El Levante UD firma una vibrante victoria frente a la Real para seguir soñando con la Champions

VALÈNCIA. El Levante UD Femenino volvió a firmar una actuación de tronío para derrotar a la Real Sociedad (4-3) y seguir fuerte en la pelea por los puestos Champions. Seguramente en un partido de los que los entrenadores no quieren ver ni en pintura, descontrolado, con más goles de los deseados encajados pero, al fin y al cabo, todos los equipos se juegan mucho y las granotas fueron quienes más creyeron en la suma perfecta, la de los tres puntos. Las de Sánchez Vera se adelantaron, se dejaron remontar, pedalearon de riñón para igualar, volvieron a caer en la lona y, con la entrada en el césped de la actual pichichi Alba Redondo, se desató la locura: dos dianas de la albaceteña para cazar el triunfo de la forma más vibrante posible.

La escuadra levantinista arrancó el partido lanzándose en tromba a por el gol: tras la victoria del Atlético en esta jornada, no quedaba otra que vencer. Y un relámpago, una estela, con mayúsculas, surcaba el flanco izquierdo una y otra vez, poniendo balones en buscar de rematadora para inaugurar el marcador. En el 11’, Estela ponía el pase de la muerte, infallable, para que Érika estableciese el 1-0. La entente entre la valenciana y la de Colombres prometía agitar el partido una y otra vez y Érika, en una acción parecida pero que terminó en centro aéreo, cabeceó fuera. Ni que decir tiene que perdonar frente a una Real Sociedad deja tufo a peligro y las azulgranas lo sintieron en sus carnes cuando Vanegas igualó al poco. Y, en la recta final del primer tiempo, Jensen subía el 1-2. Al luminoso. La renta escapándose por entre los dedos de las locales y todo pese a un remate de Gabi Nunes que, lástima, se estrelló en el poste. Pero la batalla se libraba sobre el césped y María Méndez se elevaba para el 2-2, que parecía firmar una tregua antes del descanso. Error. Jensen firmaba su doblete para, ahora sí, dejar un 2-3 que enviaba el partido a su descanso.

Las sonrisas en los rostros de las txuri-urdin reflebajan lo que parecía poder ser una alegría para ellas de mantener el tono en la segunda mitad. Pero el Levante UD, con todas las dificultades, no estaba por la labor de dejar que la Real se llevase todo el botín. La reanudación fue un desafío de porteras, con Lete abortando la igualada de Andonova y Tarazona haciéndose gigante ante las embestidas de las vascas. Los cambios fueron determinantes para el resultado final, sobre todo por la entrada en juego de Redondo y Daniela. Dos goles una y dos asistencias, la segunda. El plan perfecto. En el 73’, la murciana centraba desde el costado derecho, la delantera internacional tejía uno de sus controles perfectos, giro en el área y al fondo de las mallas. Diez minutos más tarde, ídem de ídem. La joven de 18 años enviaba desde el mismo flanco y Redondo, no se sabe si con maña, con lucha, cómo fue pero se detuvo el tiempo: la ‘10’ finalmente ganó la posición para volver a establecer el matrimonio perfecto: el del esférico y la red de la portería.

La alegría no pudo ser más completa en la Ciudad Deportiva granota. El sábado próximo, 11 de mayo, a seguir alimentándola en casa del FC Levante Las Planas.