VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF- Real Valladolid:
MANOLO MONTALT
Podemos seguir pensando en la mala suerte, podemos seguir pensando en la falta de gol, podemos seguir pensando en que esto da para un programa de Cuarto Milenio, pero cuando consigues 4 victorias en liga en 19 jornadas es que hay muchas cosas que no se están haciendo bien en el banquillo, pero tambien en el terreno de juego. Y pese a todo ello, hay que tirar a tierra el monumento a la afición y hacer otro más grande. El apoyo de Mestalla fue enorme. Espero que ningún indocumentado vuelva a sacar el manido y falso tópico de la paciencia del valencianismo con sus jugadores y entrenadores porque demostrará su desconocimiento y su ignorancia. Pero ya se sabe que esta última (la ignorancia) es muy osada.
ALBERTO SANTAMARÍA
El colmo de la mala suerte. Entiendo que a estas alturas valga de poco, pero visto lo visto ayer es difícil hacer más méritos para ganar un partido. El Valladolid solo lanzó una vez entre palos, fue desde 30 metros y acabó en la escuadra. Y antes un penalti, un chut sin portero y un dominio total que apenas sirve para sumar un punto. El equipo quiere. Ha querido y sigue queriendo. Incluso cuando no sale nada. El abrazo de Parejo con el míster y el perdón instantáneo de Rodrigo tras fallar el penalti habla bien a las claras de que el vestuario no quiere cargarse a Marcelino. Y yo, tampoco. He dicho.
JOSEP LIZONDO
El Disgrace United ataca de nuevo. Lo de este año no se explica. Ganas cuando no lo mereces. Pierdes cuando mereces ganar... Lo que sí tengo claro es que si esta plantilla quiere cargarse al entrenador lo disimula muy bien. Siempre que tuvo la cohartada en bandeja dio un paso adelante. Hoy dos que no son un cualquiera han hecho una ratificación pública. Parejo celebrando el gol con Marcelino y Rodrigo en la tele tras acabar el partido. Si tiene arreglo o no es otro misterio. Las cabezas siguen mal. Tipos como Soler en lugar de ir hacia delante involucionan. Habrá que hacerse a la idea. Al menos ya tenemos un patrón definido para saber cómo irá cada partido. Cuando se hagan méritos para ganar hay que acojonarse, empate o derrota segura.
VICENT MOLINS
Cuando ya cada partido es una trinchera y nos conformamos con detener la hemorragia. Entonces el reconocimiento de un equipo que, oh milagro, hizo muchos más méritos que el Valladolid para ganar. Pero los gestos desquiciados, la imposibilidad para cerrar un partido, hacen que cada error suponga una pena fatal. Atisbos de recuperación, bien pocos, tan solo un puñado de jugadores repletos de bastante orgullo por salir de ésta, pero con escasos argumentos futbolísticos.
VICENTE BAU
Seré sincero. Yo por el partido de ayer no me cargaba a Marcelino. Volvimos a empatar pero yo vi un equipo con ganas pero sin acierto, incluido ese raro penalti no lanzado por Parejo y sí no culminado por un sorprendente Rodrigo que erró de forma lamentable. El Valladolid sólo ofreció ese golazo de falta que ofertó injustamente el empate final, pero pese a todo el Valencia no supo aprovechar, como siempre, las ocasiones de que disfruta. El empate final deja al Valencia en una situación más delicada que antes y pese a todo sí cabe destacar el enorme apoyo de una afición incombustible.
PACO GISBERT
Podríamos pensar que la fórmula para ganar partidos es jugar rematadamente mal y tentar la suerte en un descuento alocado. Pasó el día del Huesca y del Sevilla, cuando el València mereció perder y acabó ganando y empatando, y, al revés, pasó contra Éibar, Girona y Valladolid, hoy, cuando mereció la victoria por juego y ocasiones y terminó sin ganar. Es difícil sacar conclusiones en un partido en el que fallas un penalti y cuatro ocasiones claras, en el que el contrario solo te chuta una vez y te marca desde 30 metros, y en el que lo normal cualquier otro año habría sido golear. Pero este no es un año normal, es el año del Centenagrio.