VALÈNCIA. El Levante Femenino empieza este fin de semana en Logroño la Primera Iberdrola con el objetivo, aunque convertido casi en una obligación, de conseguir la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones y para eso se ha reforzado en todas las líneas.
Después de haber fallado en las dos últimas campañas, en las que intentó acercarse al Barcelona y al Atlético de Madrid, el hecho de que ahora sean los tres primeros equipos los que se clasifiquen para la máxima competición continental deja al Levante con la posibilidad, más asequible, de acabar tercero.
El Levante se ha reforzado este verano con la llegada de siete nuevos fichajes: María Valenzuela, María Méndez, Sandie Toletti, Irene Guerrero, Carol Férez, Viola Calligaris y Aldana Cometti.
Además, la dirección deportiva del equipo ha garantizado la continuidad de las internacionales Banini, Paraluta y Alba Redondo y ha sido capaz de retener una temporada más a Eva Navarro tras varios meses de negociaciones y cuando se daba por hecho que se marcharía.
La andaluza María Pry afronta su segunda campaña en el banquillo del Levante, aunque la pasada no pudo completarla por la pandemia, así que tendrá una nueva oportunidad de implantar su filosofía de juego sobre el campo.
En un gesto claro por seguir formando futbolistas de la cantera, las jugadoras del filial Andrea Palacios, Nuria Martínez y Paula Tomás pasarán a formar parte del primer equipo y la entrenadora María Pry recupera, tras un año lesionada en la rodilla, a la defensa Lucía Gómez.
El único amistoso disputado durante la pretemporada acabó con victoria del Levante ante el Valencia por 2-3, mientras que uno de los nuevos fichajes, la suiza Calligaris, se perderá el inicio de la competición al sufrir recientemente una fractura del radio distal del brazo izquierdo en un partido con su selección.