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Crónica de un mercado anunciado
5/10/2020 -
VALÈNCIA. Crónica de un mercado anunciado. Ese es el sentimiento que me desprenden los movimientos del Valencia CF hasta que durante la jornada de ayer se cerró la ventana de fichajes. El Valencia no ha dado la sensación en ningún momento de hacer un esfuerzo por nadie. Esa es la realidad. Muchísimas operaciones han llegado a las oficinas, ajustándose a los parámetros que exigía Peter Lim en su política de desinversión, pero creo que la premisa del máximo accionista era no invertir mientras hubiese un desajuste en el Fair Play Financiero.
Mi reflexión es que Meriton ha sido víctima de su propia arrogancia. Evidentemente no ha sido un mercado normal, los clubes han estado muy mermados económicamente y lo que parecía que iba a ser un mercado de trueque o intercambio de piezas no ha sido más que una utopía. Los clubes han tenido una estrategia conservadora y han optado por aguantar las piezas antes que hacer permutas que puedan ser contraproducentes en un futuro.
Dicho esto, Meriton volvió a pecar de soberbia. De pensar que el fútbol es cuadriculado o que es una mera empresa. Habló a través de Batzine con una contundencia que invitaba al fracaso. Limpieza de vestuario, jugadores mayores con grandes salarios y propensos a lesionarse y que mínimo se preveían doce salidas. Pero no todo es lo que uno quiere. El mismo Batzine que hablaba de una gran venta de Ferran al restarle un año de contrato, podría hacerlo de un Valencia que ha sido incapaz de sacar a los jugadores que quería. A esos que había ninguneado.
Cillessen, Gameiro y Cheryshev estaban en la 'lista negra' desde que acabó la temporada, pero les ha salido 'rana'. Su plan era dar salida a jugadores que habrían liberado una masa salarial tan importante que igual hubiese cambiado el panorama. Pero pese a los mensajes de intentarlo hasta el final, si la propuesta de Murillo como cedido no se cerró, se me antojaba casi imposible que llegara nadie sin salidas. La situación de Kondogbia y su futuro era una posibilidad, pero sin bajas el último día, los fichajes eran casi imposibles, por no decir otra cosa. Y Javi Gracia flipando en colores, con toda la razón.
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