos son los grandes nombres para un entrenador que, no obstante, todavía espera a un irregular Rober Ibáñez que ha funcionado casi siempre como revulsivo. El delantero de Bàscara acapara todas las papeletas para arrancar el play-off de inicio -de hecho, ya fue la primera alternativa en el descanso frente al Oviedo- y a Vezo todavía habrá que testearle.
El luso está completando la semana de entrenamientos y tras su recaída en los isquiotibiales del muslo izquierdo en los primeros minutos de la visita del Zaragoza no se quiere forzar. Sin embargo, en esta ocasión Vezo llega con garantías y también podría ser titular en el Belmonte. Más controvertida es la decisión en la portería: Femenías está en dinámica competitiva y creciendo en sensacones; Cárdenas ha sido el meta habitual de la temporada y el que ha contado con la confianza del técnico.
Sea como sea, la realidad es que no todo es positivo para arrancar los play-offs. El vestuario ha apretado el botón del reset y la promoción abre una competición nueva con sensaciones contradictorias. También hay motivos para las dudas.
El aspecto mental es crucial. En eso tiene trabajo avanzado el cuerpo técnico, que desde antes incluso del empate ante el Ibiza empezó a cocinar en la plantilla el nuevo discurso con el play-off en el centro. Los marcadores de aquella jornada cambiaron las reglas por un día e hicieron especialmente duro el batacazo ante el Ibiza. Desde entonces, se han ganado los dos últimos y la dinámica es positiva en el casillero. No tanto en el césped. Ahí el equipo sigue decepcionando. Las decisiones de Calleja en el transcurso de los partidos, el manejo de los cambios o los distintos tramos que vive el equipo en 90 minutos arrojan algunas sombras.
El Levante ha vencido en las dos últimas citas, sí, pero lo ha hecho cuando el choque agonizaba, a la desesperada y con el plan establecido de inicio arrugado en la basura. Sobre la marcha, una vez con un penalti en el descuento y otra porque Brugui metió la cabeza en el ventilador tras un balón colgado, los granotas han acabado volteando partidos sobre la bocina y con la ansiedad presente prácticamente desde la primera media hora... ante clubes que ya no se jugaban nada.
El Levante no es el equipo menos goleador de entre los clasificados para el play-off -de hecho, el Albacete ha acabado anotando menos al cabo de la temporada regular-. Sin embargo, sus delanteros sí son los menos efectivos de los candidatos. El cuadro manchego, sin ir más lejos, tiene en plantilla una dupla de atacantes que supera con creces los tantos de los dos máximos goleadores levantinistas. Higinio y Dubasin suman 21; Bouldini y Montiel, 15. Es más, si se elimina al centrocampista de la ecuación, ni siquiera los tres arietes del equipo de Calleja superan las cifras de los atacantes albacetistas -el marroquí, Wesley y el desaparecido Soldado han marcado 13-.
Es una tarea que se ha dejado para última hora. Algo de lo que ha adolecido el equipo a lo largo de la temporada. Sobre esa parcela del campo habrá decisiones al finalizar el curso, pero mientras tanto Calleja se ha centrado en recuperar a Bouldini durante el último tramo de campaña. El periodo de Ramadán afectó al africano, pero al menos anotó un tanto que responde a su perfil en La Cerámica. Su estado será clave, pero se le echó en falta ante el Oviedo. Se explotaron los centros laterales con él en el verde y apareció, pero volvió a decepcionar.
El último partido del conjunto de Albés sigue en la retina. Ahí el Albacete, con alrededor de 4.000 seguidores en las gradas del Ciutat -algo que la entidad granota quiere evitar a toda costa incluyendo el play-off en los abonos de temporada-, fue superior incluso con un hombre menos durante 50 minutos. Además, en el ambiente albacetista flota la ilusión frente a la respondabilidad y la obligación reinante en territorio blaugrana. En casi el 50% de los doce play-offs de ascenso desde que se instaurara el formato hace doce temporadas, el sexto ubicado de la clasificación es el que acaba ascendiendo. Ha ocurrido en las últimas tres campañas. Una estadística que habrá que romper.