VALÈNCIA. Encallado en el mercado, el Valencia se ha decidido por recuperar a Cristiano Piccini, un activo que está depreciándose en el Atalanta de Bérgamo. A falta de jugadores que refuercen la parcela central de la defensa o el mediocentro defensivo, prioridades para Javi Gracia, la dirección deportiva que encabeza el presidente, Anil Murthy, ha decidido traer otro efectivo para el lateral derecho.
Sin músculo económico para conseguir la cesión de un '6' de garantías que equilibraría el centro del campo, el Valencia cambia sus pasos en el mercado y trabaja en la vuelta del lateral derecho que es de su propiedad. La operación, que no está cerrada todavía, cuadrará si no hay pago de por medio para el Atalanta, algo que es factible porque los italianos quieren deshacerse de Piccini.
El regreso de Cristiano Piccini es una decisión de Anil Murthy, que lleva cerca de un mes recibiendo llamadas del jugador y del despacho de su agente Stefano Castagna, en las que trataban de convencerlo para que accediera a recuperar al futbolista.
El Valencia era contrario a repescar a Piccini hace un tiempo. Su ficha, la cláusula de penalización a pagar por romper el acuerdo de cesión antes del final de la temporada, y las dudas, basadas en informes médicos, sobre el rendimiento del jugador, eran factores que no aconsejaban su retorno.
En la última semana la situación ha cambiado. Ante la imposibilidad de traer a otros jugadores para reforzar la defensa y la línea medular, el club negocia con la Atalanta para romper el contrato de cesión sin pagar penalización. La argumentación oficial es que Piccini es un jugador propio que está devaluándose en Italia sin jugar y que en la plantilla vendría a competir con Correia y liberaría a Wass para jugar en el centro del campo, bien en la banda, bien como pivote. De esta manera, el Valencia, si no consigue traer otro jugador entiende que con el italiano habría reforzado dos posiciones con una sola incorporación.
Pese a que las dudas sobre su estado físico continúan, en el club consideran que para que no juegue en Italia es preferible que vuelva a Valencia y se ponga a trabajar a la órdenes de Javi Gracia, por si puede ser útil.
La cesión de Piccini ha sido una operación fracasada del Valencia en la pasada ventana de fichajes. El lateral apenas ha jugado tras superar dos operaciones. La primera, el 29 de agosto de 2019 tras la fractura de rótula que sufrió un día antes entrenando en Paterna. Y la segunda, el 19 de mayo de 2020, en la que le retiraron el material con el que le habían reconstruido la rótula el verano anterior.
Reapareció con la camiseta del Valencia el 22 de agosto del año pasado frente al CD Castellón, y Javi Gracia lo testó durante la pretemporada en Paterna. En el club recelaban respecto a su estado físico y a su recuperación y lo pusieron en el mercado. Su ficha, en un Valencia en plena vorágine de recortes salariales, también era prescindible.
Javi Gracia, dentro de las peticiones que le hizo a la secretaría técnica nada más llegar, pidió reforzar el lateral derecho. El club, en cambio, pese a que sabía que no iba a traer a nadie para sustituirlo, envió a Piccini a la Atalanta sin cobrar por la cesión.
En Italia, el técnico de 'La Dea', Gian Piero Gasperini, que le ha dicho al club de Bérgamo que lo saquen de la plantilla en este mercado, lo ha ignorado todo el curso. Los problemas físicos de Piccini y su rendimiento en los entrenamientos han impulsado a Gasperini a prescindir del jugador del Valencia.
Después de estar siete semanas fuera de la convocatoria, Piccini reapareció en la octava fecha del campeonato italiano ante el modesto Spezia Calcio. Apareció en el campo para sustituir a Depaoli, que se lesionó, y jugó 59 minutos. Los cinco siguientes partidos, dos de liga y tres de Liga de Campeones, estuvo en el banquillo. Desde su última convocatoria, el 13 de diciembre ante la Fiorentina, no ha vuelto a una citación en los siguientes nueve partidos del equipo.