VALÈNCIA. Sometido a las turbulencias que periódicamente sacuden a un club tan volcánico como el Valencia CF, el departamento de captación de la Academia, con más o menos presupuesto, se las ha ingeniado siempre para olfatear el talento y formar joyitas en la ciudad deportiva de Paterna. Con los bolsillos vacíos, los de traje y corbata que, mientras manejan billetes apenas se fijan en las inferiores, se dedican entonces a rebuscar futbolistas para el primer equipo. Paterna suele estar preparada para ese reto.
El momento actual es exigente para los técnicos de la Academia. Meriton ha deshidratado a un club histórico como el Valencia, que está obligado a mirar a la fábrica de la ciudad deportiva más que en otras temporadas.
Ángel Murciano, uno de los técnicos de captación con más experiencia del vivero de Paterna, se fijó en 2012 en Yarek, un central rubito de apenas 6 años que jugaba en el Prebenjamín A del UD Alzira. Ahí llegó tras empezar a jugar el año anterior en los querubines del Ciutat de Alzira FB. De padre polaco y madre valenciana, Yarek nació en 2005 en Polinyà de Xúquer y empezó a golpear una pelota en el polideportivo municipal y en el colegio. Además de por su apellido, Gasiorowski y sus botas amarillas, el niño destacaba por su altura y su zurdita. Bien coordinado a nivel de psicomotricidad, Yarek reunía todas las condiciones para jugar en el fútbol formativo del club del murciélago.
Ángel Murciano se lo llevó a Paterna y en las inferiores del Valencia, el hispano-polaco despegó. Se olvidó de la portería, donde también le gustaba jugar siempre que tenía oportunidad y fijó su posición en la defensa. En el fútbol 8 de la Academia jugó por la izquierda en una defensa de tres o en el centro del campo. Cuando pasó a fútbol 11, se quedó en el eje, aunque en algún momento ha jugado puntualmente en el carril izquierdo como lateral.
El perfil de Yarek, según los técnicos de Paterna, responde a un jugador de proyección para el primer equipo con buena salida de balón y tácticamente siempre bien posicionado. Central zurdo con buen pie que destaca en el control, el pase y la conducción para romper líneas. Su altura, 1'90 metros, y su capacidad de impulso o salto lo convierten en un central codiciado que ya está en el punto de mira de clubes como la Juventus de Turín, que ya ha preguntado. Yarek puede desplazarse al costado izquierdo para actuar como lateral, aunque se desenvuelve mejor como central. Su nombre está anotado como central "top" en la mayoría de informes de los clubes grandes de LaLiga.
Su último hito ha sido jugar el Europeo sub 17 con España en Israel. La selección cayó el jueves ante Portugal en cuartos de final por 1-2 en el Netanya Stadium con el central del Valencia disputando todos los minutos en juego y revalorizándose ante scouts de todo el continente.
Ahora el de Polinyà de Xúquer además de poner en orden sus estudios de la ESO está a la espera de conocer qué sucede con su carrera como futbolista de élite. Tiene contrato hasta 2023, pero el club puede activar de manera unilateral otra temporada opcional, hasta el 30 de junio de 2024. Había firmado un segundo año más, pero no es legal según marca la normativa FIFA para los contratos con menores de 18 años.
Sin otro central zurdo de las condiciones de Yarek más allá de Facu González, que está en el filial, el Valencia, por la lógica que demanda una planificación deportiva coherente, está obligado a atar al hispano-polaco. El club trató de renovar al central antes de que se marchara al Europeo de Israel, pero el encaje en el proyecto que se le planteó al jugador no le convenció.
Las negociaciones se retomarán en los próximos días. El club defiende que Yarek tiene una cláusula de rescisión de 12 millones de euros, pero, al mismo tiempo, sabe que no tiene otro zurdo con ese talento en Paterna y que, precisamente, ese perfil en el mercado es muy caro. Detrás de la Juve, el primero en mostrar la patita para llevarse al jugador, vendrán más.