¿Y después de Parejo?

Parejo, eso es cierto, fue creciendo poco a poco hasta convertirse en capitán del grupo y en el capitán del equipo. Ahora bien, siempre le faltó algo, un algo que tiene mucho más que ver con su cabeza que con sus botas. Sus botas saben jugar de cine a fútbol...

16/12/2016 - 

VALENCIA. Está decidido. La marcha de Parejo es sólo cuestión de días y de comprador. Peter Lim y Prandelli no confían en el medio centro español y le han puesto el cartel de transferible. Él no sabe nada -al menos hasta ayer por la mañana- pero indudablemente la decisión más firme que se tomó en tierras valencianistas -y por tierras valencianistas entiendan en Singapur- fue la de quitarse de en medio al centrocampista con más calidad de la plantilla, al sacador de todas las faltas, al lanzador de penaltis y al tirador de todo tipo de corners. Quiero decir con esto que el Valencia pretende quitarse a un tipo realmente importante en los esquemas de la entidad... aunque tiene un carácter que resta mucho más que suma.

CUANDO LLEGÓ

Cuando Parejo fichó por el Valencia dejó claras muestras de su condición de tipo especial, un poco rarete. Parejo tenía -y tiene- un montón de calidad pero la cabeza siempre le ha jugado malas pasadas. Para ser francos a Parejo le daba una especie de miedo -o llámenlo como quieran- jugar en el viejo coliseo de Mestalla y por eso su papel inicial en el Valencia le ganó la enemistad del personal y su candidatura clara a ocupar plaza de suplente en el equipo. Parejo era mucho... pero su escaso carácter y cara de aburrido no integrado siempre vencía a su calidad como futbolista. Parejo empezó mal por estas tierras e incluso parecía un tipo prescindible.

FUE CRECIENDO

Poco a poco Parejo se fue reponiendo y comenzó a ganarse a la grada de Mestalla. El juego del Valencia comenzó a pasar por sus botas y sobre Parejo existe algo indiscutible: jugar juega muy bien a fútbol... pero sigue teniendo una  cabeza débil, impropia para un jefe de grupo, para un organizador de todo el fútbol del Valencia en el centro del campo. Parejo, eso es cierto, fue creciendo poco a poco hasta convertirse en capitán del grupo y en el capitán del equipo. Ahora bien, siempre le faltó algo, un algo que tiene mucho más que ver con su cabeza que con sus botas. Sus botas saben jugar de cine a fútbol... y su cabeza no suele acompañarle en las batallas. No es un triunfador... pero sí un futbolista importante.

SU SUSTITUTO

Bien, ahora la decisión tomada en la capital valenciana -Singapur, recuerden- es la de quitarse de la plantilla a Parejo supongo que pensando que su traspaso puede suponer unos ingresos extraordinarios para rehacer una plantilla realmente descabezada. Perder a Parejo no es grave... pero siempre que su recambio sea un recambio de altura, de buen futbolista, de dominador del balón y de saber lanzar el juego del equipo. Me refiero que hacer dinero vendiendo a Parejo puede estar bien... pero sería un pecado si su recambio no está suficientemente estipulado ni preparado.

EL FUTURO

Yo sí veo a un Valencia sin Parejo pero especialmente veo a un Valencia sin un lastre de escaso carácter pero sí de mucho fútbol. Y me centro en eso. A Parejo no se le cambia simplemente por hacer caja. La vez que fue sustituido por Prandelli este año el equipo se vino abajo y perdió los papeles. Ahora se trata de venderlo, no de mandarlo al banquillo. Ahora bien, si te quitas a Parejo tiene que ser a cambio de alguien que organice el centro del campo, que lance las faltas, que tire los corners, que marque los penaltis... y sí, yo vendería a Parejo pero invertiría ese dinero en un tipo de futbolista parecido pero sin carácter escaso como es el casi de Dani. Y luego sí, delantero centro, lateral izquierdo, otro centrocampista... pufff, un lío absoluto que debería otorgar tranquilidad al Valencia si se hace todo bien. Pero hay que hacerlo bien. Veremos.