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LAS FINALES DE COPA "EN COLOR" DEL VALENCIA CF (CAPÍTULO II)

1995, la lluvia ahogó al Valencia en la final

8/04/2022 - 

VALÈNCIA. Segundo de los capítulos dedicados a las finales de copas del Rey "en color" disputadas por el Valencia CF. En esta ocasión nos detendremos en la final disputada en 1995. La única de las últimas 5 disputadas por el club que no acabó en título, y la única de la historia del torneo que se tuvo que jugar en dos días diferentes por una suspensión debido a la tromba de agua caída sobre Madrid en aquella tarde noche. Cuando el equipo le había cogido el aire a la final y estaba siendo superior al Depor, la lluvia obligó a interrumpir el partido y alejó al Valencia CF del título.

Per un Valencia campeó

Ese era el lema que aupó a Paco Roig la temporada anterior a ganar las elecciones al consejo de Administración tras dos años de desgaste contínuo al anterior consejo presidido por Arturo Tuzón. Las elecciones se producen el 9 de marzo de 1994 y Roig se impone ampliamente al candidato oficialista Ramón Romero. Entre sus promesas, los grandes fichajes que devuelvan al Valencia CF a lo más alto.

Ese verano, Roig se trae a dos campeones del mundo: para el campo al medio centro Iomar do Nascimento "Mazinho" y al técnico ganador del mundial de USA 94, Carlos Alberto Parreira. Además (entre otros) se trae a Otero y Engonga del Celta, a Romero, Poyatos y Salenko (pichichi del mundial) del Logroñés, a Maqueda del Real Madrid y a Juan Carlos y Andoni Zubizarreta del FC Barcelona.

El proyectó no acabó de arrancar en su primera temporada. Décimo en la tabla clasificatoria, los malos resultados en liga y el pobre partido en la ida de las semifinales de copa ante el Albacete en Mestalla le costaron el puesto a Parreira. Como suele ocurrir en estos casos, un hombre de la casa fue el encargado de apagar el fuego: José Manuel Rielo. El técnico setabense metió al equipo en la final y estuvo muy cerca de levantar el título.

El camino

Lo inicia el Valencia CF en las Islas Canarias y concretamente en Fuerteventura ante un tercera división, el Corralejo. Las peculiares características del estadio local, el Vicente Carreño eran de tal calibre que la superficie del mismo era de arena volcánica, muy diferente a aquellas superficies en las que se juega el fútbol de élite y la jugada estuvo a punto de salirle cara a los valencianistas. El primer once fue el formado por Sempere; Serer, Romero, Maqueda, Botella, Engonga, Arroyo, Álvaro, Eloy, Penev y Salenko. Los de Parreira se adelantaron pronto con un gol de falta de Pepe Gálvez en el minuto 15. Pero poco a poco los locales le cogieron el aire al partido y le dieron la vuelta. René en el 24 y Coca en el 31 pusieron contra las cuerdas a los de Parreira que se estiraban para empatar y tuvieron en Sempere a su mejor jugador para evitar una diferencia mayor en el marcador con cada contra local. A 20 minutos del final, Carlos Arroyo de falta empataba el partido. La vuelta no tuvo historia con triunfo valencianista por 5-0 Fernando, Salenko (que marró un penalty) y un hat trick de Lubo Penev sellaron un partido cuya única anécdota es que se jugó en Castalia por cumplir Mestalla un partido de clausura por sanción.

El Salamanca de la segunda división fue el siguiente rival. Otra eliminatoria con una mala ida arreglada en Mestalla. Derrota 2-1 en El Helmántico que pudo ser peor ya que los locales llegaron a estar 2-0 con goles de Quico y Díaz (minutos 8 y 29). Pepe Gálvez volvió a aparecer en el minuto 36 para propiciar una remontada asequible en Mestalla. En la vuelta, Fernando, Camarasa y Álvaro remataron la faena en 65 minutos sin más historia. El próximo rival era el que iba a lanzar al equipo en la competición. Esperaba el Real Madrid.

Un Madrid lanzado en liga y que sería a la postre campeón de del torneo de la regularidad se vio sorprendido por un Valencia que arrancó un 1-2 del Bernabéu. Dos goles de Salenko en su mejor actuación como valencianista en los minutos 27 y 55 neutralizaban el tanto inicial de Raúl a los 11 minutos. A la vuelta Parreira lo tenía claro, el valor doble de los goles en campo contrario obligaba a los madridistas a marcar al menos dos goles en Mestalla. El plan era encerrarse atrás, dejar que pasaran los minutos y que el Madrid se abriese para pillarlo a la contra. El plan tenía fundamento, pero al personal empezó a no llegarle la camisa al cuerpo cuando Laudrup en el minuto 11 adelantaba al Real Madrid. Aún así, el Valencia fue paciente y disciplinado, y acabó obteniendo sus frutos. Mijatovic en el 86 y Fernando en el 90 le daban la vuelta al marcador para eliminar al Madrid y darle a Paco Roig su primera noche mágica en Mestalla como presidente.

Los cuartos de final ofrecían -a priori- una eliminatoria menos incómoda ante otro segunda división, el Mallorca. La ida en terreno balear se complicó para los de Parreira que fueron mejores pero acabaron perdiendo por 1-0 con una noche de aciaga puntería. La vuelta fue otra cosa con el apoyo de Mestalla, al minuto 4 Pedja Mijatovic ya había igualado la eliminatoria. Penev en el 40 puso en franquía a los valencianistas, acompañaba con el tercero Fernando Gómez en el 54 y remataba de nuevo Lubo en el 86. 4-0 y a semifinales. Próximo rival, el Albacete.

Sin embargo, esa eliminatoria fue la tumba para el técnico Carlos Alberto Parreira. La ida en Mestalla acabó 1-1 y de milagro con un Albacete muy superior. El equipo (que ya venía atascado en la liga) tampoco dio una mejor cara en la Copa. Sala en el minuto 24 adelantó a los manchegos y Lubo Penev desde el punto de penalti empataba para un Valencia inoperante que despertó gritos en la grada contra el técnico Parreira. A la mañana siguiente Paco Roig y Jesús Martínez tomaron la decisión, Parreira dejaba de ser el técnico y su sustituto sería José Manuel Rielo

El técnico setabense planteó un muy buen partido en el Carlos Belmonte y a la contra le ganó la partida a los de Benito Floro. Robert en el 28 tras asistencia de Mendieta y Penev en el 72 culminando una contra de manual pusieron el 0-2, y aunque los locales acortaron distancias 4 minutos más tarde por mediación de Dertycia, cuando Soriano Aladrén pitó el final del encuentro, el 1-2 en el marcador metía al Valencia CF en una final de copa 17 años después.

La(s) final(es)


Y lo más curioso de aquella jornada es que el día amaneció tórrido en Madrid, rozando los 30 grados. Era normal, era un 24 de junio y el calor era lo más lógico. Sin embargo la lluvia aparecería de manera desatada hasta el punto de provocar por primera y única vez en la historia de la competición la suspensión del tramo final del encuentro y su reanudación varios días más tarde.

Los días previos fueron muy movidos. Además de un lío tremendo con el reparto de entradas, con enfrentamientos de jugadores de la plantilla con el propio Paco Roig en el interior de las oficinas y la polícía poniendo orden ante una furibunda hinchada que casi tomó al asalto las antiguas oficinas situadas en la Avenida de Aragón.

Pero peor fue lo de Mijatovic. Auténtica bandera del ataque junto a Lubo Penev, se lesionó a 14 días de la final tras la penúltima jornada de liga ante el Compostela. Rotura de fibras que hacía peligrar su concurso en la final. El club toma -en connivencia con el futbolista- la opción de ir a un fisio holandés muy controvertido Dick Van Toorn. Sus métodos, extremos pero válidos, romper el umbral del dolor del futbolista para que aunque la lesión continúe no note las molestias que le produce.

Así que el Valencia se presentó con este hándicap en la final pero el aún entonces yugoslavo llegó a aquel encuentro. Un partido en el que el Deportivo también llegaba bastante exigido. El súper Depor de Arsenio venía marcando buenas temporadas tras una gran inversión, pero los títulos no llegaban. El rumor en tierras gallegas era que si no llegaba un título pronto el grifo del dinero no duraría abierto mucho más.

Así que el 24 de junio (sábado), se dieron cita con arbitraje del madrileño José María García Aranda de Encinar Valencia y Deportivo de La Coruña en el Santiago Bernabeu. 

Los de Rielo formaron de inicio con Zubizarreta en portería, Mendieta, Camarasa, Giner y Juan Carlos en defensa. Mazinho, Robert, Poyatos y Fernando en el centro del campo, y Penev y Mijatovic en el ataque. Por parte del Deportivo de La Coruña Arsenio Iglesias puso en liza a Liaño bajo palos, Voro, Djukic y Ribera como centrales con Nando y López Rekarte en las bandas. Donato, Fran y Aldana en el centro del campo y arriba Bebeto y Manjarín.

El partido comienza con el Valencia muy nervioso y el Depor más metido en el partido. De esa manera y en el minuto 36 Giner pierde el balón ante Manjarín que en el mano a mano bate a Zubizarreta. Con ese 1-0 el partido se iría a los vestuarios. Pero tras el descanso todo cambiaría.

Las nubes iban cubriendo el Bernabéu, mientras el sol futbolístico iba saliendo para los de Rielo que se fueron haciendo con el dominio del partido y acumulando oportunidades. 

Para ese comienzo de la segunda mitad ya había empezado a descargar agua, aunque la intensidad iría aumentando hasta niveles casi nunca vistos en la capital de España en esas fechas. 

Y ya cuando la tromba de agua comenzaba a ser intensa, el Valencia dispone de una falta al borde del área en el minuto 25 de la segunda mitad. Mijatovic demostró su pericia en esta suerte colocando el balón lejos del alcance de Liaño pese a lo que pesaba ya el balón por el agua caída a esas alturas del partido; empate a uno a veinte minutos del final.

El Valencia a esas alturas estaba más cómodo y llegaba mejor, pero el agua caía cada vez con más fuerza hasta formar una cortina de agua que apenas impedía la visión y que rodara la pelota. 

Y de ese modo, García Aranda decretó la suspensión -en principio momentánea- del encuentro en el minuto 79. Decidieron esperar, pero la cosa empeoró con granizo, así que no quedó otra que pactar con los equipos la reanudación de la final 3 días mas tarde. Lo que quedaba de la final (así lo indica el reglamento) se jugaría el día 27 (martes).

La reanudación fue una odisea. Para muchos valencianistas que no pudieron ir por jugarse en día laborable y para otros tantos que no pudieron acreditar haber estado tres días atrás en el Bernabeu ya que la tromba de agua empapó la ropa de los aficionados y muchos perdieron allí hecha añicos su entrada. Por si todo esto fuera poco, una deficiente coordinación del evento causó colas kilométricas en La Castellana con lo que muchos autobuses ni siquiera llegaron a ver la los diez minutos finales. Otros llegaron para ver a Fran levantar el trofeo y los menos justo con el cabezazo de Alfredo que partió en dos las ilusiones del valencianismo.

La jugada es de sobra recordada, el balón al área con fallo de Juan Carlos, en la marca que deja sólo a Alfredo Santaelena. Zubi intenta salir cuando se apercibe del error para desepejar de puños, pero lo hace tarde. 2-1 y trofeo para el Depor.

En el ánimo de la plantilla valencianista siempre quedó la idea de que si no se hubiera suspendido la final, hubiera caído del lado valencianista. Una hipótesis imposible de probar, pero que no parece nada descabellada. El valencianismo con mucho pesar se preguntó cuando llegaría la siguiente final tras haber estado 16 años sin pisar ninguna. No sabían que el mejor baile de sus vidas estaba por llegar tan sólo 4 años después...

(Próximo martes, capítulo III: 1999, La Cartuja, el Piojo y el comienzo de una era)

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