VALÈNCIA. El Valencia Basket culminó este domingo con su triunfo en la pista del Barça una semana fantástica que con tres meritorias victorias le han permitido recuperar el paso en la ACB y en la Eurocopa y disparar su confianza a pesar de la complicada situación que vive el equipo como consecuencia de las lesiones.
El equipo valenciano había enlazado tres derrotas antes de esta serie. La primera, dolorosa por llegar en el último minuto, en la pista del KK Buducnost y las otras dos, ante el Coosur Betis y el Gran Canaria, también dolorosa por la mala imagen que ofreció el equipo. Se trataba de tres partidos teóricamente accesibles que el conjunto valenciano ya afrontó con bastantes lesiones, pero no en el pico de sus problemas físicos y que no supo gestionar.
Con ese panorama se presentó ante un repunte en la complejidad del calendario que arrancó con la visita a la Fonteta de un Joventut al alza pero al que consiguió someter por un ajustado 71-70 en un choque en el que vivió una situación inversa a la que había padecido unos días atrás en Montenegro, donde se le escapó la victoria tras haber dominado el partido.
Ese triunfo le sirvió para detener su caída pero no evitó que protagonizara una pésima puesta en escena en la pista del Virtus Bolonia que le llevó a estar veintiún puntos abajo en el ecuador del segundo cuarto.
Ayudado una vez más por los jugadores del filial, el equipo de Joan Peñarroya consiguió firmar una brillante remontada que culminó a poco más de un minuto del final en la pista del gran favorito al título de la Eurocopa (96-97).
Las tres bajas con las que tuvo que lidiar en esos dos encuentros se convirtieron en cinco para visitar el Palau Blaugrana porque a las de Nenad Dimitrijevic, Víctor Claver y Mike Tobey se unieron con pequeñas lesiones musculares Martin Hermannsson y Louis Labeyrie.
Con sólo siete de sus doce jugadores del primer equipo disponibles (incluidos los jóvenes Jaime Pradilla y Josep Puerto) y con cinco integrantes del equipo de LEB Plata completando la convocatoria, el Valencia visitó a un Barça invicto en la ACB y con sólo un par de derrotas en la Euroliga.
Peñarroya movió con pericia sus piezas y los siete profesionales estuvieron entre los veintiún minutos de Klemen Prepelic en la cancha y los treinta de Xabi López-Arostegui. Con esa base, Guillem Ferrando (once minutos en la pista), Gonzalo Bressan (seis) y Millán Jiménez (siete), habituales con el primer equipo esta campaña pese a ser del filial, completaron una rotación en la que apareció testimonialmente su compañero Rafael Vila.
Tras aguantar el empuje local en la primera parte y el arranque de la segunda, el Valencia se hizo con el timón del encuentro en el tramo final y condujo el partido con inteligencia para lograr un triunfo (79-87) que además de reforzar su confianza, mejora notablemente su posición para lograr la clasificación para la Copa del Rey.