VALÈNCIA. No hubo nada de deshonroso en pasar a 1/16 de final en Jaén, contra un tercera y en la lotería de los penalties, que por cierto no tuvo ayer nada de lotería: los cinco lanzamientos levantinistas fueron perfectos. Lo cierto es que el Llevant tuvo la actitud correcta desde el minuto 1. Estuvo intenso y trató de resolver el pase cuanto antes, con un respeto absoluto por el rival. Más pronto que tarde debían llegar los goles.
Los granotes firmaron una primera parte muy digna. Sólo faltó acierto de cara a portería para haber sentenciado a un voluntarioso Jaén. Conforme iban las cosas, sólo una expulsión podía dar vida al Jaén. Y fue justo lo que sucedió 3 minutos antes del descanso: Vukcevic vivía al límite por una amarilla que no debió ver en el 11', cuando casi engulle al trencilla en su protesta. En un lance desafortunado e involuntario, en el 42', pisó a un jienense y a Hernández Hernández le faltó tiempo para mostrarle la segunda, rigurosa, con tufo a vendetta. Castigó con otra la protesta enérgica de Campaña.
Jugar contra diez equilibró un poco la balanza pero no acabó de meter a Jaén en el partido. Los blaugrana impusieron su aplastante dominio técnico, pese a los caballones del campo, para contrarrestar, con posesión, el desequilibrio. El Jaén, durante muchos minutos, se centró en intentar el contragolpe, más eficaz por la inseguridad de Coke, Eliseo y Cabaco que por propios méritos. El uruguayo, nervioso e impreciso, vio su primera amarilla en el 42' e hizo algunos méritos para la segunda. En la reanudación, de hecho, el árbitro se desentendió de un agarrón claro suyo.
Con unas cuantas opciones marradas para el 0-2 y cuando parecía que el Llevant conseguiría dejar correr el cronómetro hasta la victoria por la mínima, llegó el empate en otro error, en el 81'. Melero hizo un penalti muy ingenuo, que Aitor detuvo. El rechace cayó al pie del propio lanzador que remachó a la red.
El Llevant tuvo el mérito de adaptar su fútbol al patatal de La Victoria, impropio de la competición. Mejor haber jugado en césped artificial o, directamente, en tierra. El balón saltaba y corría mal. Aún así, el empate antes de la prórroga fue injusto, vistos los méritos de uno y otro: León, Vukcevic, Eliseo o Morales tuvieron ocasiones en la primera mitad, además del sinfín de internadas de Hernani por la izquierda; en una de esas, una falta lanzada por el portugués la remató con clase León a la red. Fue lo único destacable de su partido. Los andaluces apenas respondieron con algún tiro lejano. En la segunda mitad Campaña intentó un gol olímpico y otro de falta que casi lo era (y que tal vez entró). Morales remató un balón franco a las nubes y Melero, que acusó la falta de ritmo, otro rozando el palo.
Aunque la actitud del equipo y su intensidad fueron encomiables, el partido invita a la preocupación ante el estado de algunos futbolistas, mostrada además ante un rival muy inferior: Coke volvió a estar flojo en defensa y no fue capaz de centrar con peligro. Su aportación, sin duda, fue emocional. Contribuyó, con su carácter, a mantener al equipo en pie en los momentos de bajón. Eliseo estuvo flojo. Y Cabaco firmó uno de sus peores partidos como granota. Morales trabajó duro pero no tuvo desborde, otra vez, y fue estéril en ataque. En todo caso hasta el disparo de Gabri desde lejos, en el 74', Aitor apenas tuvo trabajo. En el 63, Paco López había quitado al mejor hasta el momento, Hernani (escasez de fútbol sin balón, explicó en rueda de prensa) y salió Bardhi. Con diez, el míster optó por la precisión y el toque del macedonio, y sacrificó la mordiente por banda del portugués.
Antes de la prórroga aún hubo más emociones: en el 87 Juancar remató de cabeza ante Coke, sin oposición, en el corazón del área. En el 89' el propio Coke y Pablo Martínez desaprovecharon una ocasión clarísima para cerrar el pase; y en la última jugada del tiempo reglamentario el árbitro no quiso ver un más que probable penalti de Eliseo.
La prórroga pintaba mal para el Llevant, tras cincuenta minutos con diez, pero la mejor preparación física de los blaugrana –pese al handicap del césped– compensó la situación. De hecho, durante muchos minutos se lanzaron a por el gol, con presión, robos y profundidad, y el Jaén hubiese firmado llegar vivo a los penaltis. Ya en el primer minuto, Morales se hartó de balón, con Bardhi esperándolo solo en el punto de penalti. Un poco después el meta andaluz se marcó un paradón tras disparo del macedonio.Y en el último suspiro de la primera mitad, Aitor salvó un mano a mano ante Sosa. Fue un chispazo aislado. Hasta la expulsión de Cabaco la superioridad levantina fue absoluta. Y aún después, desde el 113', en pleno acoso final del Jaen, ante un Llevant con nueve más Eliseo cojo, Clerc aún se sacó de la manga un par de cabalgadas maradonianas que no encontraron finalizador.
En los penaltis todos lanzaron perfecto hasta Juancar, que marró el quinto. Coke sí marcó el suyo, con rotundidad, y provocó el delirio. Sí, el delirio. Contra el Jaén. El pase fue tan merecido como sufrido y bien valía la pena abrazarse y sonreír, tras alcanzar el objetivo. Y celebrarlo junto a los levantinos desplazados.
CLAVES, por Borja Bens
El Llevant salió, tal vez, demasiado agresivo. Acabó el partido con dos expulsados, muchas tarjetas amarillas y un penalti en contra, que pudieron ser dos.
La mayoría de las ocasiones de gol creadas por los granotes llegaron desde la banda izquierda, con incursiones y centros de Clerc, Hernani y Bardhi.
Aitor fue el salvador del partido con algunas intervenciones providenciales.
Real Jaén CF 1-1 Llevant UD La Victoria
UNO A UNO: Oier (sc) (Aitor (8) 21'); Coke (5), Cabaco (4), Eliseo (4), Clerc(8); Campaña(7), Vukcevic (4), Melero (5), (Roger (5) 97'), Hernani (8) (Bardhi (7) 63'); Morales (5), León (5) (P. Martínez (6) 79').
—Paco López (7).
GOLES: 0-1 León 31'; 1-1 Martín 81'.