El mérito de Meriton

VALÈNCIA. Finalizado el partido ante el Rayo Vallecano el entrenador del Valencia se mostró molesto ante la crítica sobre la propuesta que el equipo valencianista había mostrado en el campo de Vallecas. Comprendo perfectamente los nervios y la tensión a la que está sometido un entrenador antes, durante y después de un partido. Pero también está en el manual de entrenador de élite, acatar y encajar aquellas críticas que se le puedan hacer por lo que el equipo muestra en el terreno de juego. 

Y la realidad es que el juego que mostró el Valencia ante un equipo de mitad baja de la clasificación fue muy pobre. Con un tiro lejano y a las manos del portero vallecano en toda la primera mitad es difícil doblegar a un adversario. En la segunda parte vino el gol de Carlos Soler en una jugada aislada e incluso pudo venir el segundo en un tiro cruzado de Racic. Ese fue todo el bagaje ofensivo del Valencia. Por contra, Mamardashvili se convirtió en el héroe del partido al realizar varias paradas de gran calidad y plasticidad que evitaron la derrota del Valencia. 

Así es muy complicado poder llevarse la victoria. Sólo un golpe de suerte puede hacer que los tres puntos se queden en el casillero propio. Fue una desilusión para los valencianistas que volvían a ver como la posibilidad de acercarse en la tabla clasificatoria al Athletic Club de Bilbao y al Villarreal se esfumaba. Posibilidad que también se evaporó tras el empate ante el Cádiz en Mestalla. Si cuando los equipos de arriba tropiezan no aprovechamos para sumar de tres en tres será difícil por no decir imposible llegar a posiciones europeas vía liga.

Los aficionados se preguntan cómo es posible que equipos con jugadores a priori inferiores a nuestros centrocampistas sean capaces de llevar el peso y el ritmo del partido. Alcaraz, San Emeterio, Unai López, Óscar Valentín no son jugadores top ni creo que sean superiores en calidad a los jugadores valencianistas.

En Mallorca una acción aislada de Paulista con un golazo desde la distancia sirvió para dar los tres puntos al Valencia en un partido en el que los de las Baleares gozaron de las mejores ocasiones. No siempre la suerte se inclina hacia el mismo lado. Y el Valencia juega muchos partidos al borde y al límite de la suerte. Los aficionados consideran que, efectivamente, el equipo debe  proponer más argumentos futbolísticos para ganar los partidos. El equipo ha ganado con respecto a la temporada anterior en los aspectos de entrega, actitud, compromiso, lucha, competitividad. Y eso es mérito sin ninguna duda de Pepe Bordalás y de su equipo de trabajo. Pero con todo ello a veces o muchas veces no te da para doblegar a los adversarios que también tienen esas cualidades en sus futbolistas.

Al final lo que decide los partidos es la calidad, el orden, la estrategia, el posicionamiento y el despliegue de los jugadores para conseguir tanto batir la portería contraria como para defender la propia. En ese balance correcto de ataque y defensa estará el éxito o el fracaso. No se trata como comentó el entrenador de meter cuatro, cinco o seis delanteros sino de ordenar el juego de manera que el equipo pueda llegar a tener entre tres o cuatro ocasiones de gol en cada parte. Y por supuesto, ser capaces también de estar ordenados en defensa y defender correctamente. 

Bordalás apeló también a las limitaciones del equipo. Limitaciones que existían desde el comienzo de la temporada y que en el mercado de invierno se han subsanado mínimamente. Mensaje que debe ser asumido por los rectores deportivos del club. El entrenador lo ha dicho ya en varias ocasiones durante la temporada y los rectores hacen oídos sordos al míster. La plantilla está limitada Sr. Anil o Sr Lim. A pesar de que ustedes hacen como que no oyen las quejas de su entrenador, el equipo está a pocos días de jugar una final y de poder conseguir un titulo. El objetivo de la temporada se va a disputar en ese enfrentamiento copero ante el Betis. Si no se consigue miraran hacia otro lado y responsabilizarán a otros de la temporada mediocre que se está realizando. Lo que muchos tenemos claro es que si al final se consigue el ansiado título de Copa el mérito no será de Meriton.