VALÈNCIA. Mortadela en Cornellà en el último minuto. Felipe Miñambres habló de lo que hoy le toca comer al Levante, y es lo que se encontró este domingo. De forma tan injusta como letal, el conjunto blaugrana cayó ante un Espanyol rácano, sobre el que fue superior, por culpa de un penalti claro por mano de Álex Muñoz cuando la campana estaba a punto de sonar. Braithwaite anotó el penalti -los granota reclamaron otro de Keita Balde justo en la jugada anterior, también por mano- y hundió al conjunto de Javi Calleja, que aunque había jugado con mucho fuego, mereció llevarse el triunfo de Barcelona en el último cuarto de hora. El propio Braithwaite había abierto la lata a los dos minutos y Dela había empatado con un golazo ya en el segundo tiempo, pero el empate a fiambre, con dos planes demasiado avaros para dos perseguidores del ascenso, acabó sabiendo a botín para el jarro final. Sin suerte... y sin plazas de promoción, que ahora quedan a tres puntos para los blaugrana.
Y es que la primera fue directa a la frente. A los dos minutos, el Espanyol ya había ganado dos acciones letales y Braithwaite, abierto la veda. A la salida de un córner, Dela perdió la primera batalla con Víctor Ruiz y, en la prolongación del central, Capa despistó su marca sobre el delantero danés, que metió la bota para ponerle al Levante el partido cuesta arriba muy pronto. Los de Luis Miguel Ramis, no obstante, no se acomodaron sobre su tapete. Desacertado, al cuadro perico le costó imprimir continuidad al primer estallido y el granota cuajó buenos minutos. Hasta en dos ocasiones en apenas cinco minutos, Álex Valle mordió la espalda de El Hilali y Jofre, y apuntó a la meta de Pacheco. El inicio fue eléctrico y el Levante, a pesar del primer descalabro, superior.
Prueba de ello fueron las ocasiones de un Dani Gómez errático y un Pablo Martínez venido a más cuando juega por dentro. La creatividad de Lozano fue clave para los buenos minutos del conjunto blaugrana, aunque fue permanente la sensación de poco peligro sobre las redes rivales. Menor fue, en cualquier caso, la amenaza de los locales, que en el primer acto no miraron el color de la camiseta de Andrés Fernández más que para abrir el marcador. Lo peor para los valencianos, sin embargo, fue que nada cambió tras el intermedio. Es más, si algo tuvo que ser diferente fue la certeza de Lozano: el '21' regaló una pelota que estuvo a punto de suponer el 2-0.
Además, de no ser por dos grandes intervenciones de Andrés Fernández, el Espanyol habría ampliado la ventaja antes de la hora de juego. Una fue especialmente estelar a remate a bocajarro de Braithwaite, en momentos en que los de Calleja empezaron a jugar peligrosamente con fuego. A punto estuvieron de quemarse, pero Dela arrojó luz. También de córner, servido en corto entre Pablo y Carlitos, el madrileño encontró a Dela al primer palo absolutamente liberado de marca. La asistencia a ras de césped acabó en un cañonazo del central, de primeras y arriba. Difícil para Pacheco, que llegó incluso a tocar el balonazo de un buen Dela. Y el Levante quiso despertar de una reanudación de dudas.
Calleja movió el avispero. Abrió el campo y, con Iván Romero, metió electricidad. El Levante quiso ir a por el partido a falta de un cuarto de hora para el final y también abrió su abanico de opciones. Romero buscó portería y, más tarde, Carlos Álvarez bailó dentro del área pero su disparo acabó en las manos de Pacheco. La apertura del choque también iba a beneficiar al Espanyol, que tuvo en El Hilali la opción perfecta para jarrear el Levante con agua congelada. Entró para fusilar a Andrés y chutó con la espinilla. Fue cuando el encuentro se convirtió en un correcalles y dejó de ser pura mortadela.
En esas, un mal control de Iván Romero echó por tierra una gran opción, pero la ocasión del partido la encontró Dani Gómez. Un centro desde la izquierda dejó solo al de Alcorcón, que quiso enganchar de primeras, con nadie a muchos metros a la redonda. Desviado ante un meta vendido. Complicado hallarlas más claras. El Levante mereció ganar, pero el problema, como casi siempre, fue que el reloj fue pegado al trasero. Y así todo se complica. Tanto que, a veces, el tic-tac explota en contra. Y el Espanyol se encontró con un penalti por mano clara de Álex Muñoz, justo después de una posible mano de Keita Balde en el área contraria. Arcediano Monescillo se señaló el hombro para explicar esa, pero la del área granota fue cristalina. Braithwaite anotó y sirvió mortadela de merienda. La derrota hunde al Levante, sumergido en un mar de equipos que buscan la promoción, mientras el Espanyol, sin saber cómo, vuelve a las plazas de play-off.
Ficha técnica:
RCD Espanyol: Pacheco, El Hilali, Sergi Gómez, Víctor Ruiz (Cabrera, m. 65), Ian (Rubén Sánchez, m. 76), Aguado (Keidi Bare, m. 84), Pol Lozano, Jofre, Pere Milla (Salvi, m. 65), Omar Sadik (Keita Balde, m. 77), Braithwaite
Levante UD: Andrés Fernández, Capa, Dela, Álex Muñoz, Valle, Oriol Rey, Lozano (Romero, m. 66), Pablo Martínez (Rober Ibáñez, m. 88), Carlos Álvarez (Andrés García, m. 79), Dani Gómez, Bouldini (Clemente, m. 79)
Goles: Braithwaite (1-0, m. 2); Dela (1-1, m. 58)
Tarjetas: Víctor Ruiz (m. 20), Sergi Gómez (m. 56), Omar Sadik (m. 72) por el Espanyol; Lozano (m. 20), Dela (m. 30), Valle (m. 36) por el Levante