VALÈNCIA. La operación Rafinha no se ha movido sustancialmente a lo largo de un fin de semana que parecía clave. El acuerdo con el jugador es total por parte del Valencia pero falta pactar la cifra que, finalmente, pagará el club de Mestalla por el centrocampista brasileño. Los mandatarios del Barça se han centrado en la venta de Denis Suárez al Celta de Vigo, que redondearon en la jornada del sábado, y aparcaron hasta esta semana la decisión respecto al traspaso de Rafinha.
La razón es que el Barça con el traspaso de Denis Suárez ha cuadrado sus cuentas antes del 1 de julio y ya no tiene tanta prisa por vender, según la información que llega desde Barcelona. La venta del centrocampista gallego al Celta le ha reportado 16 millones, 12'9 millones fijos más 3'1 en variables. Esa cantidad unida a los traspasos de André Gomes al Everton (25 millones), Cillessen al Valencia (35 millones), Marc Cardona a Osasuna (2,5 millones) y Cucurella al Eibar (2 millones) le ha permitido ingresar 80,5 millones y cerrar el ejercicio 2018-19 sin perdidas.
El Barcelona, no obstante, necesita todavía vender más jugadores para atacar los fichajes que pretende. Uno de ellos es Rafinha, que tiene encaminada su salida en dirección Valencia.
El Barça demanda 15 millones de euros, justo la misma cantidad por la que cerró el traspaso de Denis Suárez. El Valencia, mientras, trata de regatear esa cifra y pagar menos, aunque ofrecería varios pagos adicionales, en función de varias variables a conseguir por el jugador, hasta llegar a esos 15 millones.
Para que la venta de Rafinha cuaje se tiene que definir todavía el precio de salida, que marcará la ficha del futbolista en Mestalla. Esto es, el salario será mayor si la cifra del traspaso es menor. Rafinha ya ha decidido bajarse el sueldo pero tampoco quiere perder mucho dinero. En todo caso, la operación, que está cercana, nunca superaría los 15 millones de euros. Si no logra una rebaja, el club blanquinegro abonaría esa cantidad durante tres temporadas a raíz de cinco millones por año.
La cláusula de disponibilidad que quiere incluir el Valencia en este fichaje es otra de las dificultades a salvar. Dado el historial de lesiones del que ya informábamos en Plazadeportiva.com, Mateu Alemany pretende poner en el contrato una cláusula de "disponibilidad". Esto quiere decir que si el futbolista no se encuentra en condiciones médicas de disputar, al menos, el 75% de la temporada, el Valencia pagaría sólo dos millones por año en lugar de cinco (un 60%) menos de lo acordado en un principio.