Quico Catalán 'vende' la rentabilidad del Levante para atraer a inversores en Forinvest 

VALÈNCIA. “Somos el único club valenciano que al IVF no le ha generado ningún problema”. Con este y otros muchos argumentos Quico Catalán, Presidente del Levante UD, ha tratado de atraer a posibles inversores para los próximos proyectos del club durante su intervención en el almuerzo de trabajo acerca de la gestión de una sociedad anónima deportiva en Forinvest. La rentabilidad y el férreo control económico de la entidad que dirige desde hace 10 años es la principal arma con la que cuenta para encontrar financiación para los próximos proyectos del club que incluyen la creación de una nueva ciudad deportiva en Nazaret y la remodelación del estadio Ciutat de València que constará de tres fases. Dos proyectos que costarán al Levante más de 40 millones de euros.

El Presidente del Levante ha puesto en valor el crecimiento que ha tenido la entidad desde que él cogió las riendas en el año 2009 en el que han saneado las cuentas y han dado solidez al club granota. En 2008 entró en concurso de acreedores y cuando Catalán se puso al mando había una deuda de más de 96 millones de euros. Hoy la cifra está en 16 millones. El valenciano explica cómo a raíz de esa situación, el Levante se ha colocado como uno de los referentes en la Liga de fútbol en control económico: “El hecho de entrar en concurso en 2008 nos hizo adelantarnos a los tiempos. Creamos tendencia. En 2010 ya teníamos un autocontrol económico. A partir de la temporada 14-15 es cuando se implementó el control económico y muchos se llevaron las manos a la cabeza. Nosotros veíamos normal llevar esa rigidez”.

Dentro de la imagen de transparencia que el Presidente del Levante intenta transmitir, desglosa esos 16 millones que tiene de deuda la entidad granota: “Dos millones se los debemos al Ayuntamiento de Valencia, que los tenemos que pagar en 2021. El resto son créditos que no nos han reclamado y que no llegan al millón de euros. Poco más de 13 millones de euros están refinanciados hasta 2034 con Caixa Bank y Caja Mar”. Con este discurso de austeridad, Catalán insiste en que “el escenario del Levante respecto a la deuda es más que óptimo”, por lo que “somos un club que es lógico que sea apeticible para inversores que hoy están rondando muchos clubes”.

Desde la temporada 2011-12, la que considera Catalán que es la primera de solidez del Levante, “hemos crecido en un 136% en ingresos”, mientras que la Liga lo ha hecho en un 84%. Una parte muy importante de esos ingresos que tiene el Levante es la entrada en vigor a partir de la temporada 16-17 del Real Decreto de venta centralizada de los derechos de televisión. De cobrar 10,9 millones en la campaña 10-11, el club granota ha pasado a ingresar alrededor de 45 millones de euros en dicha partida. El valenciano admite que las diferencias de ingresos entre los diferentes equipos de la Liga en esta partida debería ser menor, pero entiende que “no es justo que el Levante cobre lo mismo que el Real Madrid”.

Aunque Catalán acepta que en los primeros cuatro años de su gestión, “las ventas fueron muy importantes para el futuro del club”, los traspasos no son una fuente de ingresos que utilicen para cuadrar las cuentas: “Nunca contemplamos ningún euro de traspaso de jugadores para cuadrar un presupuesto”. Sin embargo, admite que “sin tener la obligación de vender, somos un club que intentamos estar en el mercado” y que en ocasiones se nutren de provechosas ventas como en el caso de la de Jefferson Lerma. La más alta en la historia de la entidad que llegó a más de 30 millones de euros.

Con este modelo de gestión económica, el beneficio medio bruto del Levante alcanza los 7 millones de euros: “En el fútbol puedes ser competitivo con otros datos y productivo, pero hemos optado por este camino. Control, rigor, gastar lo que hay que gastar y ser competitivos con nuestros recursos. Esta es la foto que queremos que tenga el Levante los próximos años”, indica el Presidente.

La persuasión, sin embargo, no es solo económica. Quico Catalán busca también transmitir el sentimiento de pertenencia a una tierra, Valencia, con proyecto de futuro, responsabilidad social y dirigida a los más pequeños: “En 10 años veo al Levante en manos de valencianos, con un gran estadio y ciudad deportiva, con mucho potencial, con masa social cada vez mayor y más arraigado en la sociedad".

Lo cierto es que el Levante está en estos momentos inmerso en dos importantes proyectos. La creación de la nueva ciudad deportiva en Nazaret y la remodelación del Ciutat de València son clave en el desarrollo del club. Catalán desgrana que la ciudad deportiva costará entre 18-20 millones, aunque todavía están en una fase en la que los presupuestos todavía no son cien por cien seguros. En misma situación se encuentra el estadio. La primera fase en la que se colocará una cubierta costará entre 12 y 14 millones. La segunda y tercera fase en la que se remodelará el exterior, los accesos, los servicios, etc., costarán entre 16 y 17 millones. Un total de alrededor de 40 millones de euros de inversión.

Respecto a los plazos, Catalán ha aclarado que “la ciudad deportiva la idea es que empiece a final de este año y que en 2021 podamos pisarla. El estadio, la primera fase empezar en dos meses, la segunda fase sea en las mismas fechas el año que viene y la tercera fase en las mismas fechas del año siguiente. Que en septiembre-octubre de 2021 esté el estadio”. Un 2021 pletórico.

El Levante ya está trabajando al respecto, pues todavía no tienen la financiación encima de la mesa: “Llevamos más de un año trabajando con un consultor y estamos ahora inmersos en el mercado. Queremos coger lo que nos costaría el estadio, la ciudad deportiva y la deuda y generar un nuevo estado financiero del Levante para los próximos años. Ya estamos trabajando para encontrar esos aliados para poder abordar esta operación”. La idea es conseguir “un puzle de entidades bancarias, que haya una que la medio lidere, y conseguir alianza de cuatro o cinco empresas empresas”. Un escenario idóneo el de Forinvest, uno de los mayores foros financieros del país, para transmitir el proyecto de la entidad. 

Sin duda, Catalán ha lanzado un mensaje en el que quiere remarcar que el Levante es el club de los niños, quienes entran gratis al Ciutat de València, con programas sociales promovidos por la Fundación, que promueve el fútbol femenino y con un mensaje de humildad: “El Levante siempre va a ser entre esos 10 elegidos para descender. No es que sea pesimista, soy realista”. Pero sobre todo ha transmitido el ADN cien por cien valenciano, a diferencia de su rival en la ciudad, el Valencia CF, que está en manos de extranjeros.

El Presidente del Levante también ha aprovechado la ocasión para hablar acerca de lo que puede suponer para la reputación de un club la supuesta implicación de un jugador suyo, Toño García en una trama de extorsión que le ha tenido tres semanas en una cárcel de Teruel. Quico Catalán no tiene claro en estos momentos cuál es el alcance pero cree que lo “podremos saber” a través de los impactos en la prensa y en el aspecto económico. Admite que “no es nada agradable, es complicado lo que estamos viviendo”, pero piensa que “no lo hemos gestionado mal como club”.

El VAR también ha sido uno de los protagonistas de la jornada. El Presidente del Levante asegura que “estoy a favor del VAR aunque nos esté perjudicando en los últimos tiempos”. Pese a que cree que “el lunes pasado fue el árbitro el que se equivocó”, asegura que este nuevo medio tecnológico todavía es un “bebé”, al que hay que irse “adaptando”, pero sin duda concluye que “la incorporación del VAR al fútbol es importantísima”.