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Murthy, como Piterman

26/07/2020 - 

No. No voy a hablar del nuevo entrenador. Ni aunque sea información de rabiosa actualidad. Ya dije todo lo que tenía que decir en mi último artículo. Y, además, no me quito de la cabeza lo que para mí ha sido la gran noticia de la semana: el Valencia ha suprimido la figura de director deportivo. Anil Murthy no la considera necesaria. “Y no suprimen la de entrenador porque no pueden. Si pudieran, acuérdate de Piterman, lo harían”, comenta mi buen amigo José Luis Rodríguez. ¿Se acuerdan de Dimitry Piterman? Fue el precursor de esta ola de inversores extranjeros en el fútbol español que, al igual que Peter Lim, está dando un pésimo resultado. Piterman fue propietario del Palamós, Racing y Alavés y, pese a no contar con la cualificación necesaria, se sentó en el banquillo para dirigir a sus equipos. Lo hacía inscribiéndose como utillero o fotógrafo. Imagínense como acabó la cosa…salió por piernas de España.

El Valencia lleva ese camino. Con Lim parapetado en Singapur, Murthy puede ser el Piterman de Mestalla. Méritons ya lleva hechos unos cuantos. La verdad es que se lo está ganando a pulso. El primer gran paso ya lo dio cuando decidió prescindir de un director general de primerísimo nivel como Mateu Alemany. El segundo paso importante lo acaba de dar. Suprimir una figura vital para un club de fútbol como es la de director deportivo. Murthy ejercerá las veces de máximo responsable del proyecto, con el apoyo de los actuales técnicos de la Academia de Paterna. Como la ignorancia es muy atrevida, no sería de extrañar que el siguiente paso de Murthy sea el de emular a Piterman y sentarse en el banquillo durante los partidos. Lo veo dándole instrucciones tácticas a Maxi Gómez. Diciéndole al delantero que presione la salida de balón del rival. Todo llegará. Al tiempo.

¿Qué quieren que les diga?. Yo no concibo un club de fútbol sin la figura de un director deportivo. Como tampoco entiendo un restaurante sin la figura de su cocinero. La decisión no hay por donde cogerla. No tiene ningún sentido. Ni lógica. Prescindir de la figura de un director deportivo no es solo un error mayúsculo, sino que dice mucho de las verdaderas intenciones de Lim en el Valencia. Si a estas alturas a alguno no le quedaba claro, la decisión de no fichar a un responsable para el proyecto futbolístico es concluyente. Revela que para Meriton el Valencia es un negocio, su cortijo particular, y que no quiere ningún tipo de intromisión para poder mangonear a su antojo. No quieren que nadie les tosa. Ya comenzaron a quitarse las caretas cuando despidieron a Alemany y Marcelino. Pero ahora, por fin, Lim y sus secuaces ya se han descarado. El proyecto futbolístico no es prioritario. ¿De verdad que todavía queda gente que defienda su gestión?

El futuro se presenta incierto. El anuncio de una revolución en el vestuario invita a pensar en la salida de hasta 12 jugadores, muchos de ellos importantes, y la llegada de futbolistas de medio pelo. Todos ellos elegidos por el nuevo director deportivo Murthy, claro. Incierto no, el futuro se presenta muy negro. Tanto, que hasta el propio Valencia se pone la venda antes de la herida. La propiedad explica que no se puede reclamar la vuelta a los cuatro primeros puestos y a la Champions de forma inmediata. “Pasaron 11 años entre las dos últimas Copas y muchos grandes jugadores se fueron sin ganar nada. Los aficionados pueden esperar con ilusión la reconstrucción del vestuario”, se lee en el panfleto oficial del club. Me da a mí que esta espera no es esperanza. Y que se viene otra campaña entre la novena y la duodécima posición en Liga. Vamos, nada nuevo. Lo mismo que siempre ha ocurrido desde que el emperador Lim aterrizó en Mestalla por la gracia de Salvo y Aurelio. Sois mis ídolos.

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