VALÈNCIA. Liderazgo, polivalencia, velocidad, resistencia y pasión a la hora de competir. Esas son las coordenadas que definen a Alessandro Florenzi (Vitinia, Roma - 1991), nuevo fichaje del Valencia CF en este mercado de invierno. Con la llegada del italiano, el conjunto de Mestalla cierra la incorporación de un gladiador, un fundamentalista del trabajo, de sangre caliente y mentalidad ganadora que se presenta como garantía de rendimiento constante prácticamente en cualquier posición. Criado como extremo en Trigoria y rematado en su formación como mediocentro, este romano de 28 años se ha convertido en un jugador de trayectoria reconocida en el panorama europeo en la posición de lateral derecho desde que lo proyectó como tal Leonardo Menichini y llega para potenciar la competencia interna en esa demarcación.
Su trayectoria hasta aterrizar en Mestalla ha estado marcada siempre por su sentimiento romanista, al punto que conoció a su mujer en el Olímpico de Roma. Como Totti o De Rossi, Florenzi fue ‘tifosi’ antes de llevar en el pecho el escudo de la AS Roma y su historia en el equipo capitalino toma cuerpo en los detalles. Capitán desde la base, debutó en el primer equipo sustituyendo a Totti (2011), lució por primera vez el brazalete de capitán ante el eterno rival (SS Lazio) y pasó a formar parte de esa selecta dinastía de líderes naturales al heredar la capitanía ‘de facto’ tras la marcha de De Rossi a Boca Juniors. Desde que su llegada a las categorías inferiores a los 11 años solo se ha puesto otra camiseta distinta a la de ‘La Loba’, la del FC Crotone, adonde llegó en la 11.12 para hacerse futbolista en un año clave de su carrera, en el que además de ampliar registros marcó 11 goles y fue nombrado ‘mejor joven’ de la Serie B.
Considerado uno de los mejores talentos de su generación, Florenzi no ha dejado de crecer como futbolista a medida que ha ido quemando etapas. Primero se ganó un sitio en el primer equipo de la AS Roma, después se convirtió en un jugador con peso específico, heredó la capitanía y tras quedarse a las puertas de conquistar la EURO Sub-21 de Israel (perdió la gran final ante la España de Rodrigo), alcanzó la ‘Nazionale’. Desde su debut a las órdenes de Cesare Prandelli con 21 años, el valencianista ha jugado 35 partidos con la selección absoluta italiana y su versatilidad, un auténtico lujo para cualquier entrenador, lo convirtió en un hombre importante para Antonio Conte durante la disputa de la EURO de Francia en 2016: jugó en tres posiciones distintas, algo destacable en un torneo tan corto, y salvo el primer partido de la fase de grupos siempre fue titular hasta que Italia fue eliminada en cuartos de final.
Su persistencia, su personalidad competitiva y su polivalencia lo acreditan como un jugador de alto nivel, pero curiosamente no fue eso lo que le hizo dar la vuelta al mundo sino su gol al FC Barcelona desde el centro del campo en un partido de la Champions 15.16. La portería rival quedaba a más de 40 metros de distancia, pero nada más rebasar la línea del centro del campo Florenzi oteó el horizonte, vio a Ter Stegen adelantado y marcó el gol de su vida. Aquel ‘misil’ fue votado como mejor gol de la fase de grupos de esa edición de la Champions y fue nominado también al Premio Puskas que otorga cada año la FIFA. De Rossi no escatimó en elogios: “Puede convertirse en el mejor lateral del mundo”. Florenzi acumula más de 30 partidos en la Champions, llega al Valencia CF para afrontar su primera experiencia fuera de Italia y lo hace con ganas de aportar su granito de arena a un bloque campeón que apunta a cotas muy altas en esta temporada 19.20.