VALÈNCIA. Más allá del punto ante el Barça y de haber llegado a la lustrosa cantidad de 20 puntitos en LaLiga (que pequeño ha hecho Meriton al Valencia CF), la semana nos dejó la junta de accionistas. Esa a la que se iba a poder ir con una acción y se acabó pudiendo ir con una... detrás de otras, hasta juntar la nada desdeñable cantidad de 6.828.
El esperpento de la junta de este año se resume en la omnipresencia espiritual de Kiat Lim en una imagen que nadie vio y un sonido que nadie escuchó. El enésimo ejercicio de fe con Singapur (que ya sabemos como acaban.
Del resto no cuento casi nada más, porque en su "Folgatinha del viernes", Salva Folgado ya hizo un perfecto resumen de la puesta en escena de Layhoon defendiendo a su guardia de corps.
Sí me llamaron la atención las dos respuesta de la presidenta alrededor de la clásica cuestión en cada junta de si Lim estaba dispuesto a vender el Valencia CF. A años luz de dar un "sí" deseado por el valencianismo, la respuesta distó del "no" rotundo de otros años.
Esta vez fue un "que yo sepa, no" y algo así como "por lo que tengo entendido, no vende" con un añadido a la gente de Libertad VCF de: "si quieren hablar de una venta el interlocutor válido es el señor Kiat Lim".
Es decir, que en unos años hemos pasado de "yo soy Peter Lim" a "yo no me encargo de estos temas", o sea dos posiciones absolutamente antagónicas.
De lo cual sólo puedo deducir dos posibilidades. Una es que estés comenzando ya los movimientos para la venta y Layhoon se quite el marrón de en medio diciendo que no sabe nada del asunto para no hacer pública la circunstancia.
La segunda (y creo que los tiros van por aquí) es la pérdida de influencia de la ejecutiva de Lim en la cercanía de la toma de decisiones sobre la sociedad (al menos en estar informada sobre las mismas, que mandar, sólo manda uno). El hecho de que además recordara su desvinculación del resto de empresas del entramado de Meriton: "estoy a tiempo completo en este Club y no hay ningún problema al respecto. No tengo puestos ejecutivos en otras empresas. Estoy dedicada al 100% al Valencia CF y trabajo 24/7 focalizada en este Club", me hace pensar que Layhoon está más fuera que otras veces del área de influencia del amado líder.
Vino para solucionar el estadio, y el estadio sigue empantanado y con una petición del Ayuntamiento de que demuestren de verdad que quieren comenzar las obras si quieren negociar el convenio, le dimitió Gattuso y el equipo casi baja a segunda. Su apoyo constante es el local management (o local malament a tenor de su autonomía para tomar decisiones). El desvío de la respuesta de la pregunta de la venta al hijo del amado líder (que en un año ha pasado de "The chosen one" a "The missing one") es suficientemente significativo de que Layhoon ya no es Peter Lim. Eso, si es que alguna vez lo fue.