Un ascenso de vida

VALÈNCIA. Un ascenso a vida o muerte. Es prácticamente lo que se juega el Levante este sábado en su casa, un Ciutat a reventar que clamará por regresar de manera inmediata a la élite y dejar en travesía por el desierto el curso en Segunda División. 

Si hay ascenso, habrá fiesta. Y de las largas. Porque no se trata solo de volver a Primera, sino de sacar de dentro toda la tensión acumulada en una temporada que ha tenido muchos episodios y que hoy pasa como una película a toda velocidad por la mente del levantinismo. El manojo de nervios en que se han convertido las oficinas de Orriols estos días bien merecerán una explosión de júbilo a modo de suspiro y "menos mal". Para el Levante, que el gato vuelva a subir a la palmera es un motivo de alegrón, pero también para aflojarse la corbata. 

Porque perder sería un drama. Es la realidad que no conviene negar por mucho que lo bonito -y especialmente tenso- de la final por un ascenso tiña la jornada. Nadie esconde en el seno de la entidad que un no ascenso esta noche son problemas gordos en las próximas. Es oscuridad e incertidumbre. Piedras, tijeras... y poco papel. El esfuerzo del pasado verano por mantener a los diferenciales y armar una de las mejores plantillas de la categoría quedaría en agua de borrajas para dar paso a la cartilla de racionamiento. La situación no será sostenible y habrá que reducir al máximo el coste de plantilla, poner en marcha el plan antivuelco y plantear la continuidad de la planta alta en una parte considerable de la sociedad granota. 

Esos son, objetivamente, los dos escenarios. 

Pero abramos el telón del fútbol. Con esa verdad en la mano y el pavor por no consumar el ascenso en los bolsillos, el levantinismo marcará la diferencia. El club espera, sin duda, la mejor entrada de la temporada después de que se agotaran los billetes en un día de auténtica esquizofrenia por conseguir butaca. Con colapsos y descontentos incluidos por no adqurir tickets, Orriols estará hasta la bandera. Y antes, habrá un bus al que recibir de manera masiva. La ilusión es equiparable a la tensión: el Levante de Javi Calleja ha mejorado en el play-off y trae un resultado óptimo de Mendizorroza, donde acabó dejando vivo al Alavés tras poder vacunar en varias ocasiones del segundo tiempo. Las sensaciones son buenas y además, aunque nadie en el vestuario quiera oír hablar de empates, una X vale para ir a la prórroga, apretar los dientes y salir glorioso en 120 minutos.

"La final está al 50%", dicen todos los miembros de la plantilla aunque el valor del empate en casa otorgue ese cierto margen de respiro. Y el plan de Calleja apunta a seguir su curso. El entrenador ha cuidado durante la semana a sus piezas tocadas como si la suerte estuviera echada y el dibujo se trazase solo. Ha repetido once en los tres partidos de promoción y el rendimiento del equipo ha evolucionado hasta el punto de que cualquier cambio en la alineación de arranque será una sorpresa, posible pero aparentemente descartable.

La cara del Alavés de Luis García

Mientras tanto, hay otra cara en la moneda. La de los babazorros, que regresan al estadio donde precisamente consumaron el descenso el curso pasado. Es ahí, en ese mismo césped, donde el Alavés, esta vez de Luis García, quiere rebobinar su película.

Luis García Plaza no podrá contar con Salva Sevilla por lesión, ni con Antonio Blanco y Jesús Owono, concentrados con sus selecciones nacionales. De esa no se van a librar los vitorianos. Esta circunstancia deja la puerta abierta a repetir el mismo “once” que jugó en Mendizorroza en el partido de ida, aunque podría entrar Asier Villalibre.

Los precedentes no son buenos para el Glorioso, que no ha conseguido ganar al Levante en ninguno de los tres partidos de esta temporada y ni siquiera ha logrado hacer gol a los valencianos en tres encuentros. Sin embargo, no sería la primera vez que una final de un play-off de ascenso a la élite acaba decantándose hacia el lado de alguien que no ha logrado doblegar a su rival finalista en todo el curso.

El Alavés tampoco estará solo. Más de 400 seguidores estarán en las gradas del Ciutat de Valencia para alentar a su equipo e intentar hacerse con -también- el sexto ascenso a Primera en la historia alavesista.

Alineaciones probables:

Levante UD: Femenías; Pubill, Vezo, Róber Pier, Álex Muñoz, Iborra, Pepelu, Joni, De Frutos, Brugui, Bouldini.

Deportivo Alavés: Sivera; Tenaglia, Aqbar, Sedlar, Duarte; Benavídez, Moya; Abde, Guridi, Rioja; Villalibre

Árbitro: Hernández Maeso / Prieto Iglesias (VAR)

Estadio: Ciutat de València

Hora: 21h