VALÈNCIA. (EFE).- El Valencia Basket buscará este sábado ante el Spar Girona cerrar la que sería su primera clasificación para la final de la Liga Femenina, y la posibilidad de optar a la Euroliga, agarrado a su defensa, con el colchón de nueve puntos del encuentro de ida en Fontajau y con el apoyo de una Fonteta que verá ampliado su aforo hasta los quinientos espectadores.
El equipo de Rubén Burgos ha ganado al de Alfred Julbe los tres encuentros ligueros que han disputado hasta ahora pero perdió, y lo hizo por diez puntos, en la final de la Copa de la Reina que disputaron en la Fonteta, un resultado que unido a la calidad del conjunto catalán hace estar en guardia al Valencia.
Burgos ha insistido en que deben olvidarse de los nueve puntos de renta que tienen como ‘basket average’ y que deben tratar de ampliar ese colchón desde que arranque el partido.
En el encuentro en Girona, el equipo valenciano supo sobreponerse a un buen inicio local aumentando su intensidad defensiva y exprimiendo las canastas en transición que pudieron obtener de sus recuperaciones.
Otra de las virtudes del equipo fue que si bien no pudo evitar que Chelsea Gray anotara (la exterior estadounidense hizo 14 puntos) sí que cortocircuitó su relación con sus compañeras (dio dos asistencias y perdió cinco balones) lo que redujo su impacto en el juego.
Además de poder disputar la que sería su primera final, pasar las semifinales es obligado para el Valencia si quiere optar a jugar la Euroliga la próxima campaña.
Ahora mismo, de las dos plazas asignadas a España, hay una que ya es para el Girona por ganar la Copa y la otra es para el campeón de la Liga. Además, si finalmente hubiera una tercera (algo que la FIBA decidirá en mayo) sería en principio para el finalista de la Liga.
Para lograr amarrar esa pase a la final, el Valencia contará con un apoyo algo mayor del que está acostumbrado en las gradas. Las autoridades sanitarias han ampliado hasta 500 espectadores el aforo de la Fonteta por la relajación de las medidas contra el COVID 19 aunque el toque de queda sigue siendo a las 22 horas por lo que los aficionados teóricamente deben abandonar el recinto antes de que se acabe el choque.