VALÈNCIA. Relejarse sería de necios. El Levante llega hoy a El Alcoraz con la firme convicción de que el notable fin de Tourmalet -los encuentros ante Barça y Real Sociedad con la Copa de por medio- tendrá menos sentido sin puntos frente al Huesca. El equipo de Míchel es turrón duro para irse de 'vacaciones' navideñas y visitar tierras oscenses no será un paseo. Ya lo advirtió ayer Paco López: como todos los equipos, los aragones son peligrosos y, además, si el levantinista mira la tabla clasificatoria, ha perdido tantas veces como los granotas por mucho que en su caso sí sientan el helor de los puestos bajeros.
La tabla está tan apretada que una victoria esta noche supondría un paso más tras lo conseguido con el triunfo de mérito frente a la Real y existe la posibilidad de poner tres puntos y varios equipos de distancia con el pozo. Sin embargo, caer derrotado podría hacer al Levante volver a saborear las mieles de lo que dicta una clasificación irrelevante a estas alturas pero siempre presionante.
Para ello Paco López tiene una baja más en su plantilla, la de Sergio Postigo. Cada jornada que pasa la enfermería araña un efectivo y esta vez ha sido turno de un central que tendrá que ser cubierto sí o sí por Róber Pier -con Pedraza, defensor del filial en el banco- tras contar con el positivo en Covid-19 de Óscar Duarte. El contacto precisamente del costarricense con el lateral Toño refuerza una teoría ya machacada: el costado zurdo de la defensa es de Clerc y también lo será en este choque, sin descansos. Más dudas hay en el lateral diestro y en el centro del campo, cuyos miembros están dando razones al técnico de Silla para dudar entre sus opciones también marcadas por las bajas de Bardhi y Campaña, que ya tocan bola en césped.
Malsa apunta a la suplencia por descanso -fue uno de los más desgastados al término del encuentro del sábado- y a partir de ahí se abren las ventanas de los Rochina, Morales o De Frutos para acompañar el pivote de Vukcevic aderezado con Melero. El as de mover al Comandante a la delantera junto a Roger se lo guarda el entrenador bajo la manga, pero toda posibilidad existe en un once en el que Paco López ha sumado muchos participantes de garantías, como el extremo segoviano o un Dani Gómez también con papeletas para salir de inicio.
Más crudo lo tiene el Huesca en cuanto a bajas. Este pasado fin de semana perdió a Maffeo por una rotura fibrilar para lo que queda de año -le cubrirá en el once el exgranota Pedro López-. Su capitán, Pulido, cometió un penalti absurdo en la derrota de esta recién concluida jornada y vio la roja, por lo que también es ausencia subrayada para Míchel. Borja García llega con dudas por una sobrecarga y, además, Sandro y Borja García entrenaron ayer al margen. Luisinho tiene molestias en la rodilla. El combinado altoaragonés llega al partido con bajas en combate, pero con un once que, pese a los muchos empates que ha cosechado, funciona a ratos, pero está bien engrasado cuando las piezas encajan.
Tanto es así que el Huesca logró su primera victoria del curso hace una semana, ante el Alavés, pero sin embargo sigue estando a tiempo de todo. Lo que se respira en El Alcoraz, de hecho, es un ambiente de final, y con ese aura vive un equipo que, aun ganando, empataría los puntos de los equipos que marcan el descenso pero conseguiría salir de él.
Alineaciones:
SD Huesca: Álvaro Fernández; Pedro López, Insúa, Siovas, Javi Galán; Mikel Rico, Mosquera, Borja García; Ontiveros, Okazaki, Ferreiro
Levante UD: Aitor; Coke, Róber Pier, Vezo, Clerc, Vukcevic, Malsa, Rochina, De Frutos, Melero y Roger