VALÈNCIA. Desde que el pasado 1 de enero se abriera el mercado de invierno para los clubes españoles el Valencia CF ha registrado hasta cinco movimientos en su plantilla. Wass, Jason y Piccini han abandonado la plantilla que entrena José Bordalás, mientras que Eray Cömert e Ilaix Moriba (aún no es oficial) son las altas. Aún con esos cinco movimientos registrados, las 96 horas que quedan de mercado aún deben dar mucho de sí para ajustar la plantilla que el entrenador necesita para la segunda vuelta.
El peor movimiento hasta ahora para Bordalás es de Wass. La marcha del danés al Atlético de Madrid deja un agujero en el centro del campo que debería cubrir un medio centro defensivo. Ilaix Moriba no es, ni por asomo, un centrocampista "ancla" que pueda dotar de balance defensivo al equipo para darle consistencia. Además, su bisoñez es la principal duda que para el rendimiento inmediato ofrece un futbolista cuya calidad está fuera de toda duda. Se busca un "6" puro. Un centrocampista de corte defensivo que acompañe a Guillamón o a Soler en la zona ancha. Ahora mismo sería excesivamente arriesgado hablar de un objetivo concreto, máxime cuando desde el club se apunta un nombre diferente (o incluso varios) a cada día que pasa.
La gran novedad en el mercado es la aparición del interés de contratación de un futbolista de ataque para reforzar el flanco izquierdo. Sobre la mesa hay dos grandes candidatos: Bryan Gil i Samu Castillejo. En el caso del futbolista del Tottenham el Valencia CF es reticente a pagar el millón de euros que piden los británicos, y además la Real Sociedad se ha metido de por medio y también quiere incorporar al futbolista.
De no cuajar la cesión de Bryan Gil, el otro nombre que ha salido a la palestra es el de Samu Castillejo. El futbolista del Milán está casi inédito en la escuadra "rossonera" y sólo ha disputado 5 encuentros acumulando 122 minutos. Por tanto está buscando un lugar en el que volver a ser importante. Los contactos con el Valencia existen desde hace una semana tal y como ha reconocido el entorno del malagueño.
La cesión de Cristian Rivero al Alcorcón de la segunda división española está a punto de concretarse. Pese a la mala situación clasificatoria de los alfareros, el gandiense busca una meta en la que asentarse y en la cual poder demostrar las condiciones apuntadas la pasada campaña en los partidos de Copa que disputó. Sin embargo, no es la única salida que queda por resolver.
Manu Vallejo no cuenta para Bordalás. Es una evidencia que se supo este verano y se ha puesto de manifiesto durante la primera vuelta del campeonato. Es por ello que el club le ha estado buscando una salida, a veces incluso en destinos a los que el gaditano no tenía ningún interés en ir. Fue el caso del Wuhan de la liga china (operación que cerró el Valencia con los asiáticos por los tres millones de euros) y que el propio futbolista tumbó. Tampoco accedió a un trueque con Jens Jonsson del Cádiz, ni a otro con Michael Malsa del Levante UD. Sobre la mesa, además del interés del Cádiz, había uno del Alavés (también a préstamo) que le encajaba bastante al futbolista. Sin embargo en las últimas horas, desde Cádiz se anuncia un acercamiento con el futbolista que eseperan cuaje antes del lunes.
Y por último está Maxi Gómez. El uruguayo fue muy claro cuando llegó a Valencia en verano del 2019, venía para jugar la Champions. En este momento el proyecto nada tiene que ver con aquel y el jugador quiere abandonar la disciplina valencianista. Del charrúa quedan 15 millones de euros del traspaso por amortizar, así que por menos de 20 no se van a escuchar ofertas en Mestalla. Ha sonado para equipos como Juve o Fiorentina, pero no parece que el mercado de invierno vaya a ofrecer ofertas de entidad por el futbolista. Si no se mueve en invierno, en verano va a volver a intentarlo. El uno quiere irse, y los otros quieren quitarse la ficha de encima.