Así juega Samuel Lino, el último fichaje del Valencia CF

VALÈNCIA. Incorpora el Valencia con Samuel Dias Lino (Santo André, 1999) una de las grandes sensaciones de la Primeira Liga portuguesa la pasada temporada. Su gran actuación en las filas del Gil Vicente no ha pasado desapercibida para el Atlético de Madrid, que a principios de mes firmó al brasileño hasta verano de 2027 a cambio de unos 6,5 millones de euros. A pesar de acumular ya tres años en Europa en las filas de los gallos, este último curso ha sido el de la explosión del extremo, el que lo ha colocado definitivamente en la órbita de las grandes ligas del viejo continente.

En el conjunto que ha sido la gran revelación del fútbol luso y que jugará este verano la fase previa de la Conference League (primera presencia internacional del club en toda su historia), Lino sumó la pasada campaña 13 goles y 5 asistencias en un total de 37 encuentros. Buenos números que no reflejan del todo las prestaciones de un futbolista que, junto al ariete de Pinedo y canterano valencianista Fran Navarro (16 tantos en 34 apariciones), ha completado una espectacular temporada para el modesto club barcelense alcanzando una histórica quinta posición del campeonato portugués.

Con tan solo 22 años, iba a ser realmente complicado que el brasileño tuviese minutos a las órdenes de Simeone. Es por ello que la operación se ha cerrado para satisfacción de todas las partes y Gattuso contará desde ya con un hombre que viene, salvo sorpresa importante, para jugar a pierna cambiada por la banda izquierda. A pesar de manejarse por ambos costados o incluso en punta en momentos muy concretos, el brasileño es un especialista a la hora de desbordar hacia dentro y causar estragos partiendo desde la izquierda y recorriendo esa diagonal en dirección a la portería contraria.

Samuel Lino no responde, ni mucho menos, al clásico perfil de extremo como podía hacerlo Bryan Gil. En Portugal se ha visto que, una vez ha lanzado su conducción en carrera, es muy difícil de parar. Su mejor virtud se identifica más con la potencia que con la habilidad en espacios cortos; es decir, no es un extremo muy habilidoso en el regate en parado, pero si es capaz de superar su marca y lanzar la carrera o recibir con espacio por delante siempre partiendo desde el costado izquierdo, su pierna derecha le permite disparar a portería con peligro o trazar un último pase bastante aseado en situación de contragolpe. En caso contrario, lo más sencillo es parar su avance con falta.

Su fichaje por el Atlético de Madrid dibuja otras virtudes que no llaman tanto la atención pero que a buen seguro son relevantes tanto para Simeone como para Gattuso. Y es que el canterano de Sao Bernardo es un atacante que sabe interpretar las ayudas defensivas y echar una mano en fase de repliegue cuando así lo exige el guion de partido.

Aunque se trata de un jugador muy apropiado para el fútbol alegre del técnico calabrés, en un momento concreto con el equipo defendiendo en bloque bajo el brasileño constituye un arma muy peligrosa para el contragolpe: con más de la mitad del campo por delante y en velocidad, Samuel Lino es diferencial por la facilidad que tiene para marcharse hacia delante y por la diagonal hacia dentro superando rivales en conducción. En la definición de cara a portería y en la toma de decisiones en los últimos metros aún puede y debe mejorar.

De este modo, el Valencia cierra la cesión a coste cero de un joven atacante que ha demostrado muchas cosas en Portugal, pero al que le ha llegado la hora de la verdad si quiere dar un salto de calidad en su carrera en Europa. Su fichaje por el Atlético es casualidad, pero la gran incógnita es si será capaz de dar ese paso adelante en una gran liga y en las filas de un conjunto donde la exigencia será mucho mayor que en el modesto Gil Vicente.