VALÈNCIA. Como si empleara técnicas de coaching, Gennaro Gattuso trata de que el alicaído vestuario del Valencia, sometido a las turbulencias de la dañina gestión deportiva de Meriton, levante el ánimo. El italiano, que entre sus puntos fuertes maneja bien la gestión de grupo, intenta que los jugadores bajo su manto puedan alcanzar sus objetivos sacando el máximo potencial de ellos mismos.
Desde que se instaló en su despacho de Paterna el técnico se ha ido ganando al grupo con su gritos, sus palmadas y su sentido del humor. También con su libreto en los entrenamientos, donde predomina la pelota, y con su sinceridad.
Consciente de que empezó a trabajar con un grupo de jugadores en la primera semana de julio, que puede arrancar la liga con bajas y que la plantilla a su cargo puede ser diferente cuando se produzca el cierre del mercado de verano, el italiano ha intentado blindar el vestuario con un discurso positivo. Lo importante, por encima de todo, altas y bajas, es el grupo. Y si el vestuario no responde unido a los retos de la temporada, ausencias incluidas, no logrará nada. No hay nada más importante que el colectivo. Ese es el eje del sermón que Rino ha dado a los jugadores en Paterna.
El cambio respecto al curso pasado es notable en el arranque del actual en el argumentario del entrenador. Mientras la temporada pasada el grupo huía de la palabra Europa, ahora se habla con normalidad y se fija la presencia en el continente como el gran desafío a alcanzar durante la 2022-23. Eso es cosa de Gattuso. Pese a que es sabedor de que corre el riesgo de perder efectivos notables durante este mercado, el calabrés ha puesto el listón alto. Y el grupo secunda a su entrenador. Su palabra, de momento, ha calado.
El primero en revelar el propósito del técnico fue Samu Castillejo, uno de los jugadores con los que Gattuso conectó en Milán. Castillejo desempolvó la palabra Europa frente a la prensa tras mucho tiempo sin emplearse en sala de prensa. "Nuestro objetivo principal es volver a Europa, mi objetivo individual es ayudar al equipo a conseguirlo. Conociendo a Gattuso y su mentalidad, él no iría a un club que no tuviera esas ganas de estar en Europa. Pero no solo tiene que trabajar él, tenemos que aportar todos", disparó, valiente, el extremo malagueño en su presentación.
Su segunda aparición ante los medios, tras su debut ante el Borussia Dortmund, también fue sonada. "Cuando llegó aquí Gattuso se encontró con un equipo con bastante miedo a jugar, pero ha cambiado la idea. Hay jugadores con muy buen pie y esperemos ver a un buen Valencia", manifestó Samu, revelando que la idea de juego de Bordalás no había sido bien digerida por la mayoría de jugadores del vestuario conforme avanzó la campaña.
Foulquier, reclutado por Bordalás para el once del murciélago, ha sido el último en hablar de Europa: "Desde pequeño estaba acostumbrado a ver jugar al Valencia en Europa y nosotros queremos eso".
Ni el discurso, ni el juego tienen nada que ver con la etapa Bordalás. Gattuso rompe con lo establecido por el anterior entrenador. Ahora bien, la pretemporada está en marcha, y tanto la necesidad económica del club como el mercado amenazan con dar un bocado a lo más suculento de la plantilla. Si eso sucede, ¿cambiará el discurso y la idea de juego? Veremos qué decide el temperamental entrenador calabrés.