Las cifras de Bordalás: peores que las de Celades, mejores que las de Gracia

VALÈNCIA. Inmerso de nuevo en una espiral negativa, el Valencia CF 2021-22 está encallado en la llamada 'zona Meriton', o lo que es lo mismo, la zona intrascendente de la clasificación. Ni fu ni fa. Una que no le correspondería por su poso histórico en el campeonato y por su tradición, pero que es constante, salvo un par de excepciones, desde que Meriton gobierna en Mestalla.

El club, secuestrado; la hinchada, muda y sin capacidad de decisión en las decisiones que se cierran en la Junta de accionistas, coto de caza privado de Peter Lim; y los entrenadores, abocados a competir con una plantilla desequilibrada, cada vez más tierna, cada vez de menor potencial.

El último en padecer el latigazo de Meriton es José Bordalás. Semifinalista de la Copa del Rey, el alicantino ha priorizado pavimentar el camino más corto hacia un título y Europa, consciente de que la cuesta de la liga ha vuelto a empinarse. Con un grupo incapaz de batallar en dos frentes, el técnico se lo ha jugado todo a la Copa en la ruleta de la temporada. Y la clasificación en liga se ha resentido. Sin Gayà, Alderete, Guillamón, Hugo Duro y Bryan Gil en el once del domingo, el equipo no pudo derribar al Deportivo Alavés.

La derrota de Mendizorroza ha bloqueado al equipo, que, con seis partidos sin ganar, está a un partido de igualar su peor racha del curso. Los números de Bordalás en el Valencia se parecen, sospechosamente, a los de Albert Celades y Javi Gracia, sus predecesores en las últimas temporadas. La coartada para el alicantino es la misma que para el catalán y el navarro: el deficiente proyecto deportivo, aunque la plantilla de Bordalás ha sido más castigada por las lesiones, circunstancia que agudiza el déficit estructural.

En la comparativa con Celades y Javi Gracia, tras la disputa de 24 jornadas de liga, Bordalás está por detrás del catalán y por delante del navarro pero los números, y la inercia negativa, son semejantes.

El Valencia de Celades, en la 2019-20, llevaba 38 puntos a estas alturas de campeonato con 10 victorias, 8 empates, 6 derrotas, 35 goles a favor y 34 en contra. Los cuatro primeros puntos fueron de Marcelino antes de que fuera despedido. Era octavo. El equipo, en manos de Voro, acabó noveno a tres puntos de Europa.

Javi Gracia sumó, en la 2020-21, 27 puntos, con 6 victorias, 9 empates, 9 derrotas, 30 goles a favor y 32 en contra. Era decimosegundo. Finalizó decimotercero, también con Voro, con 43 puntos a 19 de Europa.

Bordalás lleva 30 puntos, con 7 victorias, 9 empates, 8 derrotas, 36 goles a favor y 38 en contra. Actualmente es decimosegundo.

El preparador alicantino tiene a favor su condición de semifinalista de Copa. A Celades lo eliminó el Granada en cuartos de final y a Gracia el Sevilla en octavos. Desde Marcelino, finalista y campeón en la 2018-19, ningún técnico había llegado tan lejos. La plantilla de Marcelino, parecida a la que heredó Celades, era muy superior y más proporcionada a la que maneja el alicantino. 

Los resultados son directamente proporcionales al nivel de la plantilla, menguante con el transcurrir de las temporadas. Sin dinero y en manos de intermediarios, Murthy se ha movido torpe y tarde en el mercado.

En el caso de Bordalás, los refuerzos, realmente préstamos a cuatro meses, han mejorado ofensivamente a la plantilla, pero han llegado tarde y no se les puede exprimir sin apenas sumar entrenamientos, como es el caso de Bryan Gil. El de Barbate descansó el domingo los primeros 45 minutos en Mendizorroza porque venía de jugar 264 minutos seguidos en tres partidos. Lleva dos semanas en Valencia y ha jugado 309 minutos.