VALÈNCIA. La entrada en escena de Javi Guerra y Diego López, como combatientes de primera línea para los planes de campaña del pelotón de Rubén Baraja, ha dejado daños colaterales en el vestuario, como suele suceder en el fútbol. Es consecuencia de la competitividad. Asoman la cabeza los mejores en cada momento y, esa aparición, arrastra y priva de minutos a otros compañeros. También la decisión, valiente, del cuerpo técnico de tomar decisiones con la misma carga elevada de desesperación y de riesgo.
La zancada del elegante centrocampista de Gilet ha relegado a un rol secundario a otros medios como Ilaix Moriba, Yunus Musah, incluso a Samu Castillejo, y, sobre todo, a Hugo Guillamón. Su entrada en el once como titular se produjo ante el Villarreal delante de rivales de primer nivel como Dani Parejo, Álex Baena, Ramón Terrats o Étienne Capoue, con el que el canterano se fajó en el tramo final de partido. El mediocentro del VCF Mestalla, curiosamente, se formó en el equipo 'groguet'.
A Guerra lo ha devuelto Baraja a su demarcación más habitual. Pese a que en el filial ha jugado de '6' en lugar de hacerlo como '8', el Pipo lo ha empleado más como centrocampista mixto o como lanzador, liberándolo para que pueda llegar al área y filtrar pases. Nico, en la mayoría de ocasiones, e Ilaix en momentos puntuales cuando el gallego ya ha salido del campo, ejercen de mediocentros 'ancla' o más posicionales. Su lectura táctica, su posicionamiento, su llegada y su visión de juego han impulsado a Guerra al once en el momento más crítico de la temporada y el niño no se ha arrugado. Ha aceptado el reto y está respondiendo. En Balaídos, ante el Celta, en otro duelo vital, repetirá como titular.
Guerra, desde la derrota por 0-2 ante el Sevilla, en la jornada 29, momento en el que empezó a entrar en el equipo, le ha restado minutos a Ilaix Moriba y ha relegado a la suplencia a Hugo Guillamón. Samu Castillejo y Yunus, empleados como centrocampistas por Baraja en diferentes partidos, han pasado a jugar solo por los costados desde la llegada de Guerra. Desde el duelo ante el Sevilla, en las últimas cinco jornadas de liga, Guerra ha sumado sus primeros 165 minutos en la élite, Ilaix ha aparecido en 214 minutos y Hugo Guillamón ha sido tres veces suplente y se ha caído de la lista en una ocasión.
Al lado de Guerra, en el flanco derecho, luce el bigote de Diego López. Un año de diferencia exacto los separa. Guerra nació el 13 de mayo de 2003 y López el 13 de mayo de 2002, justo un año antes. El sábado que viene en la concentración de Vigo, el valenciano de Gilet celebrará sus 20 años y el asturiano de Turón, 21.
'Superlópez' lleva 104 minutos en primera división. Entró un partido después que Guerra en los planes de combate de Baraja. Diez buenos minutos ante el Elche convencieron al Pipo, que luego lo empleó 6 minutos ante el Valladolid. En las dos últimas jornadas, en una decisión valiente, Baraja lo utilizó 34 minutos ante el Cádiz y 45 frente al Villarreal.
Yunus, confuso desde la vuelta tras el Mundial, ha sido el damnificado. También Castillejo, que estuvo indolente en Cádiz, y no jugó ni un minuto ante el Villarreal. A Castillejo y a Yunus, recursos para jugar tanto de centrocampistas en una línea de tres como de interiores por la derecha con un cambio de dibujo, les han privado de minutos tanto Guerra como López.
Los niños de Paterna, recursos de emergencia en una situación de DEFCON 2, cumplen entrando desde la 2ª RFEF. El salto de cuatro categorías da vértigo, pero ellos no se han arrugado.