Directores deportivos

VALÈNCIA. Inmersos en la Eurocopa el tema estrella del verano futbolístico se pospone durante unos días, justo el tiempo de permanencia de España en esa competición, y en este sentido ojalá se dilate en el tiempo. Pero más antes que después se va a comenzar a hablar de fichajes, altas y bajas en los diferentes clubes. 

El mercado no está para fiestas porque la mayoría de arcas están cantando la célebre canción de Antonio Machín , "Ansiedad". No hay "cash", y las entidades deben hacer encajes de bolillos para que el toro del Fair Play Financiero no les embista peligrosamente. La UEFA controla de cerca los movimientos de los equipos y las sanciones a los infractores son severas y en muchas ocasiones inapelables. 

La FIFA y su sucursal la UEFA son las dueñas del fútbol y si no que se lo pregunten a Real Madrid, FC Barcelona o Juventus de Turín, todos ellos bajo una seria amenaza de ser expedientados disciplinariamente por parte de ambos organismos.En este contexto las miradas de aficionados y medios de comunicación se dirigen a los departamentos técnicos de los clubes y más concretamente a la figura del Director Deportivo, otrora Secretario Técnico, como responsable casi único de todo el trasiego de jugadores que se va a producir tanto en el capítulo de altas como de bajas. 

Los equipos, todos, necesitan mejorar y eso teóricamente se obtiene elevando el nivel medio de la plantilla. En mi opinión obviamente, existe una equivocada percepción de la realidad en cuanto a la figura de los directores deportivos y sus responsabilidades dentro del organigrama de cualquier entidad futbolística. En general abunda la idea de que quien ostenta ese cargo es quien decide todo lo relacionado con asuntos técnicos dentro del club, y si un determinado jugador viene o se va. 

Y no es así, al menos en la mayoría  de ocasiones en que lo he presenciado algunas veces desde dentro y otras desde fuera, por informaciones recibidas. La última palabra la tiene siempre el Consejo de Administración de la entidad o en el caso concreto del Valencia Club de Fútbol su propio actual dueño Peter Lim. El Director Deportivo en el mejor de los casos es un elemento consultivo, a veces ni eso y son quienes han de poner el dinero los que pronuncian el veredicto final un simple monosílabo si o no. Proponer si, decidir no, esa es la auténtica función real de quienes ostentan tan rimbombante cargo, Director Deportivo.