Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. Día 3 tras la primera declaración de Rafa Mir en el juzgado. Se suceden los capítulos del caso del murciano mientras el Valencia sopesa qué hacer con su delantero, recién llegado en calidad de cedido y ahora investigado por un presunto delito de agresión sexual con acceso carnal. Mientras tanto, este jueves la defensa del futbolista negó "tajantemente" las acusaciones por las que se le investiga e hizo hincapié, especialmente, en respetar su presunción de inocencia, "pues así lo impone tanto la Constitución Española como la Directiva europea 2016/343", antes de que se evidencie "que la imputación no se sostiene".
La presunción de inocencia de Mir es uno de los puntos que estudia el club de Mestalla para tomar una decisión respecto al jugador. El Valencia ya le 'liberó' de los entrenamientos de este jueves y viernes a las órdenes de Rubén Baraja, y ganó así cuatro días de margen para volver a pronunciarse tras un primer comunicado público una vez salió a la luz la detención de Rafa Mir. El parón de Liga por fecha FIFA y, por tanto, de la vorágine deportiva que asalta el calendario, permite, precisamente ahora, cierto espacio para trasladar una resolución en materia deportiva.
El hincapié de la defensa en la presunción de inocencia de su cliente, tanto en el comunicado de este jueves como en las escuetas declaraciones de su abogado, Jaime Campaner, a la salida del Juzgado de Primera Instancia de Llíria, no hace más que subrayar las consecuencias legales que, ahora mismo, sin sentencia definitiva, tendría el despido del jugador, hoy presuntamente inocente. No obstante, el Valencia se plantea el escenario social al que será sometido el delantero, a quien quiere escuchar antes de tomar un camino respecto a su situación.
Con el dibujo actual de la situación y el jugador ya en su domicilio, se abren distintas posibilidades para el Valencia. Una de ellas sería la de reincorporar a Rafa Mir al trabajo colectivo y sopesar con el entrenador la decisión deportiva sobre él, una determinación extrictamente deportiva que le apartara de las convocatorias, y que podría responder a su rendimiento o al momento psicológico del futbolista. No arrastraría consecuencias legales. Y es que en el club también se valora el terremoto social que levanta el 'caso Mir', cuya atmósfera podría llegar a ser irrespirable en los encuentros tanto en Valencia o a domicilio.
Esta sería una alternativa a acudir a la juridicción laboral para tratar de encontrar opciones de rescisión de contrato en caso de la comisión de un delito que todavía no ha sido probado ni tiene sentencia. Es decir, en caso de que un empleado, como es Mir del Valencia, esté investigado por un delito de tales magnitudes. Eso, más allá de acudir a un posible reglamento interno que esboce algún tipo de sanción que pueda recaer sobre el murciano, siempre a nivel interno.
Esta alternativa enlaza con otra de las vías: la negociación con el Sevilla para 'cortar' el préstamo del delantero en Mestalla. Rafa Mir firmó en el Valencia este verano cedido por un curso con una opción de compra de cinco millones de euros a la conclusión del mismo. La suspensión de la cesión es un movimiento que entra entre las posibilidades, pues no es equivalente al despido -los derechos federativos de Mir residen en Nervión- y, al mismo tiempo, la entidad valencianista se despegaría de alguna forma de la, hoy, deteriorada imagen del jugador. Supondría, eso sí, un coste añadido a la economía del club.
Lo que resulta obvio es que todos los caminos afectan en materia deportiva. Rubén Baraja está decepcionado con Rafa Mir, una de sus apuestas personales en la planificación deportiva, y que ha aterrizado en Paterna este pasado mercado estival después de tres ventanas de traspasos procurando su fichaje. A expensas de que el Valencia use los próximos días para emitir un veredicto respecto a su hoja de ruta en el 'caso Mir', al técnico vallisoletano le quedará un agujero importante en su plantilla.
Con Rafa Mir investigado, Dani Gómez lesionado y Alberto Marí cedido en el Zaragoza, la bolsa de cuatro delanteros de la que presumía Miguel Ángel Corona en agosto ha quedado reducida a uno -Hugo Duro- en cuestión de una semana. Hoy, las opciones para tapar tal hueco residen en la contratación de un jugador libre, la ayuda de futbolistas del filial como Joselu o Warren Madrigal, o esperar a enero para acudir al mercado de invierno y/o revocar la cesión de Marí. Antes, habrá que tomar una decisión con Mir.