Dos desplazamientos consecutivos a Galicia, primero para jugar ante el Deportivo de La Coruña y luego frente el Celta de Vigo, marcarán el devenir del Valencia en el campeonato de Liga
VALENCIA. Dos desplazamientos consecutivos a Galicia, primero para jugar ante el Deportivo de La Coruña y luego frente el Celta de Vigo, marcarán el devenir del Valencia en el campeonato de Liga, en el que se ausentará del campo de Mestalla durante un mes.
El Valencia llega a ese doble envite gallego en décimo quinta . posición, con solo nueve puntos sumados en otras tantas jornadas, después de protagonizar su peor arranque liguero y haber sufrido ya la visita a Mestalla de dos de los mejores equipo del momento, el Atlético de Madrid (0-2) y el Barcelona (2-3).
Ahora el Valencia se aleja de su estadio durante casi un mes, pues desde que jugó el sábado pasado ante el Barça no volverá a pisar Mestalla hasta el 20 de noviembre, cuando recibirá al Granada, pues a los dos duelos de fuera de casa seguidos hay que unir un nuevo parón liguero por compromisos de selecciones del próximo mes.
Será el próximo lunes cuando empiece este doble enfrentamiento ante rivales gallegos, con la visita a Riazor para medirse al Deportivo en un partido que empezará a marcar seriamente unos objetivos valencianistas que se han visto condicionados por un pobre comienzo de Liga que se llevó por delante al técnico Pako Ayestarán.
Con dos partidos en el banquillo y una semana más de trabajo acumulado, será el momento de ver el progreso del trabajo de Cesare Prandelli al frente del equipo tras una victoria en Gijón, ante el Sporting, y una derrota in extremis y buenos momentos de fútbol ante el Barcelona en casa.
Después del siempre exigente duelo ante el Depor -tras la rivalidad fraguada a mediados de los noventa-, el Valencia se medirá una semana más tarde, el domingo 6 de noviembre, al Celta de Eduardo Berizzo, capaz tanto de ganar al Barcelona como de dejar escapar puntos ante rivales de menor entidad.
Estos dos duelos se antojan fundamentales para el futuro del equipo valenciano, ya que el campeonato estará cerca de alcanzar su primer tercio y de los resultados que se den en ellos se sabrá si el Valencia de Prandelli ha iniciado el camino de la rehabilitación o se instala en la UCI por más tiempo con un calendario ya avanzado.
Estos dos choques examinarán la asimilación de los conceptos del nuevo técnico y determinarán un estado de ánimo u otro para afrontar un nuevo parón por partidos de selecciones en el que seguir con la asimilación de las directrices de Prandelli y llegar al siguiente partido en casa, ante el ahora colista Granada, en mejores condiciones.
Precisamente en el debe valencianista aparecen también los partidos de Mestalla, otra asignatura pendiente del equipo que debe enmendar con urgencia para avanzar en el objetivo de resurgir después de que sólo haya sido capaz de ganar uno de los cinco que ha disputado tras haber resuelto los otros cuatro con derrota.
Pero antes de cerrar la herida de Mestalla, el Valencia deberá centrar sus esfuerzos en las plazas de Riazor y Balaidos en su calendario más inmediato, en dos partidos claves tanto a nivel clasificatorio como anímico, ya que puede aliviar una situación angustiosa o aumentar el estado de alarma.
Curiosamente, y dentro de una pobre dinámica general, ha sido fuera de casa donde el Valencia ha presentado sus mejores números y rendimiento, con dos victorias, ante Leganés, con 'Voro' González en el banquillo, y frente al Sporting, en el debut de Prandelli como entrenador, en ambos casos por el mismo resultado de 1-2.