VALÈNCIA. En cada primavera marchita de Meriton se repite hasta la saciedad el modus operandi transmitido a sus aficionados. Los mensajes de borrar el desastre construido año tras año echando la culpa a terceros como si el empadronamiento en la miseria correspondiera siempre a causas ajenas a su gestión suele ir acompañado de otros clásicos. "Hemos aprendido", "van a cambiar cosas", "dejad trabajar" y "si un jugador sale es porque quiere marcharse", son cantinelas habituales al llegar estas fechas de final de temporada.
Este año encima tienen en Meriton el clavo ardiendo al que agarrarse de la temporada de Baraja y sus chicos para vender que hay proyecto. En hablar de proyecto es especialista Miguel Ángel García Pérez-Roldan. Al Director Deportivo se le llena la boca hablando de proyecto cada que sale a hablar en esos baños y masajes que realiza la liga cuando ofrece sus partidos por los distintos canales de televisión que le compran los derechos de emisión.
Antes del partido contra el Alavés, García Pérez-Roldán y su sempiterna sonrisa hablaron nuevamente de planes y de proyectos: "Hay que centrarse en el presente. Tenemos claro que nuestro mejor pasa por ahora y ese es el partido ante el Alavés. Podría cambiar algo entrar en Europa, pero no de forma significativa. Nuestro plan es a largo plazo". O sea, vender mucho y gastar poco.
Porque del proyecto que venden al que va a ser sigue habiendo la misma distancia que existe entre la verdad y la mentira. Aunque sigan vendiendo el "local management" como una suerte de equipo de élite en la gestión más próxima a los "X-Men", realmente están son los Cantajuegos del máximo accionista. Aquí lo único que se proyecta es el dinero hacia el bolsillo de Peter.
El ejemplo del "proyecto" lo tuvimos reflejado en menos de 12 horas el domingo. Por la mañana el filial se salvaba en el último partido de bajar a Tercera RFEF (la quinta categoría del fútbol español). Entre otras muchas cosas porque al filial lo vaciaron para completar la plantilla del primer equipo que el propietario se niega a reforzar.
Un club con proyecto hubiera aprovechado a buena parte de esa generación que apunta a brillante y la hubiera alternado con el primer equipo. Se hubieran formado mejor como futbolistas al lado de gente con más bagaje y se hubiera luchado por subir al filial, que en una categoría superior hubiera podido formar mejor jugadores para el futuro del primer equipo.
Aquí por contra lo que hay es conversaciones ya para vender a Mosquera pese a que hace tres semanas se nos dijo que el club tenía necesidad de vender, pero que se recaudaría vendiendo actores secundarios y sin tocar futbolistas importantes del once del Pipo; todo muy creíble...
Así que los proyectores de Lim seguirán proyectando, que hay que apoyar, que este año las cosas van a cambiar y que blablabla. Por mucho que nos cuenten sus bondades, lo único que proyectan los de aquí son las órdenes del máximo accionista. Y por más que digan que ellos no tienen nada que ver, la imagen de Lim y de su abandono les sale cada vez más nítida.
PD: la temporada pasada se salvó el primer equipo de bajar en la última jornada, este año ha sido el filial quien lo ha hecho. No cabe duda que están exportando el modelo Meriton a todos los equipos. Además, el femenino sigue en riesgo de perder la categoría y el juvenil ha quedado en un indigno (para su historia) quinto puesto. La suerte es que ahora estamos en manos de Kiat para voltearlo todo.