Aquelarre en el congelador

PUCELA (Env. especial). Hace tan sólo tres años y medios la zona mixta (cuya puerta de salida conduce hasta el lugar donde los equipos visitantes aparcan el autobús) del estadio Nuevo José Zorrilla eran la viva alegría del valencianismo. Esa misma tarde el equipo se había clasificado por segunda temporada para disputar la Champions y comenzaba a preparar su final de copa que posteriormente ganaría al FC Barcelona. Anil Murthy entraba y salía constantemente de un vestuario al que previamente había bajado Peter Lim para felicitar a la plantilla.

Lo vivido ayer tras la derrota contra el Valladolid era todo lo contrario. Comenzando por el entrenador valencianista que volvió a comparecer en sala de prensa con lo que él mismo denomina "cara de mierda" cuando pierde. En la comparecencia ante los medios volvió a mostrar un tono de preocupación en su voz y a duras penas levantaba la cabeza para las contestaciones, aunque sí lo hizo en el momento en que los diferentes periodistas pidieron el micrófono para hacerle preguntas.

Caras largas y de preocupación en la mayoría de futbolistas que fueron abandonando el vestuario de Zorrilla tras la derrota en Pucela. Los rostros de futbolistas como Cavani, Cömert o Gayà eran una clara muestra de quienes saben cómo se están torciendo las cosas en la liga. Incluso Samu Castillejo, a quien esperaba un amigo en dicha zona mixta que se quedó con su camiseta, tenía pocas ganas de hablar y no sonrió pese a la visita que trató de infundirle ánimos. Cenk, Mamardashvili o Lato (especialmente este último) enfilaron el camino del autobús con una mueca de contrariedad dibujada en el rostro.

Entre las idas y venidas de diverso personal del staff valencianista (utilleros y fisios) apareció fugazmente el Team Manager Voro González, quien con semblante serio abandonó también la zona mixta tras ser saludado por algún empleado del equipo local.

Tardó más en salir el cuerpo técnico del vestuario. Gattuso salió con el semblante preocupado hacia el autocar tras una breve visita del director corporativo, Javier Solís. El mensaje institucional apelaba a la calma y a la confianza absoluta en el entrenador y la plantilla a la hora de sacar la situación adelante.

Previamente Solís había accedido junto a la presidenta Layhoon Chan y el embajador del club Miguel Ángel Bossio a la zona mixta en un ascensor que les condujo desde el palco VIP hasta la ya citada dependencia. La presencia de Layhoon fue breve y casi imperceptible mientras Solís si acudió al vestuario donde, evidentemente se vería con Gattuso.

Posiblemente ahí le informaría de la conversación que la cúpula valencianista mantuvo en el estadio con el agente de Saúl Ñíguez, futbolista que Gattuso tiene como prioritario en su lista de preferencias a dos días de que finalice el mercado de enero.

Las caras de akelarre fueron la nota común ayer tras la derrota en la fría jornada de Pucela. La situación cada vez es más complicada, el jueves espera el Real Madrid y el domingo próximo el Girona en Montilivi. Ya veremos si para entonces el mensaje de calma y de unidad sigue firme y vigente.