Baraja se adapta: lo de Rafa Mir en la derecha no fue accidental 

VALÈNCIA. El último amistoso de pretemporada antes de descorchar la liga ante el FC Barcelona presentó una llamativa decisión táctica del entrenador del Valencia CF, Rubén Baraja, respecto al sistema de juego y a la posición de Rafa Mir. Ni el 1-4-4-2 fue tan rígido ni el de Cartagena fue el delantero grandote y referencial que se repartía el frente de ataque con Hugo Duro.

Por primera vez durante las pruebas previas al inicio de liga, el entrenador mostró a Rafa Mir en el costado derecho en un sistema de juego moldeable, que dibujaba un 1-4-5-1 en fase defensiva y un 1-4-4-2 en ataque según el equipo estaba replegado y salía a la contra o tenía la posesión del balón; El dibujo se volvía asimétrico cuando uno de los dos laterales se impulsaba por su carril.

Con el equipo defendiendo y el rival en ataque organizado, Rafa Mir y André Almeida se metían junto a los dos jugadores de banda y los mediocentros, formando una línea de cinco. Con el bloque medio/bajo corriendo al contragolpe, Rafa Mir partía desde el costado derecho y André Almeida se posicionaba como segunda punta. Y con el equipo en posesión de balón y en ataque organizado canalizado, Thierry Rendall se proyectaba por fuera en el carril derecho, André Almeida ocupaba el espacio a espaldas de los mediocentros rivales y Rafa Mir se juntaba con Duro para recibir el centro del portugués o de Jesús Vázquez desde la izquierda.

Con Mir en la derecha, Baraja busca aprovechar la potencia y la zancada del delantero para atacar el espacio cuando el equipo sale al contraataque. Mir no puede desenvolverse ahí en ataque organizado canalizado porque el uno contra uno no es fuerte, pero, en cambio, es ideal para morder el espacio al contragolpe. Su envergadura y su físico es perfecto para imponerse a los laterales contrarios por velocidad. El primer tanto del duelo ante el Eintracht, su primera diana en su regreso a Mestalla, es el ejemplo perfecto de lo que buscaba el técnico con Mir en ese flanco. Y salió bien.

La decisión táctica de Baraja, además, permite aprovechar a futbolistas que en el 1-4-4-2 rígido tienen más problemas para entrar en el once como Javi Guerra y André Almeida. Con Mir en un costado, Almeida, que fue el titular en el Naranja, puede juntarse con Pepelu y Guillamón en el centro del campo y el equipo jugar con tres por dentro para generar superioridad.

Rafa Mir, que no es el típico delantero que se siente cómodo jugando de espaldas y aguantando el balón, agradeció la decisión de su entrenador de caer al costado derecho. El cartagenero interpretó bien el rol que le dio el técnico de caer a banda o juntarse con Duro en punta cuando lo requería el momento del partido.

Recurso para la temporada

Planteando este recurso de entrenador, Baraja se adaptó a las bajas de Diego López, Sergi Canós y Fran Pérez y, al mismo tiempo, a la ausencia de refuerzos para esa demarcación. El otro delantero, Dani Gómez, también puede tener, por sus condiciones, ese rol en algún momento de la temporada. 

Con una plantilla que volverá a ser corta en activos importantes y que plantea numerosas incógnitas en cuanto a su confección real hasta el cierre del mercado, Baraja trabaja para aprovechar sus escasos recursos y el de Mir que observamos en el Naranja es uno de ellos.

El técnico del Valencia valoraba la opción de Rafa Mir cayendo a la derecha desde que el punta llegó a la plantilla. Baraja ya empleó a Mir en esa posición cuando ambos coincidieron en el juvenil. El argumento de Mir en banda, más que un parche o una solución desesperada o de urgencia, es una opción ante inconvenientes como bajas, lesiones o falta de recursos, y, al mismo tiempo, una alternativa para enfrentar a determinados rivales.