VALÈNCIA. Primer paso por el regreso de Vicente Iborra al Levante, ejecutado. Este viernes, el director deportivo granota, Felipe Miñambres, ha mantenido una primera reunión con Fede Marco, cabeza visible de la gaencia de representación del moncadense. El encuentro, del que informó Cope Valencia, se produce después de que el astorgano admitiese que en los días posteriores al fin de Liga había previsto un cara a cara para tratar diversas situaciones. No, únicamente, la de Iborra, recién proclamado campeón de Conference League con Olympiakos, con fin de contrato el 30 de junio y actualmente de vacaciones.
La vuelta de Iborra es uno de los sueños húmedos del Levante un año después de que La Liga frustrara su fichaje por los emolumentos que percibía en Villarreal -ello, por más que el Submarino dejara salir al centrocampista, como hizo, con la carta de libertad pese que le restaba un curso de vinculación-. Ahora, el hecho de estar por encima de los 36 años de edad favorece, una campaña después, que los clubes puedan acreditar sin problema una reducción salarial considerable -la que necesitaría el Levante para reincorporar a Iborra- sin que la competición apriete el gaznate de la entidad de Orriols.
Pese a ser una de las piezas más preciadas de José Luis Mendilibar en el cuadro de El Pireo, Iborra tiene claro que quiere regresar. Corresponde al deseo del club de su vida: “Es mi sueño”, dijo en Movistar + instantes después de ganar su quinto entorchado continental. “¿Que juegue en Segunda? Me da igual, quiero jugar con los míos, con mi gente, con el club que me formó y me ha dado todo y siento que es el momento de ayudar en lo que pueda”, trasladó más tarde. Una declaración de intenciones que, tal y como confirmó el propio Miñambres, ayuda. Porque ahora el Levante se enfrenta al mismo problema de un año atrás: la justificación de la reducción de su salario, obligada para que Iborra quepa en el humilde Fair Play Financiero del club. No obstante, hoy la edad del centrocampista -y también la de Morales, al que también se quiere firmar- es el billete de acceso.
Las reglas especiales que marca La Liga para el cálculo del coste del jugador en el Límite de Coste de Plantilla Deportiva permiten incorporar a un jugador de campo que esté por encima de los 36 años, al salario que se acuerde con la entidad. Es decir, el mismo escenario que en verano de 2023 tras el infausto no ascenso, pero sin el impedimento que entonces hizo fracasar la operación y obligó a Iborra a emigrar a Grecia.
La Liga deberá verificar que el regreso del futbolista, más allá de que se trate de una cuestión emocional, se debe a un deseo expreso por su parte que anule cualquier competencia de otro club por incorporarle a sus filas -entre otros baremos que se tienen en cuenta por el organismo-. Solo así, la importante reducción de salario necesaria será aceptada por La Liga. Es el mismo caso que Morales, que cumplirá 37 años este julio y también entra dentro de este ajuste. En cualquier caso, el Levante habrá de analizar lo que La Liga computa por ambos jugadores en el límite salarial para conocer si puede incorporar a uno de ellos o, por contra, puede acometer ambas operaciones.