La indefinición de Meriton desespera a jugadores y agentes

15/01/2021 - 

VALÈNCIA. "Tenía una sensación en Navidad y ahora tengo otra diferente. Parece que el Valencia no va a fichar nada en este mercado", cuenta un agente de jugadores a Plazadeportiva.com. "Tocan muchos palos pero no cierran ninguna operación porque no tienen dinero", manifiesta otro representante a este periódico. "Siempre que preguntas si puedes ayudar a sacar a algún jugador de la plantilla o ofreces la opción de traer a alguien, la respuesta es que, a última hora, decide Lim y que no hay dinero", explica un intermediario de futbolistas.

El inmovilismo del Valencia en el mercado, fijado por su máximo accionista, Peter Lim, provoca que el club haya perdido crédito y credibilidad en el entorno del fútbol en el que se mueven agentes y jugadores. Hace unas temporadas cualquier llamada del Valencia era respetaba, en cambio, hoy, provoca recelo. Pese al trabajo de los profesionales que configuran el área técnica, lo que despierta desconfianza es el comportamiento del presidente, Anil Murthy, inexperto en cualquier aspecto a tratar con la gente del fútbol y, sobre todo, la indefinición que se detecta en Peter Lim, que se escuda en la crítica situación económica de la entidad.

Lim, que ha de validar cualquier operación, mantiene una cerrazón a gastar que es conocida en el mercado y que provoca el escepticismo cuando alguien llama en nombre del club de Mestalla. El corsé económico en el que ha encerrado Lim a los técnicos es conocido y genera escepticismo. "A cualquier operación tiene que darle luz verde el propietario, eso lo sabemos todos", cuentan en el mundillo.

El comportamiento del Valencia en el mercado desespera. Actualmente se han hecho gestiones con Harry Winks y con Ferro. Esos contactos han trascendido, pero la negativa de Lim a pagar una cantidad económica por el préstamo del jugador en el caso del inglés, y las dudas respecto a un futbolista que apenas juega como el portugués, han confundido a ambos jugadores. Con Ferro ya sucedió lo mismo en la ventana del verano. Con todo cerrado, Lim al final echó abajo un trato que había cerrado Jorge Mendes. En estos días está sucediendo algo parecido porque se ha vuelto a contactar con el futbolista, pero Peter Lim tiene dudas respecto al rendimiento que pueda ofrecer en el Valencia.

Murillo y Jorge Sáenz

El entorno de Jeison Murillo explica exactamente lo mismo. Con el acuerdo apalabrado y el jugador de acuerdo en volver a la plantilla blanquinegra, Murthy rompió la operación escudándose en que su jefe, Lim, no quería gastar en esa cesión porque la consideraba cara. Murillo estaba en Valencia el fin de semana anterior al cierre del mercado de verano, convencido de que se quedaba y acabó en el Celta días después. 

A Jorge Sáenz también le ocurrió tras la lesión de Garay en febrero de 2020. Anil Murthy trató de recuperarlo para sustituir al argentino, pero el Celta aludió a la cláusula de penalización que constaba en el contrato de cesión. El importe era de tres millones de euros si alguna de las dos partes rompía el acuerdo durante el primer año y de 1'5 millones el segundo año. El jugador, dispuesto a regresar, se quedó en Vigo en ese momento. 

La historia se repitió meses más tarde en verano, cuando Murthy, también sin éxito, trató de traerlo de vuelta sin pagar la sanción que fijaba el documento. Actualmente está en Vigo, apartado por Coudet, a la espera de que el Valencia y el Celta alcancen un acuerdo para su salida, bien hacia Mestalla bien hacia otro equipo mediante otra cesión. Su caso es un bucle interminable entre el Valencia y el Celta, sin salida de momento.

Durante la lesión de Garay, además de a Jorge Sáenz, el Valencia tocó a varios centrales. Finalmente, los últimos días de mercado, el acuerdo se alcanzó con Óscar Duarte, central del Levante, que apenas jugaba con Paco López. El presidente granota, Quico Catalán, puso precio a la cesión del costarricense y el Valencia no quiso pagar, y rompió el pacto verbal. La plantilla se quedó coja en esa demarcación hasta que Albert Celades decidió utilizar a Hugo Guillamón.

No hay interés en Piccini 

Cristiano Piccini, propiedad del Valencia, espera en Italia a que se resuelva su futuro. No juega en el Atalanta y el Valencia ha de decidir si da luz verde a su cesión hacia otro equipo del calcio. Spezia y Parma se han interesado por el defensa en las últimas fechas. El jugador quiere volver y su entorno lo ha ofrecido, pero el Valencia no muestra interés.

Su cesión al Atalanta llamó la atención. El equipo necesitaba un lateral derecho dada la respuesta negativa sobre el campo de Thierry Correia y en lugar de ceder al portugués y traer a otro lateral para competir con Piccini y liberar a Wass para el centro del campo, se optó por ceder al italiano. 

La razón pública que esgrimió el club es que su ficha pesaba en el margen salarial de la plantilla y había que reducirlo. En privado, también hablan de dudas con su rendimiento tras la operación por fractura de rótula a la que fue sometido. El resultado fue que Javi Gracia se quedó con un lateral verde para la élite, Correia, y un centrocampista reconvertido, Wass, que, además, le hacía falta para el centro del campo. El técnico sigue pidiendo un lateral derecho.

Nada más llegar, Javi Gracia se involucró con entusiasmo en la política de fichajes del club. Hasta que se desengañó y en puertas del primer partido de LaLiga ante el Levante, mostró su hartazgo en rueda de prensa, el técnico intentó traer jugadores. Uno de ellos fue Étienne Capoue, al que conocía de su etapa en el Watford que, recientemente, ha firmado por el Villarreal CF. Gracia convenció a Capoue para jugar en el Valencia pero ni Murthy ni Lim quisieron validar la operación por considerarla cara. El presidente tampoco estuvo muy hábil negociando con la familia Pozzo, dueña del Wattford FC.