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bordalás expresa públicamente sus diferencias con la propiedad tras la final de copa

Los disparos de una relación rota

12/05/2022 - 

VALÈNCIA. La relación entre Bordalás y Meriton pasa por uno de sus momentos de más tensión en la temporada. La escalada de las andanadas en las ruedas de prensa del entrenador hacia la propiedad centradas en el proyecto que ha de venir se sitúan en intensidad a las acaecidas en enero durante la ventana del mercado de incorporaciones.

Ahora esos disparos dialécticos tienen un trasfondo de mucho más calado. La temporada está a punto de finalizar y tal y como en su día informó Plazadeportiva, existe una cláusula de escape para que las partes puedan rescindir unilateralmente su vinculación

La desconfianza entre ambas partes es evidente. Bordalás lleva avisando en cada rueda de prensa sobre la necesidad de afrontar una remodelación de la plantilla con garantías de cara a la temporada 22/23 y explotó tras confirmarse -en la adquisición de Hugo Duro- que su opinión no cuenta para nada. Por otro lado, Meriton no habla públicamente pero si tiene sus altavoces para trasladar el descontento con el entrenador. Además de las críticas en privado de Anil Murthy hacia el técnico, el Batzine (publicación para Singapur y países de habla inglesa financiada con dinero del club) ya ha criticado públicamente la figura del entrenador.

La guerra es total y está abierta. Bordalás ha decidido no callar y hay quien interpreta que una y otra parte están tensando la cuerda para ver si la otra la rompe y carga con los 700.000 euros que cuesta que no haya una segunda temporada que ligue ambos destinos más allá del 30 de junio. 

Todo comenzó en la previa del encuentro ante el Levante (el primero de liga que afrontaba el equipo tras la derrota en la final de La Cartuja). Ahí ya se le preguntó por su futuro y se mostró esquivo y poco contundente con la respuesta: "Los entrenadores no tenemos asegurado nuestro futuro y yo lo entiendo así. Estoy muy feliz y muy a gusto, me siento querido, no tengo porque hablar de un futuro yo vivo el momento".

Vinculado a su futuro se le cuestionó por su relación con el propietario y de una segunda reunión telemática prometida tras una primera toma de contacto y que nunca llegó: "No tengo una preocupación especial en tener que hablar, se habla con el presidente o el director deportivo y no tengo una gran preocupación en no hablar con Lim, en ese sentido no lo pienso, cuando acabe la temporada se suele hablar de cara al futuro, de lo que va a ser el Valencia, la confección de la plantilla, las salidas... y me imagino que eso será lo que haremos".

Finalmente, y en aquella comparecencia pre derbi, al preguntarle si se encontraba a gusto en Valencia fue contundente al decir que sí, pero ya dejó entrever sus diferencias con la manera de manejar el club por parte de la entidad:  "Mucho, sinceramente ¿Hay cosas que se pueden cambiar y mejorar? Indudablemente." 

Tras el partido ante el Levante no hubo mucho tiempo para centrarse el proyecto de futuro. El arbitraje de Figueroa Vázquez centró la mayoría de los focos, aunque hubo tiempo para volver a lanzar un aviso sobre la capacidad plantilla actual y la necesidad de evaluarla de cara al futuro: "La verdad es que no hemos sacado los resultados que deseábamos en estos últimos partidos. Habrá que valorar si el equipo necesita una mejora".

Antes de enfrentarse al Athletic en San Mamés Bordalás volvió a expresar las dudas sobre el proyecto de futuro subiendo un tono en sus reivindicaciones. De entrada, el entrenador habló en público de un secreto a voces. La necesidad de vender este verano jugadores importantes: "El equipo a pesar de llegar a la final de la Copa del Rey no hemos sido capaces de pelear por puestos europeos y eso dice que tiene que mejorar. Entiendo que habrá salidas pero tienen que llegar jugadores de nivel Valencia, si no pues tendremos dificultades". 

Volvió a incidir en la necesidad del club de vender futbolistas y añadió presión pidiendo un proyecto que supla las ausencias con jugadores que eleven el nivel de la plantilla actual: "Estoy siendo contundente, la plantilla tiene que mejorarse puesto que es evidente que hablamos del Valencia y debemos estar entre los mejores. Si te debilitas, no puedes estar entre los mejores. Yo tengo contrato y mi idea es cumplirlo pero la realidad es las que es y no hemos sido capaces de pelear por Europa. Hubo una reunión y el club me trasladó que hay que vender jugadores pero también entendemos que hay que incorporar jugadores de nivel Valencia".

Y volvió a insistir en la obligación de tener una pelea acorde con unos objetivos a la altura de la entidad: "Imagino que el club está trabajando en contratar ese perfil de jugador que le pueda dar al equipo un salto, el Valencia tiene que pelear por puestos europeos si no será muy complicado, como hemos visto esta temporada, que los chicos se lo dejan todo pero queda patente que nos faltan más cosas".

Quiso ser elegante con la secretaría técnica y aseguró creer en la capacidad de la misma para buscar el perfil de futbolistas que le den un salto de calidad a la plantilla. Sin embargo, no habló de la misma manera a la hora de valorar la voluntad de la propiedad para afrontar dicha exigencia: "Creo que la dirección deportiva está capacitada y tiene nivel para incorporar esos jugadores pero otra cosa es que el Valencia pueda o tenga esa voluntad para fichar esos jugadores que se necesitan para pelear por cotas mayores. Si lo comparamos con las anteriores, el equipo no ha tenido inquietud por el descenso pero eso no es lo que tiene que hacer el Valencia CF. Si el resto mejoran y tú no, alguna temporada tendrás dificultades y eso no se lo puede permitir el Valencia CF. ". 

Volvió a hablar del elefante en la habitación (las ventas de futbolistas importantes). Un tema (como todos los negativos) que Meriton silencia, pero que Bordalás encaró bajo el prisma de la comprensión de la situación económica actual del club: "Yo entiendo perfectamente que el club necesite vender porque se necesitan ingresos pero obviamente lo que lleguen deben suplir esas salidas porque en caso contrario estaríamos dando otro paso atrás. Estoy convencido de que la dirección deportiva está trabajando para incrementar el nivel de la plantilla. No puedo desvelar nombres porque se ha hablado muchísimo en los últimos meses de jugadores importantes que podrían salir por cifras importantes".

Incluso fue más allá, y dejó caer una advertencia sobre las consecuencias de debilitar la plantilla cada campaña: "En el fútbol los grandes clubes se intentan mejorar cada temporada, hacerse más fuertes y el Valencia tiene que ser así. Si no es así el fútbol a veces te juega malas pasadas y lo puedes pagar caro. El club ha tenido dos temporadas duras y las hemos superado, esta temporada se puede hacer un balance muy positivo. No hay que tentar a la suerte y mejorar la plantilla para pelear por otros objetivos".

Por último, tendió la mano a colaborar en la búsqueda de jugadores con vistas a la próxima temporada. Una manera de dejar caer que podía aportar su criterio para que fuera escuchado: "Siempre intento tener un papel activo, ayudar... hay una dirección deportiva y yo como técnico colaborar para rentre todos equivocarme lo menos posible. Conozco la plantilla actual y sé el rendimiento que nos pueden dar y algunos que deban salir porque por mucha voluntad no van a poder ayudar en las exigencias del Valencia CF y entre todos contribuir para un Valencia mejor". Leído este fragmento con detenimiento se entiende el enfado tras el movimiento a sus espaldas para fichar a Hugo Duro.

Aún faltaban dos ruedas de prensa que ahondarían en las diferencias entre entrenador y propiedad. Las comparecencias ante los medios del alicantino antes y después del encuentro ante el Betis fueron una sucesión de cargas de profundidad de una intensidad creciente y mayor a las ya pronunciadas días atrás.

Para comenzar volvió a referirse a la expresión "jugadores nivel Valencia" mencionada en la previa del encuentro en San Mamés y recordó la necesidad de dar su opinión en la confección de la siguiente plantilla: "En los descartes daré mi opinión, hay que sentarnos y ver. Cuándo hablo nivel Valencia algunos pueden pensar que soy muy exigente y hablo de nivel Kily, Albelda o Pellegrino pero quiero jugadores que vengan y nos den un salto. Las salidas es una decisión que se tomará a final de temporada, lo toma el club pero yo daré mi opinión al respecto". 

Además apremió a la dirección deportiva a ponerse en marcha para poder trabajar en el capítulo de altas y bajas y añadió que el club ya partía en desventaja con respecto al inició del trabajo de otros clubes: "Tendremos las reuniones oportunas para mejorar la plantilla dentro de las posibilidades del club. Habrá que tratarlo cuánto antes porque los equipos están confeccionándose, yo sé algunos clubes que y están prácticamente hechos. He hablado con algún director deportivo y me decía que ya tenía 4 jugadores, es normal, todos quieren mejorar".

No acabó dicha comparecencia sin volver a recordar la importancia y el peso de su criterio como hombre que trabaja diariamente con los jugadores y que -en un principio- lo hará también la próxima campaña. Además dejó una andanada sobre la exigencia a la propiedad, no sólo hay que mantener el nivel de la plantilla, si no que hay que elevarlo: "Yo sé, o creo que sé, lo que el equipo necesita, no son caprichos míos sino exigencia de la competición. Creo que el Valencia es un club grande e histórico y tenemos que confeccionar una plantilla para tener objetivos ambiciosos. Cuándo nos reunamos y sepamos lo que el club va a vender, cualquier venta de jugador importante debilita el equipo, no hay que igualar las ventas sino mejorar la plantilla".

Además, y con motivo del comunicado emitido por el Valencia CF 48 horas después de los insultos escuchados en San Mamés por el técnico alicantino, hubo dos recados más. Uno para el club en la línea de que se había actuado tarde: "Posiblemente tenga usted razón, si se hubiera cortado antes quizás no estaríamos tan perjudicados. Nunca es tarde si se defienden los  intereses del Valencia CF". Y otro con respecto a la nula participación del presidente Anil Murthy a la hora de estar al lado del equipo. Habló de experiencias vividas con presidentes que sí toman parte activa en determinados momentos en los que hay que defender los intereses del club y dejó en el aire la comparativa: "Uno ya tiene experiencia, yo he visto y disputado, no voy a decir nombres, partidos donde al rival le señalaron dos penaltis y el presidente de ese equipo ha bajado al túnel y se ha metido con el árbitro. No sé si eso es bueno o malo pero cuando se cometen injusticias no vas a poner la otra mejilla, el que quiere que le respeten lo primero que tiene que hacer es respetar".

Pero sin duda alguna, el nivel de la beligerancia dialéctica de la disconformidad de Bordalás creció de manera exponencial tras la compra de Hugo Duro. Recordar que, preguntado en la previa del encuentro ante el Betis por el futuro del delantero -unas horas antes de que el Valencia diera a conocer su fichaje-, la respuesta de Bordalás fue: "Tengo que hablar con el club, si el club considera que debe consultarme daré mi opinión, no quiero hacerla pública antes de conocer la opinión del Valencia CF. Aún no me han consultado nada sobre el futuro de Hugo Duro".

La imagen de haber dejado a Bordalás a los pies de los caballos por parte del club y de no haber sido consultado para la primera operación con vistas a la confección de la próxima plantilla, hizo explotar al alicantino tras la derrota ante el Betis:  "Al salir de Paterna me llamó el director deportivo para decirme que había dado el OK Peter Lim y que iban a comprar a Hugo Duro. No me pidieron opinión, no puedo decir ni decidir nada. El club me dijo que consideraban como club que había que comprar a Hugo Duro y yo como técnico lo respeto. No voy a entrar a valorar. Si el club lo ha decidido porque ha hecho una buena temporada y debe comprarlo, obviamente por encima de lo que yo pueda pensar ha decidido comprar al chico, yo no voy a opinar". 

Además no dudó en disparar de manera directa contra el modus operandi de la entidad. Recordando sus años como profesional en el mundo del fútbol y recordando la necesidad de refuerzos. Es más se refirió a esto último con una frase muy contundente: "Yo doy mi opinión con mi experiencia, sé el nivel actual y el de la exigencia de la liga española y el que no lo quiera ver es que está ciego, esa es la realidad pero a partir de ahí yo no decido. La exigencia es brutal. Hemos ganado 5 de 18 de local, eso el Valencia no se lo puede permitir. Mestalla ha sido un campo históricamente muy difícil, para puntuar aquí se necesitaba sudar sangre y ahora es muy fácil". 

Las posturas cada vez están más lejanas. La partida de ajedrez parece haber comenzado por parte de los bandos que tienen una relación absolutamente erosionada. Lo normal sería sentarse cara a cara y resolver un acuerdo que amistosamente separara ambos caminos, pero de por medio hay una cláusula de 700.000 euros que no parece querer afrontar ninguno de los dos cónyuges de un matrimonio ya absolutamente roto.

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