VALENCIA. El Valencia CF vendió el pasado verano jugadores por valor de 107 millones de euros y compró por 36,5 millones. Habitualmente tanto las ventas como las compras se realizan con pagos aplazados y repartidos en varias fechas de pago.
Sin embargo, este verano el club de Mestalla tuvo que hacer dos fichajes que se tuvieron que pagar al contado. Uno fue Nani, que tenía una cláusula de rescisión de 8,5 millones para salir del Fenerbahçe y que había que abonar antes del 30 de junio porque luego desaparecía esa cantidad y había que negociar con los turcos. El club de Mestalla alcanzó un acuerdo con el futbolista que fue lo más complejo por el alto caché del portugués y abonó los 8,5 millones al Fenerbahçe para liberar al futbolista del compromiso con el club turco y poder ficharlo.
El fichaje de Nani se tuvo que pagar al contado y parecía que sería el único fichaje que llegaría a Mestalla en esas condiciones pero no fue así. En los últimos diez días de agosto el Valencia CF entabló negociación con el Zenit ruso para fichar a Ezequiel Garay porque iba a traspasar a Mustafi al Arsenal.
Los rusos tenían una propuesta del Chelsea, Abramovich se desplazó hasta San Petersburgo a cerrar el fichaje, que ofrecían más dinero que el Valencia CF y principalmente el atractivo de la propuesta era que hacían un primer pago en cash muy alto. Los rusos exigieron al club de Mestalla ese pago al contado altísimo si querían a Garay y la operación estuvo a punto de romperse. Finalmente, después de haber vendido a Mustafi por 41 millones al Arsenal el club de Mestalla se vio obligado a aceptar las condiciones que puso el Zenit y fichó a Garay.
Eso sí, para ficharle tuvo que hacer un pago al contado de 18 millones de euros. Una cantidad altísima y que rara vez se paga en un único pago en un fichaje que está valorado en unos 25 millones de euros.
La propia presidenta del club de Mestalla, Lay Hoon Chan, reconoció el pasado viernes en la junta general de accionistas, que tuvieron que pagar esas cantidades y que como el club no disponía de tesorería para hacerlo hubo que echar mano de 26 millones de la línea de crédito de 80 millones de euros que Meriton puso a disposición del club el pasado año. La segunda tras una primera de 100 que fue capitalizada.