VALÈNCIA. José Bordalás mudó la piel del Valencia para enfrentarse al Villarreal cuando las dudas y los miedos empezaban a asomar en el vestuario. El técnico alicantino modificó su 1-4-4-2, rígido hasta esa fecha, y lo convirtió en un 1-4-1-4-1 cuando el equipo estaba en fase ofensiva y en 1-4-5-1 en fase defensiva. El rediseño, pese a contar con bajas y jugar con futbolistas de perfil ofensivo como Marcos André y Hélder Costa en las alas, fue un acierto.
En el Valencia de Bordalás el dibujo lo condicionan, dos jugadores: Guedes y Maxi Gómez, y especialmente el uruguayo, más estático. Con ambos futbolistas en el campo, Bordalás siempre ha partido con ellos en punta en un 1-4-4-2. Maxi, lógico, no puede jugar en otra demarcación, Guedes, en cambio, puede moverse por todo el frente de ataque y actuar como delantero móvil, segundo punta, y extremo por ambos carriles. Bordalás, en cambio, considera que el portugués es un delantero y lo prefiere lejos de la banda, aunque le da autonomía para caer a los costados cuando el futbolista interprete que sea positivo para el equipo, tal y como sucedió en El Sadar, por ejemplo.
El técnico alicantino entiende que Guedes es el futbolista diferencial del equipo, el que puede, por sí mismo, cambiar el rumbo de un partido; por eso lo libera del trabajo y del ida y vuelta que supone jugar en las alas. Es cierto que en el Villamarín, el portugués empezó en un banda, con Hugo Duro y Marcos André en vanguardia, pero el técnico pronto retrasó a Duro y subió a Guedes.
Bordalás reforzó este planteamiento el sábado cuando presentó a Guedes en punta ante los amarillos de Unai Emery. Sin Maxi, lesionado, optó porque su '9 mentiroso' fuera el portugués. Marcos André, que fichó como alternativa al uruguayo, estuvo en la izquierda fajándose como un defensor.
Según este razonamiento, con Maxi en el campo, Bordalás, probablemente, no habría alterado su 1-4-4-2 frente al Villarreal. El sábado ante el Atlético de Madrid repetirá modificación. ¿La razón?, la baja de Maxi Gómez, convaleciente de una lesión muscular en el recto anterior de la pierna derecha que el club no ha identificado, pero que lo alejará del choque del domingo.
La ausencia del uruguayo permite que Bordalás cambie su libreto. El entrenador aprovecha que se queda sin un delantero más posicional para agrupar más futbolistas en zona de medios y luego poner arriba un perfil de atacante más dinámico que, entiende, que ha de ser Guedes pese a que Marcos André, también puede ejercer esa función. Ante un rival, como el Atlético que viene, que meterá mucha gente por dentro, Bordalás quiere equilibrar fuerzas. Liberará a Guedes del trabajo de banda, aunque lo obligará en la presión y obligará a trabajar a los jugadores que partan de los costados, como hizo ante el Villarreal.