De poco sirve tener dinamita arriba, trenzar jugadas peligrosas, hacer buen fútbol e incluso ser efectivos de cara a portería si se regalan los puntos a base de concatenar errores, si el tempo de los partidos se pone cuesta arriba cada dos por tres por fallos remediables
VALÈNCIA. 0-1. 10' Campaña hace un Cornellà y llega el 0-1, tras una solemne pifia de Postigo. En la jugada anterior Roger marra un testarazo a bocajarro y Bardhi, tras el rechace, remata fuera desde el punto de penalti. Un instante después Roger empata, tras dejarle Mayoral despejado el centro del área, en una inteligente jugada sin balón.
1-2. 20' Nuevo error de Campaña que obliga a Postigo a frenar la jugada como puede: falta y amarilla. El bombeo al área parece inocuo, pero Carriço remata ante la tímida oposición de Pier y del propio Campaña y Oier, que se queda a media salida, ve como el balón se le cuela en vaselina. El Llevant, pese a todo, sigue siendo superior en ataque y Bardhi fuerza un penalti y la posibilidad de devolver las tablas al marcador. Entonces llega el enésimo error de la mañana: Morales coge el balón y da calabazas a Bardhi y a Roger, que se le acercan y que son mucho más fiables que él desde los once metros. Como si lo importante fuese el pichichi o la gloria personal.
1-3. 34' Prcic, penúltimo granota, hace otro Cornellà y el balón acaba en la red. Se ha disputado media hora, el Llevant ha sido superior y ha desaprovechado hasta cuatro ocasiones claras. El Sevilla ha sacado petróleo de tres errores y tiene el partido donde quería Machín. El técnico soriano reconoció que fue un intercambio de golpes y el Sevilla estuvo más acertado en momentos clave. Ignoro si esperaba que el Llevant fuese tan generoso. En todo caso, pese al 1-3 y al rival, se respira cierta esperanza en la grada: ofensivamente los blaugrana han ofrecido la mejor media hora en lo que va de Liga. Tal vez sea posible el milagro de la remontada.
1-4. 44' Balón franco para Oier en el área. El realizador de televisión envía la cámara a otra parte pero al meta se le escurre la pelota. Ben Yedder da las gracias por el regalo y envía a la red el tercero de su cuenta. Si la canícula había sido asfixiante hasta el momento, el camino de los vestuarios se vuelve tórrido e insoportable. El mazazo, sobre el césped y en la grada es descomunal.
1-5. 47' Pier falla en la salida de balón y defiende al trote la contra originada. Silva, el futbolista que estaba a su alcance, acaba matando, más aún el partido, con toda una mitad por delante.
1-6. 58' Sarabia marca el primer y único gol del Sevilla no originado en un error granota. La sensación en Orriols es que los andaluces, si se lo proponen, podrían firmar la mayor goleada histórica de la Liga, pero deciden tomarse un descanso, tras una semana intensa, ante un Llevant completamente hundido. Nadie antes había profanado el Ciutat con seis dianas y queda media hora larga por delante. El 80% de los 22.000 espectadores que habían sufrido, por la tiranía de Tebas, otra solana insoportable, como la del derbi, no quisieron ver más y se marcharon a casa.
De poco sirve tener dinamita arriba, trenzar jugadas peligrosas, hacer buen fútbol e incluso ser efectivos de cara a portería si se regalan los puntos a base de concatenar errores, si el tempo de los partidos se pone cuesta arriba cada dos por tres por fallos remediables.
Arriesgar y ser ofensivos es una opción atractiva y puede llegar a ser, además, práctica. No en balde, ya lo fue el curso pasado y así se conquistó la permanencia, de forma más que holgada. Sin embargo, si los errores se perpetúan pueden aumentar la fragilidad psicológica de este equipo, llegar a contrarrestar sus virtudes hasta empequeñecerlas y, a la larga, desacreditar una apuesta futbolística que podría ser perfectamente válida.
Sería una pena, ya que las posibilidades de este Llevant son infinitas, pero no hay casa que se pueda construir desde el tejado y el Sevilla, en la terrorífica matinal del domingo, dejó al descubierto las excesivas debilidades del once blaugrana: la irregularidad de algunos jugadores considerados clave (Campaña, Morales, Oier), la tibieza defensiva, sobre todo por el centro, con un Pier desconocido, y con unas bandas en las que nadie echa una mano a los laterales, y también la incapacidad de generar peligro en jugadas de estrategia.
El Llevant cuenta con una plantilla de 25 futbolistas de alto nivel. Hay que dar la oportunidad a otros jugadores y sentar a los que no atraviesan un buen momento. Con vistas sobre todo a fraguar una mayor seguridad defensiva y a reducir los riesgos y los errores. Aitor, Cabaco, Vukcevic o Moses deberían estar en el horizonte de Pucela. Aunque el 2-6 era ya anecdótico, los dos últimos fueron protagonistas en su debut: Vukcevic metió un balón interior a Moses que lo bajó con clase y definió.
Tras el pitido final, Morales, tras su partido lamentable, tuvo la dignidad de reunir en el círculo central a unos pocos compañeros que quisieron dar las gracias a la afición y exponerse a su veredicto: los 3.000 que quedaban en el estadio les aplaudieron. Fue un gesto para la esperanza.
LOS GRANOTA, DE CERO A DIEZ
Oier (2); López (5), Postigo (3), Pier (2), Luna (5); Prcic (4), Bardhi (6), Campaña (3), Morales (2); Mayoral (6) y Roger (6).
60' Boateng (4) por Roger
60' Vukcevic (5) por Prcic
72' Moses (6) por Campaña
Paco López (6)
Goles:
0-1 10' Ben Yedder
1-1 11' Roger
1-2 20' Carriço
1-3 34' Ben Yedder
1-4 44' Ben Yedder
1-5 48' André Silva
1-6 58' Sarabia
2-6 89' Moses