VALÈNCIA. La tercera edición del Campus de Tecnificación Femenina ha vuelto a demostrar la creciente apuesta por el alto nivel de formación que se ofrece en esta actividad. De nuevo los dos turnos llenos, con una amplia lista de espera y sobre todo satisfacción al final como mejor forma de medir el trabajo.
En un año en el que se han puesto en marcha nuevas iniciativas como el trabajo con L’Alqueria LAB, con el que se han realizado pruebas de valoración funcional a todas las participantes con el objetivo de detectar posibles alteraciones biomecánicas, y se han repetido las habituales sesiones de trabajo en la casa del baloncesto europeo de formación, hasta 60 niñas, el máximo posible, han vuelto a elegir mejorar sus habilidades con los mejores entrenadores.
Josep Gómez y Jordi Vizcaíno han repetido experiencia como técnicos. “Es una suerte, venimos de una situación complicada y apostar por seguir creciendo y mejorando es un lujo y una suerte. Las niñas trabajando muchísimo como siempre al detalle y con el objetivo de seguir creciendo. La valoración es muy positiva” decía el técnico de formación del Barça.
“Esto ratifica las dos primeras ediciones. La gente cree en esta semana de trabajo, en cómo lo hacemos, y en nuestro método. Hemos tenido más niñas que en anteriores ediciones así que contento por la proyección del Campus en sí y la intención de las niñas de volver un año más” decía el técnico de AE Bàsquet Maresme Boet Mataró 3 Viles. “Estamos muy felices, se han quedado casi 15 personas por turno fuera. El campus sigue creciendo, el boca a boca sigue funcionando de cómo se trabaja y mejoran las jugadoras, hemos tenido gente de Zaragoza, Madrid, Cataluña, etc. y todas creciendo” dice Manolo Real, Director del Campus.
Otra de las novedades de este año ha sido poder contar con dos jugadoras de Liga Femenina 2 al servicio de las inscritas. La ex taronja Virginia Sáez y la catalana Olga Ruano, también han disfrutado la actividad. “En un Campus como este, en todos los entrenamientos que hacemos siempre viene bien tener a alguien que ha pasado lo mismo que tú para ayudarte o aconsejarte. Intentamos estar con ellas e involucrarnos” dice Virginia. Para Olga era su primera experiencia. “Ha sido especial, es una oportunidad para ellas de compartir momentos, entrenamientos de mucho nivel, mañana y tarde, es como una pretemporada muy intensa, una experiencia muy positiva” decía.
Aunque ninguna voz más autorizada que la de las propias participantes. “Es una experiencia única. Es diferente, entrenamos muchas horas, es muy serio y trabajamos mucho la técnica individual” dice Paula García, jugadora llegada de Barcelona. “Es especial, no es como los demás en los que he estado. Se trabaja más para la mejora de la técnica individual y eso lo puedes poner en práctica en tu equipo” refrenda Elena González, que procede de Málaga. Un trabajo más específico y productivo, que bien vale el viaje desde cualquier punto.