El Valencia CF de Voro encadena dos victorias consecutivas en Liga y sale de los puestos de descenso pensando en el compromiso ante el Atlético el próximo domingo en el estadio de Mestalla
VALENCIA. Voro le ha cambiado la cara al Valencia CF y la situación en la tabla en apenas tres días. Con decisiones lógicas, un sistema más parecido al que utilizaría cualquier entrenador en apuros, juntando las líneas, tratando de ser efectivo y no preciosista, el entrenador valenciano ha vuelto a sacar de un problema a la entidad en otro ejercicio de profesionalidad y valentía al servicio de la entidad.
El Valencia CF visitaba por primera vez en su historia el estadio de Butarque y al Leganés en competición oficial. Lo hacía en la sexta jornada de la Liga tras haber cosechado tres únicos puntos en las anteriores cinco jornadas. Es decir, llegaba muy necesitado al estadio del recién ascendido equipo madrileño.
Muchos fueron los aficionados valencianistas que se desplazaron hasta Leganés para apoyar al equipo. Alrededor de unos 600 aficionados blanquinegros fueron los que empujaron a su equipo en Butarque y vieron la segunda victoria consecutiva en Liga.
El equipo salió dormido al encuentro y los 'pepineros' demostraron la ilusión que les hace estrenar categoría con unos primeros veinte minutos de control y llegadas sin mucho peligro sobre la portería de Alves. Sin embargo, no necesitaron errar mucho porque en el primer despiste gordo en defensa, por desgracia ya es costumbre en este Valencia CF, Szymanowski remató a la red un centro de Omar. Gayá se durmió en la marca y Montoya directamente no estuvo y dejó a placer al argentino para fusilar el primer tanto con la cabeza.
Desde el gol el equipo de Voro pasó los peores momentos del partido. El balón quemaba y el Leganés se vio vencedor de la batalla y se fue a buscar ampliar la renta. Pero ahí apareció la suerte. Una suerte buscada y perseguida por Rodrigo y Nani. El brasileño peleó con fe un balón atrás de la defensa blanquiazul y consiguió tocar la pelota antes que el guardameta Serantes, este no pudo blocar el cuero y el rechazo le cayó en las botas al luso Nani. El portugués no se puso nervioso, pese a tener a dos defensas bajo palos, vio el hueco en el palo largo y con mucha frialdad y calidad empató el partido. Ese gol lo cambió todo. Los blanquiazules acusaron el tanto y los valencianistas empezaron a creer en su victoria.
El segundo acto comenzó con el Valencia CF teniendo muy claro lo que quería y como lo quería. Sabía que iba a tener que pelear y correr tanto con el Leganés para llevarse los puntos y lo hizo. Nani tiró del carro en ataque. Fue el mejor valencianista sobre el césped de Butarque y demostró que tiene una marcha más y un salto de calidad en ataque que necesitan el equipo blanquinegro.
El segundo tanto llegó con un córner botado por Nani en corto. Gayá le devolvió el balón a luso y este dribló a su par para quedarse en ventaja y meter un balón al área que Mario Suárez envió a la red. Primer gol del centrocampista con la camiseta valencianista y primera remontada del equipo de Mestalla fuera de casa desde el pasado 2 de marzo en Málaga. Después del gol de Suárez los pepineros apretaron pero sin suerte.
Szymanowski volvió a encontrarle el hueco a la defensa de Montoya y esta vez su cabezazo franco se marchó desviado, igual que un remate desde la frontal que se perdió desviado por poco. Sin embargo, el gran susto llegó tras un penalti incomprensible cometido por Diego Alves. El brasileño se confió en una salida aérea y terminó arrollando al delantero del Leganés. El desenlace final del lanzamiento del penalti pudiera hacer pensar que el brasileño sabía que iba a pararlo pero la concesión pudo costar un disgusto pero Alves lo paró. Como el 43% de los penaltis que le han lanzado en la Liga española. Con el penalti parado en Butarque, Alves ya es el mejor portero de la historia de la Liga en esa faceta.
El Valencia CF también perdonó el tercer tanto en varias ocasiones. Parejo, Gayá, Munir, etc. tuvieron las salidas más claras pero no pudieron matar el partido para vivir un final tranquilo. Es posible que de la situación que tenía el equipo de Mestalla hasta el pasado jueves sólo se pueda salir sufriendo y ganando por la mínima. El juego no fue brillante pero los tres puntos volaron hacia Valencia y eso es sin duda la mejor noticia para un equipo que empezaba a dar síntomas muy preocupantes y que ahora encarará el choque ante el Atlético de la próxima semana con la moral alta y el ánimo recuperado.