VALÈNCIA. Peter Lim ha llamado a Anil Murthy para reunirse con él en Singapur a finales de semana. El objetivo de la reunión se desconoce, pero pese a que desde fuentes próximas al club se habla de la planificación deportiva de la próxima temporada, a nadie escapa que existen una serie de situaciones derivadas de lo ocurrido en los últimos días que pueden condicionar dicho encuentro.
La primera de ellas es la continuidad de Anil Murthy. Tanto por su gestión al frente del club (aunque su línea de actuación está clara desde el primer día y no ha habido nunca ni el más mínimo reproche por parte del máximo accionista), como por las consecuencias de los audios filtrados la pasada semana por Superdeporte. El fragmento de la conversación en el que Murthy tilda a Lim de "aficionado" o "problema", serían argumentos más que de peso para pensar que el presidente del club tendría las horas contadas. El hecho de haber descubierto también la verdadera intención de Meriton de no acabar el Nou Mestalla y llevar a la Generalitat a los tribunales, tampoco le deja en buen lugar. Pero se trata de Lim y de Meriton, y entrando en juego el factor de la voluntad del máximo accionista nada es descartable, ni nada se puede dar por seguro.
Si Lim determina que debe seguir el actual presidente que él escogió para el Valencia, a nadie puede escapar que hay diversos temas sobre la mesa que requieren de una rápida respuesta.
El primero de ellos, los más de 30 millones de euros que el club debe realizar en ventas antes del 30 de junio. Situación que va cogida de la mano con los 65 millones de ventas -en total- que has de hacer en verano. Sin duda este es un tema fundamental por cuanto todo parece abocado a una venta de los jugadores más importantes, situación que incidirá de manera directa en la calidad de la plantilla del equipo de cara a la temporada que viene.
Siguiendo en la vertiente deportiva, se debe decidir la continuidad de José Bordalás en el banquillo valencianista. La distancia entre Meriton y Bordalás se agrandó tras el mercado de invierno. A partir de ahí, Murthy es el primero que ha mostrado en diferentes ocasiones sus discrepancias con el rendimiento que Bordalás le saca a la plantilla, más allá de definir a su entrenador como "un hombre de carácter difícil" y acusarle de jugar la final con un planteamiento timorato, la realidad es que el Valencia ya hace más de un mes que está sondeando el mercado y preguntando por entrenadores por si se da la circunstancia de realizar un cambio llegado el momento. El pasado domingo Plaza Deportiva informó de las consultas hechas por Rui Vitoria, técnico portugués de amplio currículum en el país vecino. Bordalás tampoco es que esté excesivamente a gusto con lo que ve día a día en el club, pero tiene muy claro que él no va a ser quién dé el primer paso para plantear su marcha. La culpa la tienen 700.000 euros.
Hay otros dos temas candentes fuera del apartado estrictamente deportivo: el Nou Mestalla, y la crispación social.
En cuanto al estadio, los últimos audios de Murthy han provocado un cordón sanitario político con respecto a Meriton. Con un proyecto basado únicamente en el dinero que venía desde CVC y con las autoridades reacias a aprobar dicha propuesta, Lim ha perdido el apoyo de una buena parte de Compromís que estaba dispuesta a mostrarse receptiva con el proyecto de los singapurenses. Además (tras los audios en los que Murthy hablaba de llevar a tribunales al Govern) la Generalitat ya ha aplazado "sine die" una reunión prevista con el Valencia CF para puntualizar que mejoras debería presentar el club para que se le aprobara el proyecto, y en unas semanas se ejecutará el expediente de caducidad definitiva de la ATE. Por si esto fuera poco el presidente de Les Corts, Enric Morera (otrora muy favorable a las tesis provenientes de Singapur) pretende impulsar ahora un manifiesto de todos los grupos del arco parlamentario valenciano dirigida al propietario del Valencia, Peter Lim, para trasladarle "un mensaje de recuperación y estabilidad del Valencia".
Y por último se encuentra el clima social. Pese a que no parecen excesivamente preocupados por todo ello, la realidad es que el valencianismo se ha movilizado tres veces en un sólo año en la calle en contra de la gestión de Lim. Cada vez se consiguen imágenes más potentes como la del poste con el cartelón de "Lim Out" delante de la ciudad deportiva de Paterna o la manifestación del sábado con más gente alrededor del estadio que dentro viendo el partido. Estas imágenes han dado la vuelta al mundo llegando a publicaciones de mucho peso como el Washington Post. Dicen que este es el tipo de desgaste reputacional que más puede doler al máximo accionista del Valencia CF. Sin embargo, cierto es que tras las algunas andanadas, también con difusión mundial, Lim sigue todo desde su torre de marfil sin variar el rumbo de sus planes.
Las incógnitas se irán despejando con el paso de las semanas, pero que Lim haya llamado a Murthy tras todo lo ocurrido en los últimos meses en Valencia, es una cita de la que habrá que estar muy pendiente.