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VALÈNCIA. Corría el mes de septiembre de 2018 cuando, de manera silenciosa y sin anuncio oficial de por medio, Anil Murthy reclutaba como director para su recién creado gabinete de presidencia –del que meses después formarían parte también Teo Swee Wei y Joey Lim- a un joven y desconocido ejecutivo llamado Sean Bai. Las referencias por entonces eran escasas: sabíamos que su experiencia se limitaba a cuatro años en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Singapur (donde conoció y trabó amistado con Murthy) y, posteriormente, tres años más en su Oficina de Comercio. A finales de 2018 recibió la llamada desde Valencia y no lo pensó dos veces; desde ese momento, Bai sería la sombra de Anil en la ciudad.
Unos meses desempeñando el cargo le bastaron para ganarse la confianza de Murthy y acometer empresas mayores. Meses antes del desmantelamiento de la estructura deportiva en verano de 2019 y la salida del club en cascada de Marcelino García Toral, Pablo Longoria y Mateu Alemany, Murthy tiró mano de su gente de confianza para copar los puestos de referencia en el club. Bai, cuyo único contacto con el mundo del deporte hasta el momento había sido su faceta como practicante de waterpolo cuando era joven, recibió el encargo de dirigir la Academia VCF, una de las canteras con más prestigio de nuestro país.
Menos de tres años después, Bai ya ejerce como director general interino, cargo en el que “supervisará principalmente las operaciones de fútbol del Valencia CF y reportará directamente al Consejo” según anunció el club este lunes en el comunicado en el que desgranaba la nueva estructura provisional tras la destitución de Anil Murthy.
Hasta aquí la biografía ‘oficial’. Sin embargo, estos cuatro años han dejado un reguero de anécdotas e intrahistorias que ayudan a conocer mejor a un personaje que se caracteriza por su hermetismo de cara a los medios y al gran público.
Puede que Murthy reclutase a Bai para fortalecer su posición en la presidencia del club, pero el rol del joven ejecutivo singapurés no siempre estuvo del todo definido. Hasta encontrar acomodo en la Academia, sus funciones como director del gabinete de presidencia fueron de lo más variopinto. Aunque hubo una que destacó por encima de las demás: durante un breve periodo de tiempo, la versión en inglés de algunas de las redes sociales del club pasaron a estar bajo su influencia.
El suceso es de sobra conocido a estas alturas: corría noviembre de 2018 cuando, durante un parón por compromisos internacionales, la cuenta oficial de Twitter del Valencia CF comenzó a publicar mensajes muy diferentes a los esperados en un perfil de un club de fútbol internacionalmente conocido, tanto en forma como en fondo. Se sucedieron imágenes de un rinoceronte defecando (en un tuit ya eliminado), memes de dudoso gusto, varias imágenes de cervezas a medio beber en lugares emblemáticos de la ciudad incentivando su consumo y la creación de un relato inventado según el cual un tal ‘John’, un becario inexistente, estaría detrás de todo este extraño contenido publicado.
Lo errático de los mensajes y la percepción externa fue tan negativa que otras cuentas de Twitter importantes en el mundo del fútbol, como las del AS Roma, Bayer Leverkusen o Borussia de Dortmund, censuraron el tono de dichos contenidos: “Preferimos sus antiguos tuits donde no fingen que es divertido o guay abusar del alcohol y estar borracho en el trabajo (porque no lo es). Nos esforzamos por ser una influencia positiva y divertida en RRSS y siempre deseamos que otros clubes hagan lo mismo. Lograr un aumento de seguidores no lo es todo”, escribió el club alemán en su perfil oficial.
El experimento con las redes del club no pasó de anecdótico (a pesar de que desde el club se insistió en que el contenido en inglés “debía ser más provocador” para generar más interacciones) y pronto Bai regresó a tareas más propias de su cargo. A principios de 2019, su relevancia en el organigrama del club aumentó exponencialmente tras ser nombrado director de la Academia VCF.
Es el cargo que más tiempo ha ostentado en el club y, curiosamente, el que más elogios le ha reportado. Varias fuentes consultadas por Plazadeportiva.com recalcan el acierto de Sean Bai al delegar gran parte de las decisiones más importantes en el día a día de Paterna en Marco Otero (director técnico) y Luis Martínez (director operativo). Su capacidad para escuchar y hacer caso de las opiniones de profesionales cualificados en el área deportiva (Otero) y de gestión (Martínez) le convierte en “el más europeo de todos los ejecutivos de Meriton”, según un extrabajador del club.
Esta manera de funcionar, muy diferente a las habituales imposiciones que Anil Murthy o Joey Lim entre otros han convertido en ‘marca de la casa’ desde Singapur, le ha granjeado una reputación positiva en la Ciudad Deportiva, donde destacan el margen de maniobra que poseen para trabajar y una relativa autonomía para tomar decisiones. En declaraciones al portal Jogo, Bai –que se autodefine como un “aficionado al fútbol desde joven”- explicaba los fundamentos de su labor: “En la mayoría de empresas, el director no es necesariamente el mejor en un campo técnico concreto. Necesita rodearse de los mejores profesionales en diferentes áreas para encontrar la mejor manera de evolucionar”, indicó.
El singapurense no posee un despacho cerrado en Paterna como tal, sino que trabaja codo con codo en las oficinas con los técnicos prácticamente desde el primer día, otro detalle que agradó al personal de la Academia. Los empleados del club destaca también su disciplina y el elevado número de horas diarias que pasa trabajando en las instalaciones de la Ciudad Deportiva. Además, ha sido de los pocos ejecutivos de Meriton en realizar el esfuerzo de aprender el idioma y hablarlo con cierta fluidez.
Durante los últimos tres años la Academia no ha estado exenta de decisiones polémicas, como la eliminación de la escuela de pago y la profesionalización total de todos los equipos tanto en fútbol-8 como en fútbol-11. A pesar de ello, personal experimentado de la entidad recalca que nunca se ha dado un papel tan relevante a la cantera en la estructura del Valencia como en las últimas temporadas con Bai al frente.
La salida de Marcelino, Mateu Alemany y Longoria, unida a una temporada 2019-2020 decepcionante en el plano deportivo y a las múltiples provocaciones de Anil Murthy hacia los aficionados desembocaron en una situación reputacionalmente dañina para el club, que trató de contraatacar buscando una mayor proyección internacional de sus iniciativas ante la imposibilidad de encontrar simpatías a nivel local y nacional. Sean Bai se propuso lograr mejorar la visibilidad de la Academia fuera de nuestras fronteras, y emprendió una agresiva campaña de relaciones públicas e institucionales para lograrlo.
Producto de ello fueron una serie de perfiles y entrevistas que fueron apareciendo gradualmente en medios internacionales de prestigio como ‘The Athletic’, en los que Bai puso en valor el trabajo con los canteranos, los grandes nombres de futbolistas históricamente surgidos de la Academia, la relación del club con los padres y agentes y las iniciativas de corte social y educativo que emprenden habitualmente los técnicos en Paterna con los jóvenes.
El ejecutivo trató de poner todas las facilidades posibles para aumentar la proyección internacional de la Academia invitando a medios y periodistas de prestigio a la Ciudad Deportiva y, de forma generalizada, ‘vendiendo’ las bondades del modelo formativo a todo aquel que quisiera escuchar. De paso, buscaba reducir las voces críticas surgidas hacia la gestión de Meriton al frente del club.
Según un documento que data de finales de 2020 y al que tuvo acceso Plazadeportiva.com, Bai no tuvo reparos en aludir a la xenofobia y al racismo como una de las razones principales de las críticas que ha recibido la propiedad del Valencia en las últimas temporadas. En un mensaje remitido a un medio internacional, el director de la Academia literalmente explica que “el club ha sido objeto de fuertes críticas por parte de los aficionados debido a varios motivos: decisiones deportivas, situación financiera, intereses personales, xenofobia, etc” y que “esto se ha incrementado durante la época de la pandemia”.
En dicha comunicación, el ejecutivo se pone a disposición de un medio de comunicación anglófilo para “debatir sobre estos temas en profundidad” y usar al Valencia CF como modelo “para explorar otros asuntos como el futuro del fútbol, sostenibilidad económica, las relaciones entre la propiedad de un club y sus aficionados, y temáticas sobre xenofobia y violencia en las aficiones”.
Sean Bai es una figura indudablemente ligada a la de Anil Murthy, que actuó como su principal valedor desde su aterrizaje en 2018 y que supervisó sus actuaciones hasta la fecha. El balance en estos cuatro años cuenta con hechos que le avalan al frente de Paterna, como su capacidad para delegar en los profesionales del fútbol, alternando con otros quehaceres en los que ha estado menos afortunado. Con Murthy fuera del tablero de juego tras su fulminante destitución el pasado lunes, Sean Bai pasa a pilotar desde su nuevo cargo como director general interino un verano crucial para el futuro a corto plazo del club a todos los niveles. De ‘trastear’ con las redes sociales del club a figura más importante de la entidad en menos de cuatro años.
Muchos empleados incluso desconocían su viaje a Singapur para departir directamente con Peter Lim y recibir instrucciones precisas sobre su nuevo cometido. La falta de enlaces en los vuelos ha propiciado un ligero retraso en su regreso, pero Sean Bai aterrizará en Valencia de nuevo en los próximos días con la nueva hoja de ruta bajo el brazo. En Paterna se da por hecho que Luis Martínez y Marco Otero (que, como avanzó Esportbase a principios de mes, tiene una propuesta en firme del Olympique de Marsella de Pablo Longoria para hacerse cargo de su cantera) crecerán también en importancia a su lado, dejando ‘tocada’ la figura de un Miguel Ángel Corona que ha perdido a su principal valedor tras el cese de Murthy.
Además de definir el futuro del hasta la fecha director de fútbol (el entorno de Corona le ve más fuera que dentro del club a corto plazo), Bai tendrá que lidiar con la ‘patata caliente’ del futuro de Bordalás, a quien todavía le resta un año de contrato pero cuya continuidad pende de un hilo.
Peter Lim parece decidido a regresar al modelo de sus primeras temporadas al frente del club, cuando él y su socio Jorge Mendes llevaban la voz cantante en la elección de los entrenadores. Nuno es el ejemplo más claro. Los últimos dos técnicos, Javi Gracia y Bordalás, fueron escogidos por los ejecutivos de Meriton en Valencia y se consideran dos movimientos mejorables. Vistos los resultados deportivos en las últimas temporadas, Sean Bai tendrá que encarnar el enésimo golpe de timón del magnate singapurense al frente de un club cuyas vías de agua se han multiplicado en el último año.