El base del Valencia Basket incide en las desconexiones del equipo en algunos momentos de los partidos que pudieron haber costado caro en la victoria de anoche ante el Manresa
VALÈNCIA. El Valencia Basket sacó anoche una importante victoria ante el Baxi Manresa que da oxígeno al equipo tras la derrota contra Baskonia que dejaba el balance en Liga Endesa en 3-4. Ayer, el conjunto que dirige Jaume Ponsarnau se resarció, manteniéndose en posiciones de Copa del Rey, dejando dicho balance en 4-4 y escalando una posición en la tabla hasta ocupar la séptima plaza.
El segundo cuarto ante los catalanes fue probablemente el mejor del Valencia Basket hasta la fecha con un parcial de 32-17. Un colchón que permitió a los taronja mantenerse a flote tras algunos momentos de desconexión en el tercer y el último cuarto. Los visitantes llegaron ponerse hasta a cuatro puntos de diferencia pero no pudieron culminar la remontada.
Sam Van Rossom admitía en vestuarios después del partido esas luces y sombras: "En momentos hemos estado muy bien y en otros menos. En la segunda parte al principio íbamos con +20 y ellos con algo de presión y acierto en los triples han vuelto al partido. Al final nos ha costado un poco pero sacamos la victoria".
El belga incidía en esas desconexiones que en otros partidos costaron la derrota y confesaba que "tenemos que trabajar la concentración" para conseguir mantenerla "concentrados todo el partido aunque vayamos ganando de 15". Y para poder lograrlo, el base también destacó la importancia de mejorar las confianzas de los jugadores: "Es lo mejor para el equipo. Si podemos entrar más y más en la confianza todos nos ayudará tanto en el plan individual como en el del equipo".
En el caso concreto del partido contra Manresa, el equipo llegó alcanzar una diferencia de 23 puntos y Van Rossom aseguró que no es fácil sostener los brazos arriba con tal ventaja. "En principio tenemos que mantener el control del partido. Si ganamos de 20 y en la primera parte de 15 tenemos que seguir apretando y hacer las cosas que estábamos haciendo para llegar a esa ventaja. Creo que hemos perdido el control durante 5-6 minutos y ellos se han metido", explicaba el jugador.
La clave y el camino a seguir fue ese segundo cuarto. El equipo se mostró serio en defensa, provocó abundantes pérdidas de su rival, aumentó el ritmo de su ataque y encontró buenos lanzamientos tras movimiento de balón para ir engrosando el marcador. "Nos facilita el juego. Creo que si jugamos agresivos en defensa podemos pararles para que no anoten y nosotros podemos correr", indicaba Van Rossom.
El base descartó que esta victoria fuera un punto de inflexión y que sirviera para empezar a mirar en el horizonte a la Copa del Rey, pues "esto va paso a paso, partido a partido". El jugador recordó que "ahora tenemos que pensar en el partido del miércoles y del sábado en Tenerife" para los que tienen que empezar ya a trabajar.
El primero, ante el Turk Telekom de Eurocup, Van Rossom explicaba que "vienen de ganar tres partidos seguidos así que están en un buen momento. Un partido difícil que queremos ganar porque queremos seguir peleando para el primer puesto y tenemos que ganarlo".
Aunque el jugador quiso quitarle hierro al asunto, lo cierto es que la victoria de anoche permitió respirar apaciblemente a la Fonteta. El Valencia Basket ya puede empezar a mirar hacia arriba.