VALÈNCIA. La plantilla del Levante afronta la última semana de vacaciones antes de regresar a los entrenamientos a partir del 4 de julio y la gran mayoría de los jugadores todavía no tiene claro su futuro para la temporada 22-23.
Después de más de un mes desde que se acabara la Liga pasada, los únicos movimientos del Levante han sido la salida de José Luis Morales, tras once años en el club, y la renovación de Pepelu García para las diez próximas temporadas.
Además, los jugadores Coke, Miramón, Duarte, Clerc, Radoja, Vukcevic y Cáceres acaban sus respectivos contratos este 30 de junio y pese a que no han sido despedidos oficialmente por el Levante no continuarán en el equipo valenciano.
El Levante cuenta actualmente con los metas Aitor y Cárdenas; los defensas Son, Mustafi, Vezo, Rober, Postigo, Franquesa, Saracchi; los centrocampistas Pablo Martínez, Brugui, Blesa, Pepelu, Campaña, Melero, Malsa, Bardhi, De Frutos; y los delanteros Soldado, Cantero, Roger y Dani Gómez.
Además, el defensa Marc Pubill, pese a tener ficha del filial el curso pasado, es uno más de la plantilla desde diciembre de 2021 y podría contar con ficha del primer equipo para la temporada 22-23 en Segunda División.
Sin embargo, buen parte de estos veintitrés jugadores con contrato en vigor podrían abandonar el equipo en los próximos días. Futbolistas como De Frutos, Campaña, Melero, Vezo, Bardhi o Mustafi podrían cambiar de aires para no jugar en Segunda División.
Uno de los primeros jugadores que intentó abandonar el equipo fue Roger Martí, que presentó una oferta del Rayo Vallecano para marcharse cedido pero el Levante activó una cláusula en su contrato y al mantenerle el salario de Primera ha conseguido, de momento, retenerle.
El Levante, además, tiene la necesidad de vender jugadores por un valor de 10,5 millones de euros antes del 30 de junio si no quiere arrojar pérdidas en el ejercicio económico 21-22.