El arranque liguero del Valencia CF hace que los nervios empiecen a aflorar en el seno del club. Todavía no se ha llegado a una situación límite pero los resultados deben cambiar ya. Pako confía en revertir la situación
VALENCIA. Una calma tensa. Esa es la situación actual que se vive en las oficinas del Valencia CF. La derrota ante el Betis fue más dura que las dos primeras ante Las Palmas y el Eibar y en el club empiezan a mirar con preocupación a la tabla clasificatoria.
El parón de selecciones unido al final de mercado con los refuerzos llegados en los últimos días había estimulado a la afición y también a los dirigentes que veían el partido ante el Betis como ideal para empezar a revertir el mal inicio liguero, pero la situación fue la contraria, el peor partido de los tres disputados y una nueva derrota en los instantes finales.
El Valencia suma cero puntos de nueve y la situación se ha situado en alerta naranja. Todavía no se ha llegado a encender todas las alarmas pero se empieza a mirar con preocupación la falta de resultados, por ello se ve el encuentro de San Mamés del próximo domingo como un punto de inflexión.
Pako Ayestarán, que se reunió este lunes con el director deportivo y la presidenta del club, esta confiado en sacar la situación adelante y en conseguir el triunfo en 'la Catedral' para empezar a revertir la situación. Como bien manifestó tras el choque ante el Betis, las dudas no han llegado al vestuario y el técnico sigue confiando en lograr los objetivos marcados.
El choque ante el Athletic, en un campo importante, puede suponer el inicio de la recuperación del Valencia CF, por lo que supondría conseguir el triunfo en un escenario complicado y ante un rival que debe pelear por los mismos objetivos que los de Mestalla.
En la temporada 1999-2000, la primera de Cúper, el inicio fue todavía peor sumando un punto de quince y la primera victoria llegó ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en la jornada seis. Esto lanzó al equipo que terminó la temporada tercero y en la final de la Champions.
Ese punto de inflexión que supuso la victoria en el Bernabéu para Cúper, se espera que sea San Mamés para el Valencia. Las alarmas todavía no se han disparado, pero el propio Ayestarán es consciente que los resultados mandan en el fútbol y los suyos no están siendo nada buenos.