La llegada de Voro ha supuesto un punto de inflexión para la dinámica valencianista que ha sumado siete puntos de los últimos nueves, ha alejado los fantasmas del descenso y ha permitido que los aficionados vuelvan a sonreír de cara a la segunda vuelta de la temporada
VALENCIA. El Valencia CF iniciaba el año 2017 en plena incertidumbre y con peor pinta que nunca. El descenso acechaba a los de Mestalla y la marcha de Prandelli, con sus respectivas palabras, dejaba al equipo sumido en una gran crisis institucional y deportiva que se correspondió una semana después con la marcha de García Pitarch.
Pero en medio de ese vacío ha aparecido Voro como un faro para guiar al Valencia CF hacia la solución momentánea de sus problemas y ahora las aguas, tras tres jornadas ligueras, ya no bajan tan turbulentas, pese a que la posición del Valencia CF todavía está lejos a la prevista al inicio de temporada y a la que cualquier aficionado esperaba.
El técnico de L'Alcudia ha aportado sensatez y tranquilidad al vestuario, pero también ha introducido varias variantes tácticas que están haciendo que el equipo haya encontrado un camino y haya conseguido encauzar su rumbo aunque todavía le queda un gran reto y es el de conseguir que el equipo no se deje ir ahora que el equipo parece estar lejos del descenso.
LA LLEGADA DEL 4-2-3-1
La llegada de Voro al banquillo ha servido para destronar el implantado 4-3-3 para regresar a los orígenes valencianistas y las épocas gloriosas entonando un 4-2-3-1 que está siendo mucho más efectivo para el equipo. Pese a que la variante táctica no parece muy grande, el equipo ha mostrado sentirse más cómodo en este rol que en el anterior donde tres centrocampistas en ocasiones llegaban a estorbarse en el centro del campo.
Además, Voro ha sabido aclimatar el sistema a las mejores opciones del equipo y reaccionar con las semanas, puesto que en el primer encuentro ante Osasuna el valenciano situó a Dani Parejo junto a Enzo Pérez en el centro del campo para dejar a Carlos Soler en la mediapunta en un sistema que no terminó de encajar.
Tras esto, el preparador de L'Alcudia invirtió los papeles para darle el mando en el centro del campo a Carlos Soler y dejar a Dani Parejo descolgado en la posición de enlace consiguiendo que ambos salgan beneficiados. Soler se ha convertido en el timón del equipo y Parejo, liberado de tareas defensivas y sin tanta responsabilidad de balón también está ofreciendo una mejor versión.
CLARIDAD DEFENSIVA
El Valencia CF consiguió ante el Villarreal un hito que llevaba casi un año buscando, dejar la portería a cero. El cuadro valencianista era el único equipo de las grandes ligas que no había sido capaz de dejar su casillero a cero en lo llevábamos de temporada y es algo que Voro también ha conseguido, gracias a un buen trabajo defensivo del equipo.
Pese a que en el primer encuentro el Valencia CF encajó tres tantos, las bajas y los regalos defensivos fueron la tónica de una manera de defender que no se ha repetido en los dos siguientes encuentros. Ante el Espanyol, el cuadro perico apenas inquietó a Diego Alves y fue en una jugada aislada a balón parado en el tramo final cuando consiguió su gol.
Pero esos pequeños errores se ajustaron ante el Villarreal que no pudo batir al guardameta valencianista y lo que es mejor, las ocasiones del combinado local fueron escasas, aunque hubo una muy clara con un lanzamiento de Pato al palo.
La recuperación de Garay ha aportado serenidad a la defensa, pero Voro también ha 'maniatado' a los laterales que apenas suben para crear peligro y sorprender. Fruto de esto son los dos goles que ha anotado Montoya en los últimos tres partidos, pero ni Cancelo ni Gayà se han prodigado en exceso en ataque ya que el técnico valenciano lo ha dejado claro, lo primero es defender.
LA UNIÓN DEL VESTUARIO
La marcha de Prandelli y la llegada de Voro ha supuesto un cambio radical en la mentalidad del vestuario que, ayudado por las victorias, ha tenido una inyección de aire fresco que ha supuesto un soplo para muchos jugadores que parecían deshauciados y totalmente desenchufados.
El discurso del técnico italiano y del preparador valenciano no pueden ser más opuestos, mientras que Prandelli criticó continuamente a los jugadores y no escondió que necesitaba un mínimo de cuatro o cinco fichajes y tantas salidas para reconducir la situación, Voro ha dejado claro que con la plantilla existente se puede solventar la situación del equipo, que son bastante mejores de lo que han mostrado y que ellos no son los únicos culpables de la situación.
Los futbolistas agradecen la sinceridad de Voro y ahora quieren hacer ver en el césped que no son aquello que Prandelli quiso demostrar en sala de prensa. Las palabras de los jugadores, tras dos victorias, refrendan esa idea, pero ahora habrá que ver si esa unión sigue cuando lleguen horas más bajas que las actuales.
LA APUESTA POR LOS 'JÓVENES'
Otro cambio sideral con la llegada de Voro y que ha revitalizado el equipo ha sido la apuesta por los jóvenes futbolistas. El foco principal se encuentra en Carlos Soler, que pedía a gritos una oportunidad con Prandelli pero que nunca llegó. El italiano llegó a colocar a Fede de mediocentro ante las innumerables bajas mientras el canterano esperaba minutos.
Ahora, Soler se ha convertido en el timón del equipo y su situación ha dado un giro radical en las últimas semanas, pero no solo el caso de Soler es significativo si no también el de otros como el de Santi Mina o Gayà, ambos totalmente denostados por el italiano y que de haber seguido el italiano probablemente su futuro estaría lejos de Mestalla.
LOS 'PESOS PESADOS' EJERCEN SU ROL
Una de las cosas que más adolecía el Valencia CF en el primer tramo de temporada era la falta de liderazgo y la poca respuesta de los jugadores llamados a ser importantes en el equipo. Futbolistas como Garay, Enzo Pérez o Nani no estaban cumpliendo las expectativas que se esperaba de ellos.
Este aspecto ha cambiado en las dos victorias valencianistas cimentadas en la solidez defensiva que ha generado la vuelta de Garay, apoyada por Mangala y con la ayuda de Enzo Pérez, que anularon las opciones del Villarreal, y con un Nani que está empezando a marcar diferencias en el equipo.
El futbolista luso ha comenzado a mostrar en este 2017 que si mantiene el nivel puede conducir al Valencia CF a una segunda vuelta ilusionante. Ante el Espanyol y el Villarreal dio dos recitales de como se debe conducir el ataque de un equipo.
LA UNIÓN CON LA AFICIÓN
El valencianismo lleva carente de referentes desde hace más de un año, pero la llegada de Voro unido a la complicada situación que atravesó el equipo ha hecho que la afición responda a la llamada de sus colores y ha vuelto a crear un ambiente de los que consigue levantar partidos.
Tanto en Mestalla ante el Espanyol, como los aficionados desplazados a Villarreal, mostraron que ellos van a estar al lado de su equipo de cara a afrontar la segunda vuelta con la esperanza de que sigan llegando sonrisas y dejar, de una vez por todas, los riesgos del descenso para terminar la campaña con tranquilidad.
Están son las cinco claves que ha conseguido Voro en apenas dos semanas desde su llegada al banquillo valencianista y tras superar la fase de gran riesgo tiene ahora otro gran reto, conseguir que el equipo no se desconecte una vez evitado el peligro y que mantenga la intensidad y los valores en toda la segunda vuelta.