Levante UDVALÈNCIA. El Levante vive ahora mismo sumergido en su particular mar de dudas e inmiscuido en su espiral de dejà vus constantes, pero en toda sombra asoman halos de luz. El de Valladolid lleva nombres y apellidos: Dani Cárdenas Lindez. El de Terrassa, con ficha todavía de filial, pisó la Primera División en Pucela y en un partido a vida o muerte para el equipo, pero sobre todo para su entrenador, discutido en el banquillo granota.
Paco López, ante la ausencia de Aitor Fernández, tuvo que decidir también en una posición que en el Levante, hoy en día, no tiene discusión con el guipuzcoano bajo los palos. En la primera baja del curso se decidió por introducir a Koke en San Mamés, tal y como mandaba la lógica. Esta vez, con toda una semana de entrenamientos para cavilar quién sería el dueño de la portería en Zorrilla, fue Cárdenas quien se llevó el gato al agua.
Su partido fue tan complicado como los que ha tenido Aitor hasta ahora: pocas llegadas del rival, pero más de una situación que dejó al meta prácticamente vendido. Es lo que ocurrió en el tanto vallisoletano, en el que Marcos da Sausa cabeceó lejos del alcance del catalán. Más allá de eso, tres paradas y una noche que, pese al nuevo empate, no olvidará fácilmente Dani Cárdenas.
Paco López tuvo que decidir entre dar minutos a un portero con cinco partidos en la élite -pero que partía como téorico suplente- o premiar a otro cuyo buen hacer también podía ser merecedor de testar la máxima categoría. Cárdenas agradeció, tras la conclusión del choque, la ayuda de Koke Vegas tras conocer su suplencia, una noticia que, lógicamente, cayó como plomo para el malagueño.
Pero lo cierto es que la coincidencia entre uno y otro en la competencia por la portería ya se ha dado en otras ocasiones en el Atlético Levante. Cárdenas llegó a Buñol en 2013 para jugar en el Juvenil A y fue en la 15/16 cuando vivió sus primeros ascensos con el filial levantinista en siete partidos de la primera vuelta por la ausencia de Alejandro Zagalá. Allí, desde el banquillo, observó a Koke Vegas ser titular y, a la postre, terminar jugando 33 partidos en una temporada en la que no arrancaba precisamente como favorito para ser inamovible.
La siguiente campaña fue la de su debut en Segunda B. Disputó los dos primeros partidos del curso con José Carlos Granero, el primer técnico que le dio minutos en el filial granota. Después de aquello entró y salió de las listas en la batalla abierta entre el propio Koke y Dani Sotres, que terminó llevándose el actual portero del Rayo Majadahonda. Aquel fue el año del descenso a Tercera, y en la cuarta categoría del fútbol español fue donde se consolidó el de Terrassa... con Paco López al timón.
Un curso completo como titular, con ascenso incluido, y unos playoff para el recuerdo que tuvieron a Cárdenas como uno de los actores principales, precedieron a una temporada de mala suerte. En el regreso a la categoría de bronce, el hoy debutante en la élite sufrió una importante lesión de rodilla que le hizo perderse la recta final del curso. Aquel partido de abril de 2019 ante el Peralada, en el que tuvo que salir sustituido, también perdura en la retina de un meta que, a sus 23 años, ya ha probado las mieles más amargas del fútbol.
La campaña pasada fue amo y señor de las redes de Atlético Levante, siempre y cuando no subió con el primer equipo. Hoy, después de ser el elegido en un choque de suma importancia para el club, se abre un debate a corto plazo en la segunda línea de la portería granota.
El próximo 16 de diciembre, en el partido de Copa del Rey ante el Racing Murcia, se volverá a vivir un momento clave en lo que atañe a los palos del conjunto de Orriols. El portero titular en esa cita de primera ronda puede determinar quién es para Paco López -si para entonces continúa en el cargo- el definitivo segundo meta de su equipo. Antes, eso sí, habrá que esperar qué depara esta semana en cuanto a la contusión testicular de Aitor de cara al choque frente al Getafe.
