VALÈNCIA. La asociación Libertad VCF presentó el pasado lunes, día 24 de mayo de 2021, a la Real Federación Española de Futbol "una solicitud de ayuda para que tome parte en los recortes a la libertad de expresión que están sufriendo los aficionados y la prensa de manos de la dirección del Valencia CF".
El documento deja patente el malestar por las recientes manifestaciones del señor Peter Lim en el Financial Times que suponen "un ataque a la dignidad del club, de su afición y del futbol español en general".
"A la atención de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Libertad VCF es una asociación con tan solo 6 meses de vida, pero que cuenta ya con 500 socios nominales y representa a más de 4.000 accionistas del Valencia C.F. S.A.D. (en adelante, Valencia C.F.), superando las 50.000 acciones representadas y el 1,5% del accionariado total.
En nombre de los socios y accionistas que representamos, deseamos transmitirles las siguientes informaciones que se están produciendo en la gobernanza del Valencia C.F. y atentan claramente contra el fútbol como actividad deportiva, la ética y buena gobernanza en el deporte y la prevalencia de los valores deportivos sobre los intereses comerciales.
Entendemos que estos hechos son relevantes para la RFEF, cuyo objeto estatutario y legal incluye la promoción del fútbol y la prevalencia de sus valores y principios deportivos: (extracción de los estatutos vigentes de la RFEF. Titulo Primero) “La RFEF tiene como objeto el fomento […] la protección, el desarrollo y la práctica […] del fútbol en todas sus especialidades”. “Son objetivos y principios rectores de la actuación ordinaria de la RFEF la promoción de los valores universales, educativos y culturales que están en la base y fundamento del fútbol, y especialmente promoviendo y protegiendo los estándares éticos y de buena gobernanza en el fútbol español y la promoción de que los valores deportivos prevalezcan sobre los intereses comerciales.”
PRIMERO.- El pasado 7 de mayo se publicó en un medio internacional de gran relevancia (Financial Times) una entrevista al Sr. Peter Lim, quien es máximo accionista y controla el Valencia C.F. a través de la sociedad Meriton Holdings. Las palabras del Sr. Lim se ligaban a la gobernanza y al devenir del propio Valencia C.F. Estas palabras suponen un claro desprestigio no solo del Valencia C.F., como entidad, sino también un abuso y ataque a los valores deportivos y sociales en los que se fundamenta el fútbol en España.
El enlace a la entrevista completa acompaña el final de esta carta, pero adelantamos aquí algunas de sus más vergonzosas afirmaciones: "[ser dueño del Valencia] ha sido increíblemente bueno para poder hacer networking. Una vez estábamos comiendo, todos los propietarios [de clubes], en una de las finales de Champions... tenías a jeques, reyes, mafiosos, negros, blancos y amarillos. Y estábamos discutiendo sobre: ¿por qué compraste este jugador por tanto dinero? Éramos como niños... Este deporte hace que todo se iguale". "Y la verdad es que [los aficionados] me provocan algo de compasión, pero entre nosotros, entre amigos, solemos decir que las cosas más pequeñas te dan los dolores de cabeza más grandes".
Estas declaraciones, leídas en el contexto de la actual inestabilidad social y deportiva por la que atraviesa el Valencia C.F., no pueden pasar desapercibidas para un organismo como la RFEF. Las ideas que el Sr. Lim transmite en sus afirmaciones atentan directamente contra los valores universales, educativos y culturales que están en la base y el fundamento del fútbol, así como contra los estándares éticos y de buena gobernanza.
Por todo ello, entendemos, desde nuestra asociación, que la RFEF debería manifestarse en total oposición contra estas declaraciones. El Sr. Lim adquirió el Valencia C.F. para utilizarlo como un instrumento y una vitrina de prestigio para sus negocios e intereses particulares. Pero, cuando los intereses comerciales, económicos y financieros individuales reemplazan a los principios deportivos de mérito y competencia, el fútbol se desvirtúa.
En el Valencia C.F., hemos visto, desde hace tiempo, cómo no se promueve, se mantiene o se vende a jugadores con base en su mayor o menor calidad y entrega al deporte, sino únicamente como parte de un mercadeo cuyo alcance y objetivos espurios sospechamos. El resultado de esta manera de gestión y hacer negocio en el fútbol está a la vista de todos. En resumen, toda inacción ante este tipo de afirmaciones y posiciones adoptadas por máximos accionistas y directivos de clubes de fútbol permitirá que la mala hierba crezca alrededor de este deporte en España y esta acabará por asfixiarlo y matarlo, si no actuamos con contundencia.
SEGUNDO.- La administración del Valencia C.F. comenzó, ya hace tiempo, una peligrosa deriva con el objetivo de blanquear su mala gestión y acallar las voces críticas, adoptando medidas como el blindaje de la Ciudad Deportiva de Paterna y el intento de eliminar las críticas de los accionistas minoritarios del Valencia C.F. en las Juntas Generales de Accionistas. En los últimos meses, estas medidas están traspasando límites intolerables, que suponen un ataque frontal a la libertad de expresión en una sociedad democrática.
Medidas como restringir las interacciones de TODA la afición valencianista con el club en redes sociales, con la excusa de una campaña contra el racismo, que nos convierten en el único club de España y, probablemente, del mundo que no permite a la afición interactuar con los mensajes que el club vierte en sus redes sociales. Pero más grave aún fue la injustificable censura producida el pasado domingo 16 de mayo, en la que es la casa de todo el valencianismo, Mestalla, cuando esta se abrió al público parcialmente (5.000 aficionados). El personal de seguridad del Valencia C.F. fue instruido para prohibir la entrada de mensajes de oposición y discrepancia al máximo accionista, aunque estos fueran correctos y educados.
Estamos ante un caso claro de apropiación de un club centenario por parte de un individuo, el Sr. Lim, el cual entró en el accionariado del Valencia C.F. con engaños y mentiras y, una vez instalado, está expulsando de su “casa” a todos los valencianistas. Es por todo ello que entendemos que la RFEF debe actuar en defensa de un fútbol en el que el aficionado pueda expresarse libremente y ser escuchado, con total respeto al ordenamiento jurídico español. Los valencianistas tienen todo el derecho a mostrar su malestar por la forma en la que el máximo accionista y el Consejo de Administración del Valencia C.F. están gobernando un club que, en sus 102 años de historia, siempre ha sido faro de los derechos sociales y cívicos, de igualdad y tolerancia. Esta carta constituye un llamamiento doble a la RFEF.
Por un lado, solicitamos que actúe con respecto a una entidad, el Valencia C.F., en la que su máximo accionista y su órgano de gobierno están traspasando límites y quebrantando principios y valores que establecen los propios estatutos de su Federación. Y, por otro lado, tomen esta carta como una solicitud enérgica de auxilio. Una suerte de grito desesperado de la afición valencianista, que observa con estupor cómo los derechos civiles, los valores sociales y la ética de su club, labrados durante 102 años de trabajo y esfuerzo, están siendo vilipendiados y perjudicados por su máximo accionista y sus gestores actuales. Ayuden al valencianismo. Ayuden al Valencia C.F. a no convertirse en una sociedad en la que prevalezcan los intereses comerciales ajenos".